Caterham, desde que comprara los derechos para la fabricación del Lotus Seven allá por la década de los 70, ha sido capaz de reconvertir el mítico Seven sin que por ello se pierda la esencia del modelo. Actualmente, es una de las marcas más icónicas y con mayor personalidad del mercado mundial y toda una institución entre los amantes de la conducción pura. Pero eso de la conducción pura podría acabar en los próximos años, pues como les ocurrirá a todos los fabricantes que quieran vender sus coches en Europa, tendrá que convertirse a la tecnología eléctrica.
Dentro de unos años, veremos estas declaraciones como una petulante estupidez, pero claro, nos habremos acostumbrado a los coches eléctricos y con suerte, marcas como Caterham habrán hecho magia para mantener las sensaciones que ofrecen sus coches. Porque otra cosa, quizá no, pero sensaciones de conducción, todas las que quieras. En Caterham son expertos en sensaciones al volante y las últimas noticias no hacen más que pensar en el peligro que corren esas sensaciones. Caterham, al parecer, está trabajando en el desarrollo de un coche eléctrico, un biplaza que debería estar listo para 2026 y que convivirá con el resto de modelos con motores de combustión hasta que no sea puedan vender más.
El proyecto todavía está en una etapa muy temprana, por el momento se están estudiando las posibilidades y las opciones disponibles, pero VT Holdings, la empresa china que compró Caterham en 2021, tiene como CEO a un tipo llamado Kazuho Takahasi y este, ha dejado claro que quiere el coche eléctrico de Caterham en la línea de montaje en 2026.
Hablamos de un biplaza tipo roadster, un concepto algo alejado de la tónica actual de Caterham, cuyo catálogo solo está compuesto por el Seven, aunque a punto estuvo de contar con un modelo adicional tras su acuerdo y posterior ruptura con Renault (y no podemos olvidar el Caterham 21 Supersport). Según parece, al menos así lo ha confirmado el CEO de Caterham, Bob Laishley, a la revista Autocar, el roadster eléctrico se basará en los valores tradicionales de la marca: ligereza, rendimiento, simplicidad y agilidad.
Esto definitivamente no será un Seven. Pero tendrá todas las características que los clientes de Caterham conocen bien: ligereza, simplicidad, agilidad y rendimiento. Al igual que el Seven, tendrá una estructura espacial de acero (pero diferente) porque son fáciles de modificar en producción si es necesario. Tendrá una carrocería envolvente de seis paneles de aluminio o carbono”. Bob Laishley, CEO de Caterham en declaraciones a la revista Autocar
Todo esto ya se habló, también con la revista Autocar, en 2021, concretamente en mayo de aquel año. Entonces, se dijo que el mayor reto era mantener las características típicas de cualquier Caterham, pero usando baterías. Ahora, el actual CEO vuelve sobre el tema y afirma, además, que seguirán ofreciendo vehículos con motor de combustión hasta que puedan, fechando el final de los mismos en 2034. De todas formas, dada su baja producción, Caterham podría mantener sus motores de combustión durante algo más de tiempo. La marca fabricó 500 unidades en 2021, habiendo vendido 670, es decir, 170 pedidos quedaron en lista de esperar para 2022. Se tiene intención de aumentar la producción para cubrir esa demanda y se ha empezado a usar las instalaciones de Crawley (el antiguo centro de coches usados) para ensamblar más unidades.
Curiosamente, la demanda de modelos de Caterham con motores de combustión es elevada, sobre todo en Reino Unido y nadie ha pedido un Caterham con motor eléctrico, es un capricho del actual propietario, el señor Kazuho Takahashi (que además es un gran aficionado a las carreras y a los coches deportivos). Eso no quita que haya gente que haya construido su propia versión “casera” de un Caterham eléctrico, pero el eléctrico de la marca no será un Seven, como se ha comentado antes, y se quiere fabricar en un volumen mayor que el Seven; según Laishley, unos 1.000 coches anuales
Será más bonito y moderno que un SEven, esos serán grandes puntos de distinción, y tal vez tenga techo. Lo estamos diseñando como un EV puro desde el principio, solo con propulsión trasera, y se registrará bajo las reglas de SVA”. Bob Laishley, CEO de Caterham en declaraciones a la revista Autocar
La condición de coche eléctrico obligará a contar con otra serie de cosas que actualmente no tiene ningún Caterham: dirección asistida, ABS y todas las asistencias al conductor electrónicas que obliga la normativa. Laishley afirma que le gustaría eliminar todo eso de la ecuación, pero la categoría donde irá destinado este roadster eléctrico, obliga, por ley, a montar todo eso. Elementos que hacen del reto algo todavía más complicado, porque añade peso al conjunto. En Caterham, según su CEO, están dispuestos a lograr que el coche sea lo más ligero y sencillo posible y se apuesta por la un habitáculo con pocos “muebles” e incluso una instrumentación lo más sencilla posible, que se apoyaría en el teléfono del usuario. Laishley dice que habrá pocos diales incrustados, tal vez ninguno.
Javi Martín
Si me preguntas de donde viene mi afición por el motor, no sabría responder. Siempre ha estado ahí, aunque soy el único de la familia al que le gusta este mundillo. Mi padre trabajó como delineante en una empresa metalúrgica con mucha producción de piezas de automóviles, pero nunca hubo una pasión como la que puedo tener yo. También he escrito un libro para la editorial Larousse sobre la historia del SEAT 600 titulado "El 600. Un sueño sobre cuatro ruedas".COMENTARIOS