El pasado mes de abril, Alfa Romeo presentaba oficialmente su esperado primer B-SUV. En aquel momento recibía el nombre de Milano (retomando la denominación de los Alfa 75 destinados al mercado norteamericano y haciendo un guiño a la ciudad de origen de la marca), pero tras un aviso por parte del gobierno italiano, ya que el modelo se fabrica en Polonia, Alfa decidía zanjar la cuestión cambiando el nombre a Junior (otro nombre con tradición alfista).
El nuevo Junior es el primer modelo de Alfa en incorporar una plataforma multienergía de origen PSA, la CMP. El exterior presenta detalles típicamente Alfa, como el Scudetto (en dos versiones: Progresso y Leggenda), así como guiños a otros modelos históricos de la marca (como el diseño de la zaga, inspirado en la “cola truncada” del Giulia TZ, pero que también recuerda a la trasera del Alfa Spider de los años ochenta, con la banda negra que acoge los pilotos posteriores). La matrícula delantera abandona la tendencia de ubicarse a un lado del parachoques para situarse en el centro. El lateral, para mi gusto, es agradable pero queda más impersonal, aunque sin llegar a recordar a otros modelos asentados sobre la misma plataforma. El interior resulta acogedor, sin estridencias ni pantallas descomunales, y con el salpicadero orientado hacia el conductor. El panel de instrumentos presenta el diseño de “telescopio”, y es posible equipar al Junior con el sistema Alfa D.N.A. Como detalle curioso, los aireadores tienen forma de quadrifoglio.
En la presentación del modelo, se anunciaron variantes híbridas y 100% eléctricas. El propulsor ICE del Junior Ibrida, con 136 CV, es la actual evolución del 1.2 Puretech que tantos quebraderos de cabeza está dando a PSA, y que confiamos que ya tenga solucionados sus problemas. La versión eléctrica de acceso tiene 156 CV. Y la sorpresa viene con la versión Veloce.
¿Sorpresa? Sí, y de las buenas, porque inicialmente el Milano Veloce anunciaba 240 CV. Pues bien, tras la finalización del desarrollo dinámico del proyecto, el Junior Veloce que va a llegar a los concesionarios lo hará con 40 CV adicionales, es decir, 280 en total, y con un par motor de 345 Nm.
Los ajustes de esta versión Veloce no se reducen al motor, sino que la marca afirma que ha calibrado la dirección para que sea la más directa del segmento, la suspensión se ha rebajado 25 mm, las barras estabilizadoras presentan una calibración específica para mejorar el agarre, está equipado con un diferencial Torsen, las llantas son de veinte pulgadas e incluyen neumáticos de alto rendimiento específicos para vehículos eléctricos, y el sistema de frenado cuenta con discos delanteros de más de 380 mm con pinzas monobloque de cuatro pistones.
El Junior Veloce, al igual que el Elettrica, incluye la tecnología EV Routing, para planificar la ruta teniendo en cuenta las paradas necesarias para cargar la batería, y el tiempo estimado de carga. Sí, ésta es la “nueva normalidad” dentro del mundo del automóvil. A falta de poder probarlo, la carta de presentación del nuevo miembro de la familia Veloce resulta más interesante con esta potencia adicional, pero queda por ver la autonomía real del modelo en un uso cotidiano, especialmente en aquellos momentos en los que nos “pese” más el pie derecho. Algo que no es extraño en un modelo de talante deportivo.
Jesus Alonso
COMENTARIOS