Es una pena ver que marcas como Jaguar acaban en un ostracismo muy marcado, cuando por historia y por experiencia, deberían estar entre las mejores del mundo. ¿Qué ha ocurrido con la firma británica? ¿Malas decisiones? ¿Incapacidad para adaptarse a los cambios de mercado? ¿Una imagen de marca que ha perdido peso en el mercado? No vamos a indagar ni a especular sobre ello, pero es evidente que, ahora mismo, en Jaguar están con el agua al cuello.
Para poder salir del atolladero, a los dirigentes de la marca solo se les ha ocurrido mandarlo todo al carajo y empezar de cero. Para empezar, han retirado paulatinamente modelos del catálogo hasta quedarse con uno solo, el Jaguar F-Pace, pues parece ser que es el único rentable de todos los coches que fabricaban. Ni siquiera han dejado en circulación al Jaguar I-Pace, el eléctrico, lo que habría sido algo lógico cuando el objetivo de la marca es convertirse en un fabricante de coches eléctricos de alto lujo.
Esto es, quieren volver a recuperar su forma de trabajar de antaño, cuando tenían apenas dos o tres coches en catálogo, pero eran coches de alto lujo, muy exclusivos y, por supuesto, muy caros. La última vez que Jaguar hizo algo así, fue mediados y finales de los 90, cuando solo vendían el Jaguar XJ –las generaciones X300, X308 y X350–, el Jaguar XK –la generación X100– y el Jaguar S-Type. Después, Ford quiso ampliar el alcance de la firma y lanzó otros modelos como el Jaguar X-Type.
La idea detrás de retirar todos los modelos del catálogo, menos uno, está en centrar esfuerzos en el desarrollo de la futura gama eléctrica, pero al parecer, las cosas no van como se esperaban. Según TopGear UK, el director general de Jaguar, Rawdon Glover, es un poco pesimista con la situación.
Concretamente, el señor Glover comentó que “ha sido muy frustrante decir que amos a hacer de todo con coches eléctricos y luego nada”. “Decidimos esta estructura en 2021, pero los coches no aparecen de la noche a la mañana. Necesitamos que la marca vuelva a cuando fabricábamos coches bonitos y deseables, no en grandes cantidades ni con muchos modelos en cartera”. “No se trata de solo de nuevos coches, es una reinvención completa de la marca. En cada decisión que tomamos, nos preguntamos: ¿esto hará que la gente piense en Jaguar de la forma que necesitamos? Si no les hace querer pagar 120.000 libras, no lo hacemos”.
Es evidente que habrá que trabajar mucho y muy duro para que Jaguar vuelva a tener esa imagen que tenía hace años y la actual tendencia en los coches eléctricos no ayudará a que eso ocurra. Sin embargo, en la marca británica están convencidos en que han tomado la decisión y el camino correctos, apostarán todo por los coches eléctricos.
“Si optamos únicamente por vehículos eléctricos, necesitamos una gama completa de servicios para vehículos eléctricos. No hay que tratarlos como si fuera coches de combustión interna. Hay que tener un enfoque integrado de la carga y la gestión del cliente”, comentó Glover.
Con respecto a eso, comentó que todos los clientes contarán con una membresía para usar todos los cargadores disponibles, incluso los Supercargadores de Tesla, aunque ellos no montarán una red de cargadores por su cuenta y tienen razones para ello: “hay que tener en cuenta que el 95% de la carga se realiza en casa. En el caso de un coche con una autonomía de 700 kilómetros –como la que Jaguar promete para sus futuros coches eléctricos–, la cifra será incluso mayor, por lo que solo una pequeña porción será de carga pública”.
Javi Martín
Si me preguntas de donde viene mi afición por el motor, no sabría responder. Siempre ha estado ahí, aunque soy el único de la familia al que le gusta este mundillo. Mi padre trabajó como delineante en una empresa metalúrgica con mucha producción de piezas de automóviles, pero nunca hubo una pasión como la que puedo tener yo. También he escrito un libro para la editorial Larousse sobre la historia del SEAT 600 titulado "El 600. Un sueño sobre cuatro ruedas".COMENTARIOS