Los coches eléctricos traen muchos cambios al sector del automóvil, no solo por su ausencia de ruido o por la necesidad de recargar durante más tiempo del que estamos acostumbrados, sino por otras cuestiones más técnicas y que para la mayoría de los usuarios pasa un poco inadvertido: la ausencia de caja de cambios. Los coches eléctricos no tienen marchas, sus motores no las necesitan.

Sin embargo, aunque simplifica el desarrollo de un vehículo y ofrece una gran comodidad al conducir, supone algunas desventajas. Los coches eléctricos tiene un solo desarrollo, que debe dar buen resultado a baja velocidad y a elevada velocidad, esto es, tiene que ofrecer una aceleración decente y una velocidad máxima igual de decente, necesitan alcanzar un compromiso entre estas dos acciones. Eso afecta, sobre todo, a su velocidad punta, pues los fabricantes están apostando principalmente por la aceleración, haciendo que coches con más de 400 CV, por ejemplo, no superen los 250 km/h.

Es cierto que a alta velocidad, un motor eléctrico es menos eficiente y agota la batería de forma bastante rápida, pero un motor de combustión interna hace exactamente lo mismo, así que no debería ser nada raro. De todas formas, hay coches eléctricos con marchas, como el primer Telsa Roadster, que tenía dos relaciones (hasta 2008) o bien, el más moderno Porsche Taycan (el Audi e-tron GT también lleva dos relaciones al compartir muchas cosas con el Taycan), que también tiene dos relaciones. Una de las marchas es para baja velocidad y la otra, para alta, logrando un mejor compromiso y mejores prestaciones.

Y no serán los únicos, porque Polestar está desarrollando un nuevo motor eléctrico que también contará con una caja de cambios de dos relaciones. Además, será un motor eléctrico muy potente, con nada menos que 475 kW (646 CV). A día de hoy tiene como nombre interno “P10” y en teoría, se empleará en los modelos de mayores prestaciones y talante más deportivo. Se está desarrollando en Suecia y entre sus particularidades, destaca que formará una única unidad con la transmisión.

Este desarrollo es específico de Polestar y no se compartirá con el resto de marcas del Grupo Geely, es decir, no lo usarán ni Volvo ni Lotus, ni tampoco la propia Geely. Es un dato curioso, porque Volvo y Lotus están aumentando su presencia en el mercado de los coches eléctricos y Lotus, con su conocido talante deportivo y a veces radical, haría buen uso de ese motor.

Los rumores apuntan al Polestar 5 como modelo encargado de estrenar este motor con cambio de dos relaciones, un coche con carrocería tipo sedán que llegaría para ponerle las cosas difíciles a los mencionados e-tron GY y Taycan, así como al Tesla Model S. Se espera que llegue en 2024 con el sistema eléctrico de 800 voltios que están desarrollando Volvo, Polestar y Lotus conjuntamente, siendo el primer modelo en usarla.