Llevamos desde 2018 con los mismos Presupuestos Generales del Estado, los presentados por el anterior ministro de Economía, Cristóbal Montoro. Desde ese año sobrevuela sobre los diésel el aumento del impuesto especial de hidrocarburos, actualmente casi 10 céntimos por litro por debajo de la gasolina.
No pudo ser en 2019 ni en 2020 por falta de apoyo parlamentario, y está por ver si pasará en 2021. En el caso de que el Congreso de los Diputados dé el plácet a las cuentas del PSOE y Unidas Podemos, a partir del año que viene se reducirá la diferencia impositiva entre gasóleo de automoción -ni profesional ni agrícola- en 3,8 céntimos por litro. Ya se avisó tiempo atrás que la subida sería progresiva, y así es.
El “impuesto al diésel” es, en realidad, reducir la bonificación de este combustible, por lo que seguirá siendo más barato echar los mismos litros de gasóleo que de gasolina aunque su precio base sea exactamente el mismo. Análogamente, los que usan gasolina seguirán repostando más impuesto a las arcas públicas, por depósito llenado y por kilómetro recorrido.
Según las cuentas del Gobierno de España, el impacto del “impuesto al diésel” implicará 3,45 euros cada mes para el consumidor medio, ya que por cada litro pasará a abonar a Hacienda 34,5 céntimos en vez de 30,7 céntimos. La gasolina mantiene los 40,07 céntimos por litro, y no han tocado ni GNC ni GLP.
El ejecutivo socialista le ha dado al botón de “Reintentar” otra vez para lograr sus propios presupuestos
La justificación del actual ejecutivo de izquierda es “seguir las recomendaciones de la UE y la OCDE en materia de fiscalidad ambiental”, el mismo argumento que se puso en la mesa en su día en 2018, antes de la moción de censura al ejecutivo de Mariano Rajoy (PP), para corregir esta anomalía impositiva que viene de largo. Desde la moción de censura, ganada por el PSOE, España ha acumulado gobiernos de izquierdas sin mayorías estables.
El impacto en la recaudación esperado es de 500 millones de euros, desglosados en 450 millones de euros en 2021 y otros 50 millones de euros en 2022. Casi la misma cantidad que se va a meter en becas para estudiar, 514 millones de euros adicionales (2.090 millones en total).
Por otro lado, también han sido afectados los seguros. El impuesto sobre la prima pasaría del 6 % actual al 8 %, por lo que notaríamos un incremento en la renovación de la póliza el año que viene. De aquí se van a sacar otros 507 millones de euros, pero hablando de seguros en general, no solo de automoción.
¿La justificación? Alguien se ha dado cuenta de que España no tocaba ese impuesto desde 1998, y que en nuestro país ese impuesto a la prima es muy bajo si se compara con el 19 % de Alemania, el 9 a 33 % de Francia, o el 12 a 21,25 % de Italia. Puede amortiguarse dicha subida cambiando a un seguro con mejor calidad/precio para mantener las coberturas actuales.
Se han quedado fuera de la mesa, de momento, otros impuestos que figuraban en el ideario de los partidos políticos promotores, como el impuesto de matriculación que tenga en cuenta más cosas que el CO2 (gracias al ciclo WLTP, esta recaudación subirá automáticamente), el IVA se mantiene al 21 %, etc. Estas cuentas son objeto de posibles modificaciones durante su tramitación, o que por tercera vez consecutiva no sean aprobadas.
De todas formas, las cuentas presentadas hoy mismo tienen un problema de base, y es que las previsiones macroeconómicas que se barajan ya no son representativas de la economía ahora mismo, debido a la pandemia de coronavirus, aunque puede que sean más representativas que las cuentas que sacaron adelante los PGE de 2018, que tan lejano se ve ahora.
Javier Costas
Me gustan los coches desde que tengo uso de razón (o antes). Tras haber conducido más de 400 coches aquí sigo, divulgando y aprendiendo a partes iguales sobre las cuatro ruedas. Vosotros habéis hecho que se convierta en mi pasión.COMENTARIOS