¿Pueden ser divertidos los coches eléctricos? ¡No! ¿Verdad? Esa es la respuesta más rápida y en ocasiones, sin argumentos que lo sostengan, pues, en realidad, ¿Qué hace que un coche sea divertido? Para muchos, es imprescindible que tenga un motor de combustión, que genere ruido, vibraciones, que te obligue a estar pendiente del cambio para tener siempre el propulsor en la “zona buena”. El motor eléctrico no suena, y no tiene caja de cambios –al menos los actuales, todos diseñados con un solo desarrollo– y no vibra, no genera emociones, ¿o sí?
Debemos reconocer que la tecnología eléctrica actual, está todavía en desarrollo, tiene un enorme potencial, pero hace falta tiempo y apertura de mentes. Eso, o bien, que Morgan presente su forma de entender un vehículo eléctrico lúdico y centrado en las sensaciones, que no es otra cosa que un Morgan 3 Wheeler eléctrico, o mejor dicho, su Morgan Super 3 eléctrico.
La idea de un Morgan Super 3 eléctrico no es precisamente nueva, la compañía británica nos lo mostró hace ya un buen puñado de años, en 2016, con motivo del salón de Ginebra. Por entonces, bajo la denominación de Morgan EV3, prometía una muy escasa autonomía de 241 kilómetros y además, “un mayor rendimiento con tecnología de carga rápida, un centro de gravedad más bajo y una mayor aceleración”, según declaraciones desde la propia marca. Por aquel entonces se basaba en el Morgan 3 Wheeler, que se dejó de fabricar en 2022, para poner en circulación el Super 3.
Aquel Morgan EV3 debería llevar en el mercado desde 2018, pues se anunció que comenzaría la producción ese mismo año. Sin embargo, se canceló el proyecto por problemas con el proveedor de motores, Frazer-Nash Energy Systemas. Era la segunda vez que tenía problemas con el suministrador de sus motores y simplemente anunciaron que el proveedor de motores no podía continuar con el proyecto dentro de los términos del contrato.
Sin embargo, cuando se anunció la cancelación del proyecto, también se dijo que el 3 Wheeler eléctrico no estaba muerto, y aquí está, de nuevo, el Morgan eléctrico, aunque para la ocasión no se llama EV3, sino Morgan XP1, y al igual que el EV3, se da a conocer el formato prototipo. Además, tampoco han comunicado fecha de llegada al mercado, aunque no debería ser muy complicado tenerlo en la calle en poco tiempo si todo funciona como corresponde, ya que todo se comparte con el Morgan 3 Wheeler.
El Morgan XP1 lleva tres meses de pruebas dinámicas y si bien es cierto que resulta poco tiempo, que haya unidades rodantes es un paso. Además, han logrado contener un poco el peso, solo 60 kilos más pesado que el Super 3, lo que significa dejar la báscula en 700 kilos. Obviamente, ese peso extra se debe a la batería de 33 kWh que se monta bajo el capo, donde se encuentra el motor de combustión –de origen Ford– en el Super 3.
Visualmente, los cambios son mínimos, aunque se mejora la aerodinámica. Lo importante en este nuevo Morgan eléctrico es el motor, de origen iNetic y con 100 kW de potencia –136 CV–. Está montado en el túnel de transmisión y se encarga de mandar su potencia a la rueda trasera. Se puede seleccionar cuatro niveles de potencia y no cuenta con sonido de motor sintetizado, es totalmente natural –el poco que emite el motor eléctrico–.
Desde la marca se dice que todavía quedan cosas por hacer, como por ejemplo, el desarrollo de la suspensión. Matt Hole, director técnico de Morgan, ha dicho “hemos intentado que fuera atractivo. No hay marchas, así que intentamos que funcione de tal manera que [el XP1] sintonice tu cerebro para hacer otras cosas mientras conduces. Necesita carácter.”
Otro punto que se experimenta actualmente, es el tipo de neumático trasero y sus medidas. El nivel de par que entrega el motor eléctrico y por ahora, las pruebas se llevan a cabo con el mismo neumático del Super 3, que por medidas, resulta tan único que complica mucho cambiarlo. El eje delantero cuenta con una nueva geometría, para gestionar mejor el aumento de peso y no perder capacidad de giro y de respuesta.
Javi Martín
Si me preguntas de donde viene mi afición por el motor, no sabría responder. Siempre ha estado ahí, aunque soy el único de la familia al que le gusta este mundillo. Mi padre trabajó como delineante en una empresa metalúrgica con mucha producción de piezas de automóviles, pero nunca hubo una pasión como la que puedo tener yo. También he escrito un libro para la editorial Larousse sobre la historia del SEAT 600 titulado "El 600. Un sueño sobre cuatro ruedas".COMENTARIOS