Los coches eléctricos han llegado para quedarse, es algo que nadie debería poner en duda, aunque las cosas se hayan torcido un poco. Y se han torcido porque los usuarios no las tienen todas consigo, hay muchas preguntas alrededor de los coches eléctricos y para colmo, los precios tampoco acompañan. Hay fabricantes que lo apostarán todo al “coche eléctrico barato”, pero el apelativo barato no es igual para ellos para que nosotros.
De todas formas, es evidente que algo no funciona con los coches eléctricos, aunque también es posible que no sea cosa de los coches eléctricos propiamente dichos, sino de toda una suma de factores, cosas como una infraestructura que todavía es insuficiente, falta de información general que sea de fiar –hay mucha información sesgada por diferentes motivos– y un desarrollo de la tecnología que se ha llevado a cabo bajo una enorme presión. Los coches eléctricos tienen que ser el estándar de nuestras carreteras para finales de la década, pero tal y como van las cosas, ese objetivo parece una odisea.
A todo esto hay que sumarle nuevas noticias que, para colmo, empobrecen la experiencia de uso de un coche eléctrico. al parecer, Electrify America, una red de carga para vehículos eléctricos en Estados Unidos, ha tomado una decisión bastante particular: penalizará a los clientes que se queden en sus cargadores más tiempo del debido. Por un lado, es una decisión interesante, pues los cargadores tienen que estar libres para todos los usuarios y no es plan de que nadie se que de ocupando uno innecesariamente, pero la cuestión es lo que ellos consideran “más tiempo del necesario”: cargar la batería más del 85%.
Muchos cargadores rápidos pueden cargar una batería rápidamente hasta el 80%, pero completar el 20% restante suele costar casi tanto como alcanzar el 80%. Según Robert Barrosa, presidente de Electrify America, los cargadores rápidos no debería utilizarse para ese tipo de recargas y por ello, van a implementar un límite estricto de hasta el 85% en 10 de sus estaciones de carga más concurridas de California. La corriente se cortará al llegar al 85% y si los usuarios no desenchufan el vehículo después de un período de 10 minutos, se les cobrará 40 centavos adicionales por minuto como “tiempo de inactividad”.
Es decir, ya no podrás cargar tu coche eléctrico al 100% en un punto de recarga público propiedad de Electrify America, y además, tampoco te podrás ir a realizar cualquier otra cosa –como comprar– mientras el coche se carga, porque si tardas, encima tendrás que pagar una penalización.
Lo curioso es que no son los únicos, pues Tesla ya realiza esta acción en sus estaciones de supercargadores más congestionadas, aunque en este caso, los usuarios pueden anular el límite mediante la pantalla de los puntos descarga.
Mientras tanto, en Corea del Sur, el gobierno quiere prohibir los coches eléctricos completamente cargados en los aparcamientos públicos subterráneos tras un enorme incendio que ocurrió con un Mercedes EQE. Dicho incendio, ocurrido a principios de agosto, ocurrió en el garaje subterráneo de un complejo de apartamentos y afectó a un total de 880 coches y dejó 1.600 hogares sin electricidad ni agua durante una semana.
Eso puso en pie de guardia a los autoridades de Corea del Sur y además de impedir el acceso a los garajes subterráneos a todos los coches eléctricos con al menos el 90% de carga, también quieren limitar las cargas rápidas publicas a no más del 80%. Y no solo eso, también estudian imponer límites a las cargas privadas, lo que sería un serio handicap para la expansión del coche eléctrico. Básicamente, significaría que, por mucho que la marca anuncie, por ejemplo, más de 600 kilómetros de autonomía, nunca podrías disfrutar de esa autonomía porque la normativa te prohíbe hacerlo.
Como cabe esperar, los expertos en vehículos eléctricos se oponen a estas normas. Según el profesor Yoon Won-Sub, quien dirige el centro de investigación de baterías de la Universidad Sungkyunkwan Samsung SDI, no hay pruebas de que las baterías completamente cargadas supongan un mayor riesgo de incendio.
Por ahora son casos en Estados Unidos y en Corea del Sur, pero podría darse el caso de que las autoridades de otros países copiaran la idea, lo que, claramente, perjudicaría la expansión del coche eléctrico más de lo que está actualmente. Los coches eléctricos pueden ser más o menos interesantes, se les puede considerar lavadoras, coches poco pasionales y mil cosas más, pero es evidente que tienen su público y tienen unas características que a muchos usuarios les hace servicio.
Esperemos que en Europa no quieran poner nada similar, pues sería, nuevamente, otro disparo en el pie… Y ya van unos cuantos.
Javi Martín
Si me preguntas de donde viene mi afición por el motor, no sabría responder. Siempre ha estado ahí, aunque soy el único de la familia al que le gusta este mundillo. Mi padre trabajó como delineante en una empresa metalúrgica con mucha producción de piezas de automóviles, pero nunca hubo una pasión como la que puedo tener yo. También he escrito un libro para la editorial Larousse sobre la historia del SEAT 600 titulado "El 600. Un sueño sobre cuatro ruedas".COMENTARIOS