Ex CEO de AMG Norteamérica vende su inédito Mercedes AMG “Blueberry” 1984

Ex CEO de AMG Norteamérica vende su inédito Mercedes AMG “Blueberry” 1984

Este coche representa el nacimiento de la expansión de la empresa alemana en Estados Unidos


Tiempo de lectura: 8 min.

La apariencia de este Mercedes-Benz casi que encandila al propio peso de su historia. En otras palabras, resulta tan tentador detenernos en sus especificaciones técnicas que, de limitarnos a ellas, cometeríamos la grave imprudencia de no darle el espacio que se merece a su pasado. Este inédito Mercedes AMG “Blueberry” 1984 es la representación de los orígenes de la división de alto rendimiento alemana en Norteamérica.

Un coche que merece ser contado en partes. Pienso en tres: los días y el contexto de su creación, los detalles técnicos aplicados durante su puesta a punto en secreto y su viaje a toda marcha hacia el presente, incluyendo su estado actual y su venta mediante subasta a cargo de la casa RM Sotheby’s. No esperen un orden de los hechos acartonado, porque esta es una historia a la que no le cabe la narrativa estrictamente cronológica.

Todo parte del siguiente título: el ex CEO de AMG Norteamérica vende su Mercedes-Benz 500 SEL 5.0 AMG “Blueberry”. Decir “ex CEO” puede que suene a menos, pues no es cualquier ex ejecutivo. Se trata del ex presidente y fundador de la división. Nos situamos en un punto de auge del tuning, cuando AMG aún no pertenecía al fabricante de la estrella. Poder de fuego y apariencias alteradas, vaya combo para triunfar en un mercado que se rige por tales esencias. Esto es lo que los Estados Unidos de los ochenta pedía. AMG debía exportarse. Hans Werner Aufrecht, entonces director de AMG, actuó en consecuencia.

Mercedes Benz 500 SEL 5 0 AMG Blueberry (4)

De Affalterbach a Westmont, de Westmont a Affalterbach

Richard Buxbaum fue el elegido. El sujeto detrás de Classic Motors, casa especializada en el tuning con sede en Westmont, Illinois, fue el enlace indicado. Sus productos, americanos pero experimentados en las especificaciones alemanas, se transformaron en la sucursal de la firma. Nacía AMG North America, nacía un sólido vínculo comercial, pero lo que más importa en esta historia es que nacía una amistad sin la cual no hubiese habido “Blueberry”. De Affalterbach a Westmont…

Y de Westmont a Affalterbach. Año 1984. Una selección de unidades Mercedes-Benz de reventa fue comprada por Buxbaum a AMG para vender a los clientes americanos sin antes modificar los coches en Westmont para que recibieran las características del mercado nacional. A Buxbaum le hacía falta un modelo en particular: un Mercedes 500 SEL –los de batalla larga– con un acabado exterior fuera de lo ordinario, si es que la palabra cabe para este tipo de sedanes de lujo. Un 500 SEL que pasaba por Affalterbach era lujo Clase S y alto rendimiento, un coche bien de época, con un prestigio que hoy perdura y destaca cuando alguno se anuncia a subasta.

A mediados de aquel año, Aufrecht consiguió uno y lo incluyó en un lote de candidatos para viajar a Westmont. Su socio norteamericano lo compró y esperó por su exportación a Estados Unidos, pero el alemán tenía otros planes. No se limitó a buscar ese 500 SEL de pintura peculiar. Durante los siguientes seis meses, por orden de su director, AMG se dedicó a una preparación integral y especial.

Mercedes Benz 500 SEL 5 0 AMG Blueberry (3)

Un falso Hallazgo de Granero

Podría decirse que este Mercedes AMG “Blueberry” 1984 es una especie de Hallazgo de Granero, con una nota al pie que aclararía lo siguiente: siempre se supo donde estaba guardado, sólo era cuestión de ir a recuperarlo. “Ven a buscarla. Eres el único que la devolverá al estado que se merece”. Según RM Sotheby’s, esas fueron las palabras del propietario que tuvo el coche durante 30 años.

Este propietario era un especialista en Mercedes-Benz que había conocido al “Blueberry” mientras trabajaba manteniendo los coches privados de quien se lo había comprado antes a la familia Buxbaum y quien, luego de usarlo durante cinco años, devolvió el Mercedes a Westmont a cambio de un SEL de seis litros. Como verán, todos quisieron probar un poco del “Blueberry” y lo hicieron.

Entre 1992 y 2023, el Mercedes AMG 500 SEL le perteneció a dicho especialista, pero el uso se limitó a la primera mitad. Durante los últimos 15 años de su posesión, el sedán estuvo resguardado en un granero. La añoranza fue para Buxbaum motor suficiente para recuperarlo. En octubre del 2022 recibió el llamado del especialista: “Ven a buscarla…”.

Reencuentro y restauración hacia el estado actual

Cuando Buxbaum recuperó la berlina, ésta mantenía un estado original asombroso. Incluso conservaba la doble y fina franja blanca que en 1985 le había encargado a un afamado pintor especializado en la materia con sede en Chicago. El proceso de puesta a punto partió de conservar y restaurar todas las piezas, y el reemplazo de los componentes originales debía ser una excepción a la cual acudir cuando fuese inevitable.

Precisamente en Chicago se llevó a cabo la restauración mecánica, mientras que en North Chicago y en Mount Dora, Florida, se trabajó en la apariencia. Respecto de esto último, la identitaria capa de pintura “Lapis Blue Metallic” debió ser intervenida. De las mencionadas franjas hacia abajo fue donde la pintura más se había perdido. Fue allí donde el vehículo necesitó un repintado integral, mientras que la parte superior, que estaba en mejores condiciones y conservaba mejor la capa original, demandó menos trabajo.

El chasis, los componentes del tren de rodaje y del motor como el tren de válvulas, incluyendo los árboles de levas, no habían cedido al paso del tiempo y no requirieron la reconstrucción a la que sí se sometieron el sistema de combustible, de refrigeración y de frenos, que demandaron componentes nuevos. Puertas adentro, uno de los tratados más notables estuvo en las molduras de madera de zebrano, cuyas capas se habían perdido. Buxbaum encargó este trabajo a su empresa de restauración de muebles bajo la siguiente orden: recuperar el acabado de las especificaciones originales que AMG, bajo la supervisión e indicaciones de Aufrecht, había llevado a cabo en 1984.

Mercedes Benz 500 SEL 5 0 AMG Blueberry motor

Mercedes AMG “Blueberry” 1984: Un desarrollo en secreto

Decía, Buxbaum había comprado el 500 SEL para el mercado americano, pero Aufrecht tenía otro planes. El “Blueberry” terminó siendo un regalo del alemán para su socio y amigo. Fue, de hecho, el único regalo en toda la relación entre ambos, lo que da cuenta de lo especial que fue y de la carga simbólica que vive hoy en el coche. El norteamericano jamás estuvo al tanto de lo que se estaba haciendo en Affalterbach hasta que, desde las oficinas de Aufrecht, salió un fax a a AMG North America en enero del ’85.

Ni siquiera estuvo al tanto cuando la familia Buxbaum viajó a la casa matriz en diciembre del ’84. Las modificaciones del coche, en ese momento, no habían concluido, de manera que debió permanecer a escondidas de la visita. Quien se convierta en el nuevo dueño, además del Mercedes recibirá copias de fotografías de ese encuentro, según detalla RM Sotheby’s. En cuanto a los cambios, radicaron en los aplicados exteriores, el acabado interior, la suspensión y la mecánica.

El terciopelo de serie se reemplazó por un tapizado de cuero Gris Orión, que revistió a las puertas y a los asientos AMG. Éstos sustituyeron a los asientos Clase S originales. Las molduras de zebrano también adoptaron un gris y se laquearon para adquirir brillo y textura. A la carrocería de serie, AMG agregó molduras cromadas, faldones y alerones. Todo a tono con ese “Lapis Blue Metallic” pleno de Aufrecht. El V8 5.0 no iba a quedarse tal cual había llegado y obtuvo un sistema de escape deportivo con colectores hechos a mano y un silenciador AMG cromado de doble salida. La tracción recibió un diferencial autoblocante AMG, que además instaló una suspensión deportiva con amortiguadores Bilstein.

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Primera puesta en venta pública

En abril de 1985, el Mercedes-Benz 500 SEL 5.0 AMG “Blueberry” ya estaba matriculado en Illinois. Según la casa de subastas, las modificaciones indicadas en la factura no eran del todo precisas, lo que se atribuye a un intento de evasión de aranceles al momento de pasar por la aduana. Durante un año y tres meses, el “Blueberry” estuvo bajo la posesión de Buxbaum, que compartió felicidad con familia y compañía.

Durante esos 15 meses, los 24.600 kilómetros acumulados se debieron al uso como coche personal del fundador de AMG North America, que solía aparcarlo en las instalaciones, pero también al manejo que le dieron sus empleados en las autopistas locales, al uso como medio de transporte escolar para sus hijos y como taxi para clientes de la empresa que llegaban de afuera.

La subasta por RM Sotheby’s era inminente. El coche se ha trasferido hasta regresar a su dueño legítimo, pero aquellas fueron ventas entre vínculos privados. Con un estimado de entre 150.000 y 200.000 dólares, el inédito Mercedes AMG “Blueberry” 1984 estaba por ser vendido por primera vez de forma pública al momento de estas líneas. Me pregunto si, tarde o temprano, la nostalgia de la familia Buxbaum hará que intente recuperarlo una vez más.

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Mauro Blanco

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