El futuro del automóvil, aunque parezca marcado, es todavía un poco incierto. Sabemos que nos dirigimos hacia la electrificación total, sabemos que hay fabricantes que ya tienen planes para transformar su producción y ofrecer coches totalmente eléctricos y sabemos que hay otros fabricantes que apostarán también por los combustibles sintéticos. Pero aunque parezca todo previsto, en realidad, no hay nada previsto.
Los próximos años serán testigos de enormes cambios. Veremos como nombres míticos del sector desaparecen o se transforman por completo, como es el caso del Opel Corsa, el cual, ya se ha dicho que será un vehículo totalmente eléctrico en su próxima generación. El Volkswagen Polo, por ejemplo, tiene todas las papeletas para desaparecer por completo y dejar su hueco en el mercado a un nuevo coche eléctrico que ni siquiera conservará la denominación. Y lo mismo ocurre con el Ford Fiesta.
Mencionamos estos modelos porque son los últimos en salir a la palestra, y también porque son una muestra de hacia donde se dirige el tipo de coche que se nos ofrecerá. Pero no penséis exclusivamente en SUV, pues tampoco tienen asegurado el futuro. Así lo demuestra el Mazda CX-5, que contará con una nueva generación, según ha informado la marca, pero su futuro no está, ni mucho menos, asegurado. Hablamos de un coche que ha sido un éxito de ventas para la marca, de hecho, es uno de los coches más importantes en el actual catálogo de Mazda, pero su futuro no está asegurado. Nada está asegurado de aquí a que se prohíban los motores de combustión.
La renovación del Mazda CX-5 no será hasta 2025, todavía queda camino para la actual generación. Así lo ha comentado Alastair Doak, director de marketing de Mazda en Australia, durante una entrevista con la revista Drive: “La alta gerencia ha confirmado que habrá un CX-5 de próxima generación, que está por llegar. Es el modelo de mayor ventas a nivel mundial, por lo que tiene sentido”.
Mazda ha presentado planes para tres vehículos eléctricos, cinco híbridos enchufables y cinco híbridos convencionales para 2025, pero sin especificar nada más, es decir, no sabemos que tipo de vehículos, qué mercados o qué pretensiones se tiene con todos estos coches. Quizá, alguno de esos coches, o puede que uno de cada, sea parte de la gama del Mazda CX-5; un híbrido, un híbrido enchufable y un eléctrico sería una gama casi perfecta para el futuro que se planea los próximos años.
Toyota posee el 5% de Mazda y ambas compañías trabajan en desarrollos conjuntos, no sería extraño que Mazda recurriera a Toyota para adoptar tecnología híbrida, Mazda no tiene esta tecnología hoy día y su actual hibridación ligera no puede ofrecer una reducción de consumos acorde a lo requerido para superar las futuras pruebas de emisiones.
Javi Martín
Si me preguntas de donde viene mi afición por el motor, no sabría responder. Siempre ha estado ahí, aunque soy el único de la familia al que le gusta este mundillo. Mi padre trabajó como delineante en una empresa metalúrgica con mucha producción de piezas de automóviles, pero nunca hubo una pasión como la que puedo tener yo. También he escrito un libro para la editorial Larousse sobre la historia del SEAT 600 titulado "El 600. Un sueño sobre cuatro ruedas".COMENTARIOS