El Toyota MR2 se mantuvo vigente en el catálogo de la marca japonesa durante 23 años, desde 1984 hasta que dejó de producirse en el año 2007. Fueron tres generaciones durante las cuales este pequeño deportivo nipón nunca perdió sus características definitorias, consistentes en ser un coche divertido de conducir, ligero y económico. Desde hace algunos meses sabemos que Toyota trabaja en un sucesor del modelo, del cual ya se conocen algunos datos que demuestran que se mantendrá en el camino establecido por sus predecesores.
Para su desarrollo, Toyota ha decidido repetir la misma estrategia seguida para el lanzamiento de sus últimos deportivos, esto es, la colaboración con otros fabricantes para la reducción de los costes. Los Toyota GR86 y Toyota Supra han sido desarrollados gracias a la asociación con Subaru y BMW, respectivamente, y con el futuro Toyota MR2 no será diferente. En este caso, son Suzuki y Daihatsu los fabricantes con los que han firmado sendos acuerdos.
Así, su propulsor será de origen Suzuki. En concreto, consistirá en un bloque de tres cilindros y un litro de capacidad, sobrealimentado por turbocompresor, conocido, según su código interno, como K10C. Se trata de un motor que lleva utilizándose desde 2015 y cuya potencia máxima es de 111 CV, con 170 Nm de par. No son cifras escandalosas, pero hay que recordar que el concepto del Toyota MR2 nunca consistió en albergar motores demasiado potentes en su vano motor, al menos en el continente europeo, donde no superó los 140 CV en ningún momento. Además, se espera que se incluya algún tipo de parte eléctrica, al menos microhibridación, para mejorar sensiblemente sus prestaciones, especialmente reduciendo el tiempo de espera para que empuje su turbocompresor.
El deportivo japonés regresaría al catálogo de la marca en 2025 repitiendo la receta que hizo famosas a las tres generaciones anteriores
Un propulsor de estas características también va en la línea de mantener el carácter económico del producto final, rasgo distintivo del modelo desde su primera generación, como apuntábamos anteriormente. Asimismo, se da por hecho que será un coche muy ligero, aunque habrá que ver si Toyota es capaz de situar su peso total en el entorno de la tonelada, como sucediera con su última iteración. Este reducido peso también tendría efectos positivos sobre la característica señalada previamente, su accesibilidad en términos económicos, puesto que implicaría una menor complejidad de muchos de sus elementos, como las suspensiones o su equipo de frenos.
Y, por supuesto, un coche ligero es más divertido de conducir, menos trabajoso de frenar a la llegada a una curva y más reactivo a la hora de introducirse en los virajes. Además, la posición central-trasera de su propulsor contribuirá a un equilibrio de masas perfecto entre ambos ejes. Por supuesto, para trasladar su potencia al eje trasero no podrá faltar una caja de cambios manual, ahora que Toyota ha aprendido la lección después de lanzar el Toyota Supra inicialmente solo con una transmisión automática.
Daihatsu es la otra pata del proyecto. Será este fabricante el encargado del diseño del automóvil, que no sabemos si seguirá las líneas marcadas por algunos concepts recientes de la marca, como el que ilustra este artículo. Lo que sí está claro es que será un automóvil descapotable, aunque está por ver si contará con capota de lona, como la última generación, o con un techo duro. En todo caso, lo más significativo de la colaboración a tres bandas que permitirá desarrollar el futuro Toyota MR2 consiste en la posibilidad de que el producto final tenga un precio muy reducido. El objetivo del fabricante nipón pasa por situar este en el entorno de los 20.000 euros, significativamente por debajo del precio de partida actual en nuestro mercado del que probablemente será su rival más importante, el Mazda MX-5, que no puede adquirirse por menos de 28.000 euros.
David García
No conozco sensación mejor que la de un volante en las manos. Disfruto también con ellas sobre el teclado, escribiendo ahora para vosotros algo parecido a aquello que yo buscaba en los quioscos cuando era un guaje.COMENTARIOS