Que CUPRA se está comiendo a SEAT con patatas no es nada nuevo, pero tras las últimas noticias es todavía más evidente. Y el coche estrella y motivo en gran parte de este éxito, es el CUPRA Formentor, que acapara una gran cantidad de matriculaciones en toda Europa –nada menos que el 40% de las ventas de SEAT– y parece ser que se prepara para desembarcar en Estados Unidos, lo que podría ser un bombazo si todo sale bien. El caso es que quieren poner en circulación “grandes coches eléctricos”, un tipo de coche que parece funcionar bien al otro lado del Atlántico.
¿Habría pasado lo mismo si en lugar de lucir un tribal en el frontal estuviera la insignia de SEAT? Pues vaya usted a saber, porque es cierto que el Formentor entra por los ojos –es el principal argumento del coche– y eso, aunque tenga una S en lugar de un tribal, se mantiene intacto. También es cierto que el talante que ha adoptado CUPRA desde que está en solitario, es muy diferente al que tenía SEAT actualmente. Es la personalidad que debería haber tenido hace tiempo, cuando se lanzó al mercado el León 1M –la primera generación– y la marca comenzó a demostrar que sabía hacer algo más que coches “para todos”, podía hacer coches pasionales, capaces de ganar en competición incluso con motores diésel –por si alguien no lo sabe, SEAT ganó el Mundial de Turismos con un motor TDI–.
El enorme éxito de CUPRA, es casi exclusivamente gracias al Formentor
Luego, ese ímpetu tan juvenil e incluso rebelde, se fue al carajo y nos quedamos con la SEAT que tenemos ahora. Nunca entendí muy bien que pretendía Volkswagen con la firma y parece ser que ellos tampoco lo han tenido muy claro hasta ahora, que han anunciado que SEAT se enfocará en los coches para los jóvenes y CUPRA será la punta de lanza del grupo, con un objetivo de 500.000 coches anuales. También se retrasa la llegada del SEAT eléctrico hasta, como pronto, 2026. Vamos, que finalmente, CUPRA se ha convertido en lo que debería haber sido SEAT si se hubiera continuado por el camino que empezó a recorrer a finales de los años 90.
Sin embargo, por más que miro al Formentor, más me “huele” a SEAT. Los rasgos son de SEAT, las sensaciones son de SEAT, el tacto general es de SEAT… ¿Cuál es la diferencia para que el Formentor arrase en ventas como lo hace? Justo en pleno debate mental conmigo mismo, nos llegó un correo electrónico de un lector que tras leer nuestro Battle SUV, decidió escribirnos porque, al parecer, tiene en mente comprarse un Formentor, pero no quiere ninguno de los que hasta ahora habíamos podido probar –la versión de acceso gasolina con 150 CV y el 2.0 TSI de 245 CV–, él está interesado en el Formentor VZ de 310 CV. Hubiera sido una buena oportunidad para preguntar el motivo de dicha elección, pero ni se me ocurrió y quizá podría haber sido meterme donde no me llaman.
Aquí ya he estado antes
En cuanto vi el correo me puse en contacto con los chicos de SEAT/CUPRA para contarlas la situación y, como era de esperar, no tardaron en reservarme una unidad para poder responder a este lector y de paso, saber un poco más porqué este coche tiene el éxito que tiene. Como ya se ha dicho, han pasado por la revista anteriormente dos versiones y ambas, con resultados bastante parecidos a pesar de las diferencias de prestaciones –parecidos en cuanto a carácter general del coche y tacto–, con una característica clara: el Formentor no es un deportivo, su enfoque es más cercano a un Gran Turismo, un coche rápido, dinámico y con cierto lujo. Es bastante agradable de usar en la mayoría de las circunstancias, no es un modelo que te haga sufrir, pero su límite en conducción deportiva no es todo lo amplio que su talante y su diseño sugiere.
Bajo el capó está el mismo 2.0 TSI del VZ 180 kW, pero con una configuración distinta y compartida con otros modelos del Grupo Volkswagen-Audi
Cuando iba de camino a recoger el coche iba con estas ideas en la cabeza, y pensaba que el VZ y sus 310 CV debería tener un carácter algo diferente. No en balde, hablamos de una caballería más que respetable y es lógico que se habrán adaptado cosas al extra de prestaciones. Y la primera sensación es… de familiaridad. Estéticamente apenas se diferencia del resto de versiones y una vez sentado en el puesto de mando, la percepción que se tiene es la misma: ya he estado aquí antes. Obviamente, ya he estado aquí antes, en las otras versiones y esa sensación de familiaridad me gusta, al fin y al cabo, son el mismo coche, pero en distinta versión, las diferencias deberían ser mínimas en estos apartados. Lo que no veo tan interesante es que se también se parezca al resto de versiones una vez en marcha. Se trata de una de las variantes más potentes del Formentor, solo tiene por encima al VZ5 de 390 CV y debería, al menos a mi entender, ofrecer un talante algo diferente, ¿no?
Asientos, volante, pedales, instrumentación, decoración… todo es exactamente igual entre el VZ de 245 CV y el VZ de 310 CV, y sí, es lógico y entendible, pero no me acaba de gustar que solo haya diferencias en la forma en la que empuja el motor. Al salir del garaje, en pleno centro de Madrid, tenía la sensación de estar conduciendo la versión de 245 CV, todo me hacía pensar que me habían dado la unidad que tuvimos en el Battle SUV, hasta que me tocó ser la víctima de la típica “pirula”. En ese momento le di un pisotón al pedal del acelerador y… ¡madre, lo que corre esto! No, no me habían dejado el VZ de 245 CV, aquí había motor para dar y tomar, y vaya que si lo había. Me atrevo a decir, que lo mejor del coche, sin lugar a dudas, es el conjunto motor-cambio. No pude evitar poner el modo CUPRA y buscar hueco para volver a pisar a fondo, pero… ¿qué es eso que suena? Me quedé alucinando, ¿de verdad este coche suena así de gordo en modo CUPRA? No, la verdad es que no. Se trata de un sonido que se emite por el altavoz que hay justo detrás de la pantalla, y únicamente por ese. En las plazas traseras, por ejemplo, apenas se escucha nada.
Dejando eso de lado, pues habrá a quien le guste, dentro apenas se escucha nada del motor o del escape y para un coche que pretende ofrecer deportividad, es un pequeño fallo. No es algo determinante, pero si le resta cierta emoción a su conducción, sobre todo cuando el conjunto motor-cambio funciona tan bien. En modo normal, tanto motor como transmisión se entienden a las mil maravillas, no hay tirones en ningún momento, siempre parece ir en la marcha más idónea para cada situación y el motor empuja desde muy poco régimen, que es el mejor para conducir en el día a día. Curiosamente, también cuenta con un modo off road, el cual, no usé nunca porque el Formentor no me parece un coche para ir circulando por caminos de tierra.
Una vez más, estamos ante un coche que no es un deportivo, aunque es muy veloz
La sensación de familiaridad fue una constante durante la semana que pude tener el coche, sin importar el recorrido o el uso que le diera al coche. Sí, es un coche agradable de conducir, con un tacto general bastante bueno incluso cuando la carretera está muy rota, pero solo encontraba diferencias cuando pedía potencia. El motor es omnipresente, cualquier movimiento con el pedal del acelerador se dejaba notar, pero sin brusquedades, de forma suave, aunque contundente. Debo reconocer que me ha gustado mucho ese apartado del coche, era un gustazo ir a por el niño al colegio, pero había algo que no terminaba de cuadrar. Había una falta de conexión con las reacciones del coche y tenía la impresión de que algo no funcionaba como debería.
El Formentor es un gran coche, pero no es todo lo deportivo que aparenta, es más cercano al concepto Gran Turismo
El día de la sesión de fotos aproveché para comentarlo, siempre puede ser una sensación mía, quizá los demás lo vean de otro modo.
– Javi: Hay algo en este coche que no me cuadra, es muy rápido, el motor y el cambio funcionan muy bien, pero no tengo la misma sensación de control y confianza cuando lo necesito.
– Miguel: El Formentor de 245 CV tampoco ofrecía unas sensaciones muy deportivas cuando ibas rápido, quizá sea el propio talante del coche.
De camino a la zona que habíamos elegido para las fotos, Miguel, que se puso al volante, no parecía tener la misma sensación que yo. Estaba de acuerdo conmigo en que lo mejor, al menos lo que pudo comprobar hasta ese momento –ciudad y autopista–, era lo mejor del coche y que, tal como había dicho, la sensación de Familiaridad, incluso en la forma de entregar la potencia del motor, era constante. Básicamente, el Formentor de 245 CV y este de 310 CV son el mismo coche, pero con distinta configuración, tanto a nivel de motor como de chasis, así que todo esto, como se ha dicho antes, es normal. Pero me llamaba la atención que no notara esa falta de confianza que si sentía yo.
Ya en la zona, fuera del coche, Miguel hizo su personal análisis de lo que había podido sentir hasta el momento y su opinión era clara: es como el Formentor de 245 CV; no parece un deportivo como promete su diseño.
– Miguel: Corre una barbaridad, me gusta el tacto de los pedales y los asientos, pero la sensación es igual que cuando conduje el de 245 CV, no acaba de ser un deportivo, es más un coche rápido, un GT. Sí me gusta más la estética, porque esos escapes le quedan genial.
– Javi: Sí, corre que se las pela, tiene todos los caballos que promete y, además, la caja de cambios se entiende muy bien con el motor, me gusta mucho. Pero, repito, hay algo que no acaba de convencerme y no logró dar con ello.
Así dejamos las cosas mientras nos dedicamos a sacar las fotos y algunos vídeos para Instagram, aprovechando que también vino Pablo, el director. Pero cuando todo acabó fuimos a por Pablo y se lo comentamos y no tardó en decir que le pasaba lo mismo que al Formentor de 245 CV, que tenía las suspensiones blandas y con mucho recorrido. El caso es que mientras Pablo y Miguel charlaban, me di cuent de una cosa: ¿qué neumáticos son esos? Unos NaKag Winter Activa SV-55 en medidas 245/40 R19 98V. Unos neumáticos de invierno que, según he podido leer, están diseñados para SUV y 4×4. En ese momento me saltó la “chispa”.
– Javi: Gente, ¿habéis visto los neumáticos? Son de invierno… ¿no serán ellos los culpables de esa falta de confianza? ¿Qué gomas llevaba el de 245 CV?
– Miguel: ¿No eran Michelín? Me suena que eran Michelín –nota: no eran Michelín, eran unos Bridgestone Potenza–
– Javi: No lo recuerdo, pero estoy seguro de que tiene que ver con las ruedas.
– Pablo: Yo conozco esta marca y no son malos, no son los mejores del mercado, pero por lo cuestan… aunque no dudo ni por un momento, que unos neumáticos de invierno no agarran como unos buenos “all season” o unos de verano.
A vueltas con los neumáticos
Dejamos pasar el tema y nos centramos en lo que teníamos entre manos, las fotos y el volver a casa, porque estábamos a poco más de una hora y todavía nos quedaba tajo por delante. Sin embargo, el tema de los neumáticos no se fue nunca, siempre estuvo ahí, presente. Y Miguel no tardó en venir a comentar algo al respecto, pues tras varias pasadas, alguna de ellas bastante fuerte, empezó a sentir justo lo mismo que yo, algo de falta de confianza. Ese mismo día, estuvimos haciendo la sesión de fotos a otro coche cuya prueba ya publicaremos más adelante, y probamos en un tramo. No era, ni de lejos, coches similares –el otro era más pequeño y tenía, justo, la mitad de potencia–, pero cualquier excusa para conducir y comparar coches se aprovecha. Y curiosamente, en una misma curva, con el Formentor había que frenar, pero con el otro se podía pasar “a fuego”. Ahí, de nuevo, volvimos al tema de las ruedas.
– Miguel: Pues mira tú, vas a tener razón, son las ruedas fijo.
– Pablo: Yo sigo pensando que las suspensiones tienen gran parte de la culpa, tengo las mismas sensaciones que con el Formentor del Battle SUV.
– Javi: ¿Por qué monta unas ruedas de invierno? Que sean para SUV, bueno, vale, ¿pero de invierno?
– M: Hombre, si quieres te digo lo bien que te lo pasas en algunas zonas en estas fechas con ruedas de verano…
Al final, ya de vuelta a casa, la cosa se quedó básicamente como estaba. El coche es muy rápido, con un motor que, repito una vez más, me gustó mucho y la gestión del cambio encajaba perfectamente tanto con el motor como con el talante del coche. Los consumos no son malos para lo que corre, con cifras que en condiciones normales rondan los 9 o 9,5 litros –la marca homologa un litro menos, así que me parece buena cifra– y resulta un coche muy agradable de usar en todo momento. No se tiene un deportivo ni siquiera en modo CUPRA, pero creo que esta ocasión, las cosas habrían sido diferentes con otra monta de neumáticos.
Los neumáticos de invierno penalizan el comportamiento y las sensaciones a los mandos
51.550 euros y lo tienes en la puerta de casa
El CUPRA Formentor VZ –esas letras hacen referencia a “veloz”– es un coche exclusivo, no es una versión que todo el mundo tenga en mente. Nuestro lector es de esas personas que se lo pueden permitir y además, siente predilección por los motores potentes. El precio de partida, siempre según web oficial, es de 51.550 euros. Eso sin contar con la pintura mate que lleva unidad probada, que tiene un precio de 2.312 euros.
¿Le recomendamos desde aquí este coche a nuestro lector? Pues veamos. Si lo que busca es un coche de estética molona, que se vea deportivo y desprenda un aura especial, al tiempo que dispone de motor para cualquier cosa y algo de margen para divertirse en carretera, entonces, no hay duda, adelante. Si está buscando un coche “para conducir”, ya no lo tengo tan claro. Es rápido, divertido hasta cierto punto, pero no es tan deportivo como aparenta y no se puede ir tan rápido como permite el conjunto motor –cambio.
Datos técnicos
FICHA TÉCNICA | CUPRA Formentor | |
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MODELO | VZ 2.0 TSI 228 kW | |
MOTOR | Delantero transversal. Cuatro cilindros, 1.984 centímetros cúbicos, turbo. Gasolina. | |
RENDIMIENTO | Potencia máxima | 228 kW (310 CV) entre 5.500 y 6.500 rpm |
Par máximo | 400 Nm entre 2.000 y 5.400 rpm | |
TRANSMISIÓN | Tracción a las cuatro ruedas. Cambio automático con doble embrague y siete relaciones. | |
SUSPENSIÓN | Delantera | McPherson con muelle helicoidal. |
Trasera | Paralelogramo deformable con muelle helicoidal | |
DIMENSIONES Y PESOS | Largo por ancho por alto (mm) | 4.450 x 1.839 x 1.511 |
Batalla | 2.679 | |
Peso declarado | 1.644 kg | |
Neumáticos | 245/45 R19 |
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DATOS PRESTACIONALES | Aceleración de 0 a 100 km/h | 4,9 segundos |
Velocidad punta | 250 km/h | |
Relación peso potencia | 5,30 kg / CV | |
CONSUMOS | Consumo medio homologado (WLTP) | 8,5 litros |
Consumo medio durante la prueba | 9,5 litros | |
PRECIO UNIDAD PROBADA | 51.550 euros |
Javi Martín
Si me preguntas de donde viene mi afición por el motor, no sabría responder. Siempre ha estado ahí, aunque soy el único de la familia al que le gusta este mundillo. Mi padre trabajó como delineante en una empresa metalúrgica con mucha producción de piezas de automóviles, pero nunca hubo una pasión como la que puedo tener yo. También he escrito un libro para la editorial Larousse sobre la historia del SEAT 600 titulado "El 600. Un sueño sobre cuatro ruedas".COMENTARIOS