Ya lo hemos visto en varias ocasiones, pero todavía sigue siendo una afirmación poco coherente con lo que ocurre en el mercado actual: los SUV podrían estar al borde de la extinción. Son varias marcas desde las que se ha afirmado esto, como Nissan, que a pesar de ello mantiene una gama que se sustenta, básicamente, por SUV. Desde Polestar, por ejemplo, declararon que no querían ser una marca que solo ofreciera SUV, mientras que Volvo, por su parte, lo apuesta todo a ese tipo de coches.
Desde Citroën, otra marca que también lo apuesta todo, o casi, por los SUV, con una gama un tanto particular donde la combinación entre SUV y turismo convencional es la nota dominante, también han declarado en alguna ocasión que los todocamino están abocados a desaparecer. Y el argumento que esgrimen para ello son los coches eléctricos. Fue el mismo CEO de Citroën, Vincent Cobée, quien afirmó que los SUV no tienen futuro en una entrevista para la revista británica AutoExpress, y ahora, para la revista Autocar, vuelve con la misma idea.
Es más, las palabras exactas del jefe de la firma francesa han sido: “Cualquier cosa que sea alta o cuadrado, probablemente no se considere por razones de eficiencia aerodinámica. La transición a los vehículos eléctricos aumentará enormemente la importancia de la aerodinámica”. Además, a esto lo denominó como “mundo post-SUV”.
Son declaraciones que no cuadran con lo que ocurre actualmente en el mercado, con los SUV dominando las ventas y con los usuarios obsesionados con estos coches. El mejor ejemplo lo ofrecen las marcas que, tradicionalmente, han ofrecido únicamente modelos deportivos, como Lamborghini. Ferrari o Porsche, cuyas ventas están domindas, con mano de hierro, por este tipo de automóviles. ¿Se atreverán las marcas a darles la jubilación, o trabajarán para que sea aerodinámicamente eficientes? Además, la electrificación, al menos ahora, ha encontrado en el SUV un gran aliado por su tamaño, que permite incorporar baterías más grandes y además, también permite popularizar la tecnología de forma más sencilla, al contar con mayor acogida en el mercado.
Cobée ofrece motivos para creer en el adiós a los SUV: “Para ser honestos, ya sea aerodinámico o no su automóvil, en el mundo de motores de combustión actual, simplemente aumente el tanque de combustible y siempre que su poder adquisitivo ignore el precio de la gasolina, ¿por qué molestarse? En el mundo completamente eléctrico pierdes autonomía debido a la aerodinámica y, por tanto, el vínculo es mucho más fuerte. Por eso, cualquier cosa que sea alta o cuadrada tendrá una penalización inmediata en su autonomía”. También comentó algo sobre impuestos a los vehículos más grandes y pesados, una posibilidad que se ha ido barajando en diferentes gobiernos desde hace tiempo: “Estoy bastante convencido de que habrá algún tipo de regulación, directiva o incentivo [recorte] en el peso y el tamaño de las baterías”, dijo. “Ahora, en Francia, si compra un automóvil eléctrico y pesa más de 2,4 toneladas, no es elegible para los incentivos”, explicó, sugiriendo que eventualmente este límite podría caer a 1,8 toneladas. “Entonces, si comienza a hablar de menos de dos toneladas y menos de 60 kWh o 70 kWh, los SUV sufrirán enormemente”.
Actualmente, con el precio de los combustibles y las dificultades que se ponen a los vehículos más contaminantes, los SUV siguen a la cabeza de las ventas y no los fabricantes siguen con el desarrollo de nuevos modelos. La eficiencia de los mismos, aunque los máximos detractores se empeñen en lo contrario, es lo suficientemente buena como para obviar el tamaño y el peso del coche y eso se puede trasladar a los coches eléctricos. No obstante, el peso es un factor tan importante como la aerodinámica, aunque por sí solo no hace mucho a no ser que se hable de cifras elevadas. Así lo aclara el mismo Cobée durante la entrevista con Autocar. “Si reduzco el peso en 50 kg, el impacto es casi nulo. Pero si mejoro la aerodinámica o la eficiencia del tren motriz, el impacto en el rango es muy, muy rápido”, dijo. “Entonces tienen un impacto o nivel de impacto mucho mayor que el peso”.
Por otro lado, Vincent Cobée no niega que el peso sea importante, pero el problema está en el coste de lograr que sea reducido. Hoy se emplea aluminio en lugar de acero, pero eso aumenta el coste y no es compatible con coches eléctricos de precios accesibles, así que habrá que reducir el peso mediante el diseño del coche, lo que deja a los SUV, por tamaño, fuera de la ecuación.
Javi Martín
Si me preguntas de donde viene mi afición por el motor, no sabría responder. Siempre ha estado ahí, aunque soy el único de la familia al que le gusta este mundillo. Mi padre trabajó como delineante en una empresa metalúrgica con mucha producción de piezas de automóviles, pero nunca hubo una pasión como la que puedo tener yo. También he escrito un libro para la editorial Larousse sobre la historia del SEAT 600 titulado "El 600. Un sueño sobre cuatro ruedas".COMENTARIOS