Le prestas atención al Denza Z9GT. Observas en su corte lateral, que va de rueda delantera a rueda trasera y termina en el paragolpes posterior, un gesto del que ha hecho una marca registrada. Te adentras en una berlina con estilo shooting brake y una alta carga tecnológica, cortesía de una ingeniería de avanzada. Acabas de conocer a un coche rompedor. Por su estética y porque es el ilusionista de los automóviles eléctricos chinos.
¿Por qué ilusionista? ¿Cuántos coches de 5,2 metros de longitud conoces con ruedas trasera capaces de girar hasta 10 grados, posibilitándole un radio de giro tan envidiable dado que apenas necesita 4,62 metros para cambiar de sentido? ¿Acaso ves todos los días coches con este largo que se muevan como pequeños urbanos en estrechos espacios de aparcamiento? Porque te comento que el Z9GT, al llevar motores en ambas ruedas de propulsión, las gira en sentido contrario y se mueve en 360 grados.
Entonces, uno podía suponer que en su siguiente paso la la marca de BYD nos mostraría algo por el estilo, variado, pero algo que fuera por caminos parecidos. ¿Un sedán de cuatro puertas más tradicional? Es el Z9 del que deriva nuestro ilusionista, pero la lógica de mercado lo mantiene de las fronteras de China para adentro. ¿SUV compactos y medianos? Otras alternativas destinadas al gigante asiático. Para su expansión a las calles europeas, la firma se saltea pasos y avanza sin escalas de ese apuesto shooting brake a un indiscreto monovolumen: el Denza D9.

Confieso que su perfil es convincente, pero me cuesta digerir el contraste de su frontal. Sí, indiscreto frontal. Ahora bien, lo que tiene de ominoso en ese aspecto, lo compensa con tacto de las puertas para adentro. No es solo lujo en este todo eléctrico, es lujo y refinamiento. Lo aplica en las pantallas con un criterio que, por ser un modelo chino, no sorprende, al margen de que alimente el sinsentido de convertir a los vehículos en gigantes teléfonos celulares.
Los de la fila media terminan ganando, porque en sus reposabrazos cuentan con táctiles propios. Esos dos ubicados detrás de la cabina se apoderan del espacio y van como en primera clase, lo que no es poco decir tratándose de un monovolumen. Un total de 10 posiciones de accionamiento eléctrico, función de masaje y hasta seis niveles para ajustar el reposacabeza. Hasta de las bebidas y comestibles se apoderan, porque a su disposición tienen una nevera que incluso les recuerda si se olvidan algo allí dentro. Sobre el acabado interior, una recomendación: si la pintura exterior apuntada es la “Cosmos Black” o la “Whale Sea Blue”, el tapizado correcto es el Brown.
A esto juega BYD, entonces, con el Denza D9, un híbrido enchufable, pero también con esta versión cien por ciento eléctrica que, aunque homologue en China una autonomía de 600 kilómetros con propulsión de las ruedas traseras, para Europa su eficiencia se reduce a 500 km. Una referencia a tener en cuenta de cara a su arribo es su tiempo de carga rápida: le bastan 10 minutos para recuperar 150 km.
Mauro Blanco
Veo arte en los coches y en sus diseños una potencia que va más allá de las cifras. Ex conductor de Renault 12 rojo modelo 1995 de épicos e imprevisibles episodios, al que recuerdo por la hostilidad de su volante, pero, sobre todo, por nunca haberme dejado en el camino.COMENTARIOS