Siguiendo la tendencia actual en el mundo del motor, Opel ha decidido apostarlo todo al eléctrico. O al menos, ésa es la posición oficial de la marca en estos momentos. Su CEO, Florian Huettl, cree que hay un hueco en la gama, por debajo del Corsa, para lanzar un eléctrico con un precio de partida de 25.000 euros (en la actualidad, en Alemania está disponible el Rocks Electric, un derivado del Citroën Ami, pero es un cuadriciclo ligero). Los precios del actual Corsa Electric en nuestro mercado parten de casi 31.000 euros.
Dentro de Stellantis, grupo en el que se engloban Opel y Vauxhall, ya se han presentado variantes eléctricas de sus modelos más populares, los Citroën C3 y FIAT Grande Panda. A diferencia del actual Corsa Electric, que está asentado sobre la plataforma eCMP de origen PSA, los recién llegados utilizan una variante simplificada denominada “Smart Car”. El Citroën ë-C3 parte por debajo de esta cifra.
En unas recientes declaraciones al periódico alemán Süddeutsche Zeitung, Huettl descartó que el futuro modelo se pueda producir en Alemania debido a los costes. Pero hay otro motivo de peso y que el CEO de Opel no menciona: en la actualidad, las fábricas alemanas del grupo, Eisenach y Rüsselsheim, producen los Grandland y los DS4/Astra respectivamente, modelos asentados sobre la plataforma EMP2 de PSA, si bien el nuevo Grandland lo hará sobre la nueva STLA Medium. Adaptar una de las fábricas a otra plataforma diferente implicaría costes adicionales que condicionarían la rentabilidad del modelo.
Fabricar el coche eléctrico barato es una carrera en la que cada vez hay más participantes
La lógica empresarial dicta que el futuro modelo de Opel/Vauxhall debería producirse en una de las fábricas dedicadas a la plataforma Smart Car, que en la actualidad son la factoría eslovaca de Trnava (donde se fabrican los ë-C3 europeos y los Frontera Electric) y la planta serbia de Kragujevac (de donde saldrán los Grande Panda). El uso de la plataforma eCMP se puede dar por descartado ya que es la base del actual Corsa Electric, y el nuevo modelo debe situarse por debajo del modelo de fabricación zaragozana.
Pero existe una tercera posibilidad: la reciente decisión por parte de FIAT de lanzar el futuro 500 ibrida, basado en el actual 500e, conlleva unos costes de ingeniería que se podrían amortizar antes si se comparten con otro modelo. La plataforma del 500e estaba destinada a ser utilizada por un derivado de producción del prototipo Centoventi, pero tras la fusión de FCA con PSA, los nuevos modelos se han basado en otras plataformas de origen francés. Asentar al nuevo Opel sobre la base del 500e rentabilizaría el proyecto… y le daría acceso a una eventual adaptación del nuevo modelo a una motorización híbrida. No sería de extrañar, por mucho que Opel lo niegue, viendo cómo otras marcas ya están dando pasos atrás en su estrategia de electrificación. De darse esta última posibilidad, el nuevo modelo pequeño de Opel se fabricaría en la planta italiana de Mirafiori.
Aún no hay nada oficial en cuanto al nombre del futuro citycar alemán, pero en el mundillo resuenan las denominaciones Adam, Karl, … y Agila. La respuesta, en 2026.
Jesus Alonso
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