En el mundo de los karts de competición, el sueño de todos los pilotos es estrenar un KZ (os dejo la página de uno de ellos por si hay algún caprichoso en la sala), un kart de 125 centímetros cúbicos y 2 tiempos que, en su versión refrigerada por agua, entrega alrededor de 45 CV. Esto, para el peso del pequeño kart que rondará con piloto los 200 kg, es una máquina de tragar curvas y rectas al ritmo de que sus 6 marchas secuenciales vayan alcanzando las 17.000 revoluciones por minuto. Pero esto se hace poco comparándolo con el kart más rápido del mundo.
Los compañeros de OVERDRIVE han tenido la oportunidad de probar un Superkart, una máquina con 100 CV y 145 kg capaz de sonrojar en circuito a la mayoría de coches con una potencia de 690 CV por cada 1.000 kg. Los datos y las estadísticas están muy bien, pero tomemos como referencia que este Superkart tiene mejores cifras que un GT3 actual. El GT3 solamente tiene una cosa que el Superkart no, bueno, al menos una que me preocuparía si llego a tener la oportunidad de conducir uno: cinturón de seguridad.
El aparato está hecho por y para correr, el ruido es infernal, las vibraciones van más allá del límite de lo coherente y hay que llevar una espaldera si no quieres acabar lesionado. Los apéndices aerodinámicos respecto a la imagen mental que tenemos de un kart hace que parezcan de broma, pero no, son completamente funcionales y necesarios. Estos vehículos se retiraron por seguridad en 2016, al fin y al cabo llevas los pies por delante del eje delantero, sin cinturón, sin ningún tipo de ayuda, y alcanza 168 km/h al final de la recta de este circuito.
Las sensaciones deben ser apabullantes, y por si alguno se ha quedado con ganas de más, os dejo una carrera completa en el interior de uno de ellos.
Francisco Javier Rodriguez
En la época en la que pasaba el día dibujando coches, alguien me preguntó: ¿pero a ti te gusta más la mecánica o la carrocería de los coches? Esa misma semana leí el Manual del Automóvil de Arias Paz. Tenía 14 años, esa simple pregunta es la razón por la que estoy aquí, desde entonces no he parado de aprender sobre lo que se convirtió en mi pasión.COMENTARIOS