A simple vista no lo parece, pero es el Bugatti Veyron más caro jamás fabricado

A simple vista no lo parece, pero es el Bugatti Veyron más caro jamás fabricado

Todas las piezas de aluminio han salido de un bloque de 20 toneladas


Tiempo de lectura: 3 min.

Bugatti es noticia por el recientemente lanzamiento de Tourbillon, el reemplazo del Chiron y tercera generación de modelos desde que la compañía entró en la órbita de Volkswagen. Un coche, siendo sinceros, abrumador en todos los sentidos, como solo Bugatti se atrevería a poner en circulación, pero así es la compañía desde que el mismo Etore Bugatti la fundó hace ya más de 100 años.

Y ahora, con este Bugatti Veyron Grand Sport Vitesse, la firma francesa copará un poco más de atención, pues se trata del Veyron más caro jamás fabricado. Y cuando decimos caro, queremos decir absurdamente caro, tanto, como para comprarte un Bugatti Tourbillon y la mitad de otro.

La verdad es que hemos especulado un poco, pues el precio final del coche, cuando se compró nuevo, no ha trascendido, pero se sabe que el comprador gastó más dinero en extras que el precio original del coche, que eran 2,5 millones. Una locura que salió de la mente de un auténtico apasionado del Bugatti Veyron, pues según parece, fue quien encargó cada uno de los seis coches de la serie Grand Sport Vitesse Legends y varios Veyron Super Sport.

Bugatti Veyron Grand Sport Vitesse Mechatronik (2)

Si centramos nuestra atención en el coche, veremos que se trata del chasis 8100 y todo el metal brillante que se puede apreciar en su carrocería, es aluminio. El primer propietario estaba enamorado del aspecto del Veyron 16.4 Pur Sang y quería un Grand Sport Vitesse que luciera similar, pero que fuera todavía más exclusivo. Concretamente, le gustaba el aspecto de sus laterales de aluminio pulido y la sección central fabricada con fibra de carbono.

Esas piezas de la carrocería eran láminas de aluminio soldadas, y el paragolpes delantero, en realidad, estaba pintado del mismo tono para que pareciera fabricado con dicho metal. Al cliente no le gustó la idea, el quería que cada pieza de aluminio fuera de una sola pieza y no diferentes elementos soldados, y así se lo hizo saber a Bugatti. En la marca crearon un programa CAD especial para en análisis del proyecto y llegaron a una conclusión: el coste era excesivo, pues necesitarían un bloque de aluminio de 20 toneladas.

Había que afrontar el proyecto de otra forma más práctica, o eso querían desde la marca, pero el cliente, que tenía una cartera de pedidos pendientes de verdadero infarto –como ya se ha comentado–, amenazó con cancelarlos todos si la marca no accedía a cumplir este caprichoso pedido. Al menos, así cuentan desde Mechatronik, la conocida compañía alemana especialista en vehículos de muy alta gama, que tiene el coche en su poder para venderlo.

Bugatti Veyron Grand Sport Vitesse Mechatronik (12)

Finalmente, Bugatti accedió a crear este particular Veyron Grand Sport Vitesse, que, según cuentan, necesitó más tiempo que ningún otro Veyron para estar terminado y listo para salir rumbo al garaje donde pasaría todo el tiempo, pues solo marca 750 kilómetros de recorrido; no tiene ni el rodaje completado…

Pero no solo se aplicó los gustos del cliente a la carrocería, el interior, de un cuero en tono rojo vivo, contrasta enormemente con la carrocería pulida. También llama mucho la atención la calandra, cuya rejilla reproduce la palabra “Kaq”, la cual también aparece en los reposacabezas.

Excentricidad máxima cuyo precio de venta no ha sido publicado, pero tampoco hay que pensar mucho para darse cuenta de que será extraordinariamente elevado.

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Javi Martín

Si me preguntas de donde viene mi afición por el motor, no sabría responder. Siempre ha estado ahí, aunque soy el único de la familia al que le gusta este mundillo. Mi padre trabajó como delineante en una empresa metalúrgica con mucha producción de piezas de automóviles, pero nunca hubo una pasión como la que puedo tener yo. También he escrito un libro para la editorial Larousse sobre la historia del SEAT 600 titulado "El 600. Un sueño sobre cuatro ruedas".

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