La Serie G del Porsche 911 es una de las más míticas, lanzada en 1973 y fabricada durante nada menos que 16 años, hasta 1989. Supuso un salto importante respecto a la anterior generación, la Serie F. y entre otras cosas, fue la primera vez que el 911 incluía carrocería galvanizada y unos asientos con reposacabezas integrado. Pero sobre todo, el Porsche 911 de la Serie G será siempre recordado por haber sido el primer en contar con una versión Turbo.
El Porsche 911 Turbo es una de las versiones más famosas del modelo, una de las más prestacionales y una de las más deseadas. Apareció en 1974 y entonces, la palabra Turbo en su trasera tenía connotaciones muy diferentes a las actuales, pues en aquellos años, un coche con un motor turbo era algo especial, muy potente y especial. Ahora, todos los Porsche 911 tienen turbo, todas y cada una de las versiones, y eso, resta algo de gracia a la denominación. También se ha mejorado muchísimo el comportamiento de los motores turbo, haciendo que no sean tan salvajes y, quizá, tan pasionales.
Sin embargo, cuando el 911 Turbo apareció por primera vez, era un coche tremendamente salvaje, solo apto para los conductores más expertos o para pilotos curtidos. Como cabe esperar, lo que hicieron en Porsche fue trasladar la tecnología de competición a su modelo estrella de producción y su talante agresivo, junto a sus prestaciones, hicieron del coche una leyenda casi desde el mismo momento que comenzó su producción. Hay muchas cosas que merecen la pena destacar del Porsche 930 Turbo, pero nos quedaremos con los 260 CV de su motor (luego, en una evolución posterior, subieron hasta 300 CV).
Reinterpretando al mito
Quizá por todo esto, por la leyenda que rodea al primer Porsche 911 Turbo, Singer, uno de los mayores especialistas en Porsche, se ha atrevido a realizar uno de sus trabajos alrededor del Turbo. Y decimos alrededor, porque Singer no se ha basado en el turbo original, en realidad, como viene siendo habitual, es casi un trabajo desde cero partiendo de un Porsche 964, precisamente, la generación posterior a la Serie G. Una reinterpretación del 930 Turbo que entra por los ojos y que cuida los detalles al extremo, como en cualquier otro Singer.
Según comentó en su momento, el Singer Turbo Study, como se denomina el modelo, llevó dos años de planificación, mucho tiempo para un trabajo como este, pero ya sabemos que Singer hace las cosas de forma muy especial y diferente. Quizá por eso sea uno de los mayores especialistas actuales en Porsche y por eso, sus coches son tan codiciados y tan apreciados. No olvidemos que eso que estamos viendo en las imágenes, es un Porsche 964, el Porsche 911 lanzado al mercado en 1989.
La primera unidad del Singer Turbo Study se presentó en febrero de 2022, un proyecto para un cliente que quería un coche con especificaciones “touring”, es decir, un Gran Turimos bien equipado y con cierto confort, pero todas las prestaciones que se pueden esperar de un coche así. Sin embargo, ahora han entregado una segunda unidad a otro cliente, pero para la ocasión, el objetivo era el contrario, el cliente quería un coche deportivo, un ejemplar centrado en el rendimiento y en las prestaciones y se nota con solo ver las imágenes del coche.
No obstante, deberíamos mencionar que Rob Dickinson, el fundador de Singer Vehicle Design, siempre quiso realizar una reinterpretación del Porsche 930 Turbo, no en balde, Dickinson es un auténtico fanático de Porsche y eso, al final, se nota. De hecho, tenemos un ejemplo es el señor Akio Toyoda, CEO de Toyota, quien es un fanático del automovilismo y se está notando en los productos de la empresa que dirige.
A la carta
Singer Vehicle Design, además de crear automóviles que dejan sin habla a los más puristas de Porsche, ofrece unas posibilidades de personalización y configuración prácticamente infinitas, el límite lo pone la capacidad económica del interesado. Por eso, el primer Turbo Study era un Gran Turismo con 450 CV y el nuevo Turbo Study es un deportivo más radical, con nada menos que 510 CV. Sí, también se puede elegir las especificaciones del motor, es un coche completamente a la carta.
El motor es el Mezger, un seis cilindros refrigerado por aire, con 3,8 litros, aunque según unas declaraciones de Dickinson a Top Gear UK, la elección del motor tuvo muchas deliberaciones. Se barajó la posibilidad de montar el 4.0 turbo, pero se escogió el Mezger por ofrecer un punto ideal para la compresión y el control del calor. Al bloque de seis cilindros se le agregan dos turbos Borg-Warner procedentes del último Porsche 992, con válvulas de descarga eléctricas y refrigeración aire-agua. La transmisión es manual de seis relaciones, única opción disponible, pero se puede escoger propulsión o un sistema de tracción total que se toma prestado del Porsche 993.
La última unidad fabricada del Singer Turbo Study, al estar centrada en las prestaciones, monta suspensión específica que rebaja el centro de gravedad y también monta frenos cerámicos.
Javi Martín
Si me preguntas de donde viene mi afición por el motor, no sabría responder. Siempre ha estado ahí, aunque soy el único de la familia al que le gusta este mundillo. Mi padre trabajó como delineante en una empresa metalúrgica con mucha producción de piezas de automóviles, pero nunca hubo una pasión como la que puedo tener yo. También he escrito un libro para la editorial Larousse sobre la historia del SEAT 600 titulado "El 600. Un sueño sobre cuatro ruedas".COMENTARIOS