Ruf Automobile es una empresa que, aunque la conocemos como una suerte de preparador de modelos de Porsche, está reconocida como fabricante independiente por parte de las autoridades alemanas. Fundada por Alois Ruf en 1939, en el año 1977 comenzó a trabajar sobre los coches de la marca de Zuffenhausen, después de haber construido algunos de los primeros autobuses que circularon por carreteras alemanas. Hace solo unos días, extendió un poco más el ámbito geográfico de sus operaciones, con la entrega del primer RUF SCR de la historia en tierras estadounidenses.
Este modelo respeta la imagen del Porsche 911 de generación 993, aunque su imagen no debe llevarnos a engaños, puesto que está muy lejos de ser un restomod construido sobre una añeja plataforma. En realidad, su base consiste en un chasis monocasco de fibra de carbono que la empresa alemana ha venido perfeccionando durante las últimas décadas, y cuyo último desarrollo data del año 2017. Este es el segundo automóvil que lo utiliza, después del RUF CTR.
Y es que la ciudad de Pfaffenhausen, en la Baja Algovia bávara, aloja los cuarteles generales y la planta de producción de RUF, en la que no solo se fabrica su chasis específico, sino que también se pone a punto el propulsor exclusivo que los alemanes instalan en sus creaciones. En este caso, se trata de un motor bóxer de seis cilindros y construido enteramente en aluminio, desarrollado sobre la base del que Hans Mezger puso en funcionamiento en el seno de Porsche.
No obstante, en este caso se recurre a la refrigeración por agua, aunque se prescinde de la sobrealimentación. La cilindrada es de cuatro litros, con una potencia máxima de 517 CV a 8.270 revoluciones por minuto. Las ruedas traseras son las encargadas de trasladar esta potencia al suelo, que es enviada a través de una caja de cambios manual de seis velocidades que ha sido diseñada específicamente para este RUF SCR por ZF, y también se beneficia de un diferencial de deslizamiento limitado.
Por lo que se refiere a su tren de rodaje, este RUF SCR integra unas suspensiones de paralelogramo deformable, con amortiguadores ajustables derivados de un diseño de competición. También los discos carbocerámicos de su sistema de frenos son propios del modelo. Además, su carrocería, fabricada enteramente en fibra de carbono, introduce algunos detalles muy destacables, como los tiradores de las puertas enrasados, el elemento aerodinámico sobre su tapa motor o las carcasas de los retrovisores exteriores, también con un diseño que pretende disminuir la resistencia al avance del conjunto.
El empleo de materiales ligeros redunda en un peso total del conjunto de solo 1.300 kilogramos, gracias también a unas llantas muy livianas. El interior, además de presentar algunas comodidades modernas, como iluminación ambiental mediante ledes, ofrece un espacio perfecto para concentrarse solo en disfrutar conduciéndolo, como demuestran los asientos deportivos con estructura de fibra de carbono y tapizados en tela y Alcantara. Este RUF SCR, el primero en especificación estadounidense, forma parte de la setentena de unidades que serán fabricadas a mano para todo el mundo, todas ellas ya vendidas, por un precio que ronda los 700.000 euros.
David García
No conozco sensación mejor que la de un volante en las manos. Disfruto también con ellas sobre el teclado, escribiendo ahora para vosotros algo parecido a aquello que yo buscaba en los quioscos cuando era un guaje.COMENTARIOS