Seguro que todavía recuerdas cuando se dio a conocer el Mitsubishi Eclipse Cross y las críticas que le llovieron, casi en el acto, por adoptar la denominación “Eclipse”, la cual, se había usado anteriormente para dar nombre a un coupé de tamaño medio que, para ser sinceros, nunca llegó a destacar. Sí, se hizo famoso en la primera entrega de Fast & Furious, pero luego, ¿qué? Fue un coche popular entre los aficionados al tuning (algunos acabaron muy mal parados) y tuvo su mercado principalmente en Estados Unidos. Aquí, la segunda generación del Eclipse es la más conocida, pero poco más. Muchas de las unidades que puedes encontrar a la venta, son estadounidenses.
El Mitsubishi Eclipse Cross apareció en el mercado en octubre de 2017 y buscaba ser un revulsivo para las ventas, dada la popularidad que estaban teniendo los SUV compactos. Esa popularidad ya venía de antes, pero por entonces estaba tomando mayor peso en el mercado y otros fabricantes estaban sacando buenos réditos en el segmento. La idea de aprovechar el nombre del “viejo” coupé se debe, básicamente, a temas de marketing, es evidente que no tienen nada que ver el uno con el otro.
Pero todo esto solo sirve para darle más vueltas a un tema que no sirve para nada y que enturbia totalmente la impresión que se pueda tener del coche. Eso supone un problema, porque se estaría juzgando un producto por su denominación, olvidando el resto de sus cualidades, que por cierto, son muchas. No es un modelo deportivo, olvida eso porque ni siquiera lo pretende, sin embargo, sí que presenta otras características que lo hacen bastante interesante según el uso que se le pueda dar al coche. Por ejemplo, además de ser muy cómodo y tener una calidad de rodadura muy conseguida, no se amedrenta frente a escapadas por terrenos menos propicios que el asfalto.
El Eclipse Cross actual es todavía la primera generación del modelo lanzado en 2017, que fue sometido a un restyling en 2020 recibiendo un nuevo frontal que destaca por su personalidad y algunos cambios en la gama de motores, la cual, se limita al grupo motor híbrido enchufable con 188 CV que montaba la unidad de pruebas, que se puede combinar con tres acabados. En nuestro caso, era un Mitsubishi Eclipse Cross Kaiteki, el más alto de la gama, que no viene mal equipado y ofrece una agradable vida a bordo.
Diseño clásico, pero buen aspecto y buenos materiales
Y ya que se menciona la vida a bordo, me parece interesante comenzar con el habitáculo del Mitsu, porque bajar de cualquier coche para subirte al Eclipse Cross ofrece un contraste enorme. Y no es porque sea un mal interior, más bien destaca por su sensación general de calidad, por el tono oscuro de todos los plásticos y por su montaje, que resulta impecable. En realidad ofrece un contraste por su diseño, que resulta bastante clásico, no tan rebuscado como ocurre con algunas marcas, ni tan sencillo y espartano como se estila en otras. Resulta atractivo y ofrece, como decía antes, una vida a bordo especialmente agradable, pero su diseño te devuelve a comienzos de la década pasada.
Esa sensación de diseño clásico también se aprecia, por ejemplo, en el volante o en la instrumentación. Aquí no hay cosas raras como el volante de los Peugeot, ni recortes en la parte baja o formas complejas, hay volante circular tapizado con un cuero que, todo hay que decirlo, me gustó mucho por tacto. Es tirando a rugoso, no resbala y su aspecto es bastante bueno. La instrumentación son las típicas esferas “de toda la vida”, fáciles de leer, fáciles de entender y completamente funcionales. Entre ellas, una pantalla digital con información variada. Es un gustazo poder tener una instrumentación clara y legible, sobre todo viendo los sistemas con pantallas configurables que se han puesto de moda. Con tal de llamar la atención, de ofrecer un sistema más llamativo y del que poder presumir, consultar ciertas cosas se ha vuelto algo complicado y no siempre se puede hacer con un simple golpe de vista, a veces cuesta entender lo que se está mostrando.
Más sencillo y más cómodo, sobre todo cuando quieres poner la calefacción. El Mitsubishi Eclipse Cross mantiene los mandos físicos para el climatizador y para muchas otras funciones, aunque casi todos se aglutinan en los radios del volante y a la izquierda del mismo. No me gusta tanto el selector de la caja de cambios, tiene un tacto un poco “plasticoso” y su manejo me resultó un poco endeble, demasiado blando en su accionamiento.
La sensación de clasicismo volvemos a encontrarla con el sistema multimedia. El diseño de los gráficos parecen sacados de un Windows 95. Es práctico y sencillo de usar, mucho más que otros sistemas más vistosos, pero no deja de llamar la atención al ofrecer un contraste enorme. No me importa que la pantalla sea pequeña, al final cumple con su función con suficiente soltura, así que no veo motivos para poner una más grande.
No aparenta tener 188 CV
Para dar vida al Mitsubishi Eclipse Cross PHEV, se recurre a un bloque de cuatro cilindros y 2.4 litros, que funciona con ciclo Atkinson y rinde 94 CV. Se asocia a dos motores eléctricos, uno que acciona las ruedas delanteras y rinde 82 CV y otro, que actúa sobre las traseras y alcanza los 95 CV. Combinados, los tres motores ofrecen 188 CV y dan forma al sistema de tracción total que la marca llama “Super-All Wheel Control”. Según la propia marca, es el mismo grupo motriz híbrido que usa el Mitsubishi Outlander, aunque en el Outlander alcanza los 224 CV.
Por cifras, lo primero que se puede pensar es que tenemos entre manos un coche con fuerza, con capacidad de aceleración y con buenas prestaciones. Sin embargo, en la práctica, la sensación es que no hay 188 CV, faltan unos cuantos. Es una sensación que también ocurre con Toyota y se debe, básicamente, a la transmisión, pues Mitsubishi también recurre a un cambio de tipo variador continuo, ofreciendo su característico funcionamiento que no gusta a todo el mundo. Por suerte, el Eclipse Cross está muy bien insonorizado y el rumor que llega al habitáculo no es para nada molesto. De hecho, el aislamiento general del interior es lo que hace muy agradable el uso del coche en todo momento.
Circular por ciudad, por ejemplo, no tiene misterio con este coche. Es cómodo, pasa por las rotos del terreno sin sacudir al pasaje y su condición de híbrido enchufable facilita las cosas. Ya he comentado en alguna ocasión, que por mi lugar de residencia, las cargas de la batería son un problema y una molestia, pero reconozco que con baterías cargadas cualquier híbrido enchufable es una bendición en estas circunstancias. Circular sin gastar una sola gota de gasolina y en completo silencio se agradece muchas veces. Por suerte, el Eclipse Cross siempre guarda una pequeña carga de energía en su batería, que ayuda más de lo que parece. Gracias a esa poca cantidad de energía, siempre tienes los motores disponibles y en ocasiones, como en cruces con poca visibilidad o cuando te cuelas en una rotonda (a todos nos ha pasado alguna vez), basta un pisotón al acelerador para que el coche salga disparado.
El Mitsubishi EClipse Cross no es un coche que deje con la boca abierta por su comportamiento o por sus prestaciones, pesa bastante (casi dos toneladas) y eso también lastra a la hora de ganar velocidad, pero la inmediatez de los motores eléctricos te saca de más de un atolladero. También son muy útiles cuando sales del asfalto, donde su configuración general empieza a cobrar algo de sentido, haciendo del Eclipse Cross uno de los SUV que mejor se desenvuelven en terrenos abruptos.
Las cosas mejor con calma
Cuando te pones en marcha por primera vez con el Eclipse Cross, notas inmediatamente que las suspensiones son más blandas de lo que esperabas en un primer momento. No es necesario recorrer muchos kilómetros para notar que con este Mitsu, las cosas mejor con calma. La carrocería se mueve, cabecea e inclina en curvas y a poco que aprietes el ritmo, tarda un suspiro en perder la compostura. No es un coche al que le guste la velocidad, pero a cambio, sí que ofrece buenas maneras en campo.
Los SUV, como todos ya sabéis, ofrece una imagen similar a un todoterreno, el principal argumento de ventas, pero no son, ni de lejos, un todoterreno. De hecho, por lo general, se encuentran fuera de lugar cuando se les saca del asfalto. Pero en el caso del Eclipse Cross, las sensaciones que tenía con el coche me hicieron pensar que no haría mal papel en tierra y barro y no me equivoqué. Ojo, no es un todoterreno, las locuras mejor con una L200 (así no salimos de la marca), pero aún así, llama mucho la atención lo bien que se defiende el Eclipse Cross. Además, cuenta con una particularidad que ayuda enormemente en estas situaciones.
Hay dos levas tras el volante, que no controlan la caja de cambios, en realidad permiten regular la retención de los motores eléctricos y al mismo tiempo, el nivel de recuperación de energía. La leva izquierda aumenta la retención, la derecha la reduce. Es un sistema súper práctico, que acabas usando constantemente por carretera y fuera de ella, evitando tocar los frenos en muchas ocasiones. En campo, ayuda a afrontar pendientes sin tener que recurrir a otros medios, como los frenos o el sistema de control de descenso. También te puedes ayudar de la posición B del selector del cambio. Además, de paso, se recarga la batería y tienes energía para poder negociar la próxima subida con potencia de sobra.
Las suspensiones, esas que en carretera te dicen que bajes el ritmo, en campo permite más bien lo contrario. Puedes llevar un ritmo bastante rápido con bastante solvencia y con mucho control de la situación. Los agujeros, las zanjas y las rodadas no son problema, siempre que no sean muy profundas o tengan muy poca adherencia, sobre todo gracias a lo fácil que resulta graduar la potencia necesaria con el acelerador y de nuevo, a la inmediatez de los motores eléctricos.
Un SUV interesante para quienes tengan una vida “activa”
El Mitsubishi Eclipse Cross no un es un SUV asfáltico al uso, como la gran mayoría de sus rivales, este todavía guarda algo de “todocamino” y puede salir de la carretera sin muchas complicaciones. Evidentemente, si nos metemos por ciertos lugares, posiblemente suframos serios apuros, pero con un poco de coherencia, puede ser un coche especialmente interesante para usuarios con vida, como se suele decir, activa. Si te gusta montar en bici por caminos y senderos, si eres de esos que se marchan con la mascota a pasear por el monte, si te gustan los viajes en familia saliendo fuera del asfalto en buscar de aventuras… el Mitsubishi Eclipse Cross cumplirá con las expectativas, seguro.
No podemos afirmar que sea un coche frugal en cuanto a consumo, con la batería descargada no bajó de los 7,4 litros de marcador, cuando no eran más. Lo ideal es poder cargar la batería y explotar sus beneficios, que ayudan a reducir los consumos bastante. A mi me gusta llevar estos coches en modo híbrido, creo que es la forma más eficiente de usarlos (no veo sentido a recorrer 40, 50 o 60 kilómetros con electricidad y el resto con gasolina, de esta forma el ahorro inicial de va al garete), a no ser que te muevas únicamente por ciudad, en cuyo caso, mantén la batería cargada siempre y estarás sin llenar el depósito mucho tiempo.
Tampoco podemos decir que sea un coche barato, según la web oficial de Mitsubishi, las tarifas comienzan en 32.000 euros (el Kaiteki arranca en 34.300 euros), pero sí es uno de los SUV híbridos enchufables más baratos. Los precios incluyen descuentos, promociones y la ayuda del 5.000 euros de Plan MOVES III, que está sujeto, ya sabéis, a disponibilidad y condiciones.
Datos técnicos
FICHA TÉCNICA | ||
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MODELO | Mitsubishi Eclipse Cross | |
MOTOR TÉRMICO | Cuatro cilindros gasolina y turbo, 2.360 centímetros cúbicos. Delantero transversal con 72 kW (98 CV) | |
MOTOR ELÉCTRICO 1 | Delantero transversal con 60 kW (82 CV) | |
MOTOR ELÉCTRICO 2 | Trasero transversal con 70 kW (95 CV) | |
BATERÍA | Iones de litio colocada en posición central con 13,8 kWh | |
AUTONOMÍA ELÉCTRICA (WLTP) | 45 kilómetros | |
RENDIMIENTO | Potencia máxima | 138 kW (188 CV) |
Par máximo | N.D. | |
TRANSMISIÓN | Tracción total. Cambio automático de tipo variador continuo | |
SUSPENSIÓN | Delantera | McPherson con muelle helicoidal |
Trasera | Paralelogramo deformable con muelle helicoidal | |
DIMENSIONES Y PESOS | Largo por ancho por alto (mm) | 4.545 x 1.805 x 1.685 |
Batalla (mm) | 2.670 | |
Peso declarado | 1.985 kilos | |
MALETERO | Con todas las plazas / asientos abatidos | 404 litros / 1.153 litros |
Neumáticos | 225/55 R18 | |
DATOS PRESTACIONALES | Aceleración de 0 a 100 km/h | 10,9 segundos |
Velocidad punta | 162 km/h | |
Relación peso potencia | 10,55 kilos por caballo | |
CONSUMOS | Consumo medio homologado (WLTP) | 2 litros cada 100 kilómetros |
Consumo medio durante la prueba | 8 litros | |
PRECIO | 34.300 euros |
Javi Martín
Si me preguntas de donde viene mi afición por el motor, no sabría responder. Siempre ha estado ahí, aunque soy el único de la familia al que le gusta este mundillo. Mi padre trabajó como delineante en una empresa metalúrgica con mucha producción de piezas de automóviles, pero nunca hubo una pasión como la que puedo tener yo. También he escrito un libro para la editorial Larousse sobre la historia del SEAT 600 titulado "El 600. Un sueño sobre cuatro ruedas".COMENTARIOS