La aerodinámica no es un apartado nuevo en el automóvil, llevamos años hablando de este tipo de mecánica de fluidos, sobre su influencia en los diferentes automóviles, sobre lo importante que resulta en competición y ahora, con los coches eléctricos, sobre sus efectos en la autonomía y en los consumos, dos detalles que se han vuelto especialmente importantes para lograr amplios rangos de uso. Sin embargo, aunque llevamos décadas (se lleva empleando en competición desde los años 60 (en Fórmula 1, pero los estudios sobre la mecánica de fluidos en vehículos terrestres son más antiguos), todavía seguimos algunos errores, sobre todo en cuanto a diferenciación de elementos.
Hay dos elementos en concreto que siempre se han confundido, o mejor dicho, los hemos denominado mal: el alerón y el spoiler. Es muy común ver en Internet como se considera lo mismo un alerón que un spoiler, de hecho, se suele decir que spoiler es la palabra que se emplea para denominar un alerón en inglés, pero en realidad, se emplea wing, es decir, ala. Y tiene toda su lógica; nosotros lo denominamos alerón, una palabra que deriva de ala y además, también hay que tener en cuenta que un alerón es, en el fondo, como un ala de un avión, pero más pequeño y puesto del revés.
Alerón y spoiler son dos elementos aerodinámicos de un automóvil, que se pueden emplear en solitario o en combinación, pero nunca son lo mismo, ni siquiera tienen la misma función. Un alerón está destinado, casi exclusivamente, a aumentar la carga aerodinámica, es decir, a aprovechar el flujo de aire para provocar que el vehículo sea presionado contra el suelo. Sin embargo, un spoiler no tiene esa función. La palabra spoiler deriva de spoil, que en inglés significa “romper” o “arruinar”, y tiene una función muy sencilla: interrumpir el flujo de aire, es decir, romper o arruinar el flujo de aire que recorre la carrocería, para lograr objetivos aerodinámicos específicos (reducir la resistencia, mejorar la eficiencia de un alerón, evitar turbulencias… ). Se usa para definir cuando alguien arruina la historia de una película o de un libro: “ha hecho un spoiler”, ¿por qué no tiene el mismo significado en el mundo del automóvil?
Este último caso tiene un ejemplo muy bueno en el Audi TT. La primera generación del Tourist Trophy de Audi, la conocida por el código “8N”, se lanzó al mercado sin ningún tipo de alerón o spoiler en su parte trasera. Tras algunos problemas de los usuarios con su puesta a punto, que hacía que la zaga fuera muy viva, la firma de los aros decidió tomar medidas en el asunto y cambió la puesta a punto de la suspensión trasera y además, instaló un spoiler (que no alerón), para romper el flujo de aire que había sobre su redondeada carrocería. Por eso, es muy común que un automóvil tenga un spoiler en el frontal, ya que a veces interesa romper el flujo de aire en esa zona o redirigirlo hacia otros lugares (en aerodinámica, todo lo que ocurre delante, influye detrás).
Por tanto, un spoiler no es un alerón, ni en inglés, son elementos totalmente diferentes con funciones distintas. Pueden ser complementarios o pueden trabajar en solitario, como ya se ha comentado, pero no son el mismo elemento. Una de las mayores diferencias, además de su forma, es un área de efecto. El spoiler solo influye al flujo de aire cerca de la superficie del coche, mientras que el alerón lo hace más lejos de la carrocería. Generan muy poca carga aerodinámica, pero ayudan mucho a mejorar la estabilidad. Los famosos “alerones tipo lip” en realidad son spoilers cuya función consiste en permitir que el aire se separe limpiamente de la carrocería, evitando que se adhiera a ella y generar resistencia al avance (el aire se comporta como un fluido y tiende a pegar a las superficies).
Otra cosa que debemos tener muy claro, es que un alerón y un spoiler son elementos cuidadosamente estudiados en el túnel de viento e instalados en los coches con motivos muy concretos. Comprar un alerón en una tienda y ponérselo al coche, al igual que poner los spoiler de goma que se pueden comprar en aplicaciones como AliExpress, no ofrece mejoras aerodinámicas. Sí, queda bien y hace que el coche parezca más racing, pero seguramente, también afectará a los consumos, generalmente para mal. Si estás pensando en comprar un alerón o un spoiler para tu coche, es mejor que te gastes el dinero en algo de calidad, porque un alerón o un spoiler mal diseñado, podría afectar negativamente también a la estabilidad del coche.
Javi Martín
Si me preguntas de donde viene mi afición por el motor, no sabría responder. Siempre ha estado ahí, aunque soy el único de la familia al que le gusta este mundillo. Mi padre trabajó como delineante en una empresa metalúrgica con mucha producción de piezas de automóviles, pero nunca hubo una pasión como la que puedo tener yo. También he escrito un libro para la editorial Larousse sobre la historia del SEAT 600 titulado "El 600. Un sueño sobre cuatro ruedas".COMENTARIOS