El pasado sábado ocurrió un hecho muy curioso en Vigo, los locales aseguraron ver a un Opel Astra de propulsión trasera, o dicho de forma menos técnica, a un Opel Astra circulando marcha atrás durante más de un kilómetro. Se sabe que por lo menos fueron 3 kilómetros, que es lo que ha quedado plasmado en este vídeo que incendió las redes.
Su conductor, de 42 años, condujo con una aparente gran destreza entre la calle Grove del barrio de Coia hasta la calle Lorient. El colega ejecutaba con bastante corrección el reglamento de circulación, quitando la minucia de recorrer más de 15 metros marcha atrás y saltarse un semáforo en rojo. La policía local le acabó localizando y se le practicó un test de alcohol y drogas.
El protagonista de la rocambolesca historia dio positivo en cocaína y benzodiacepinas, probablemente para agudizar los sentidos y poder circular adecuadamente marcha atrás. Según su versión, se le había roto la caja de cambios y solo podía circular marcha atrás. La justicia, que no comprende a los nostálgicos de la propulsión trasera, le podrá acabar investigando por conducción temeraria y delito contra la seguridad vial.
Habría tenido más sentido que hiciese esto con un Volkswagen New Beetle, que es muy parecido por delante y por detrás, y no habría llamado tanto la atención. En vez de eso, lo hizo con un Astra cinco puertas, con el sedán habría pasado más desapercibido. Si analizamos la conducción del paisano, no parece que sea la primera vez que lo hace, por lo que lo de la caja de cambios no cuela.
Es un nostálgico del Manta, el Commodore o el Kapitan, auténticos Opel de propulsión trasera. Todo lo demás es simple especulación. Sin embargo, el especialista en lo oculto, Iker Jiménez, tiene una teoría al respecto: “Todo encaja, el Astra es el único coche que incluye la palabra atrás -en desorden- en su nombre comercial, no podía haberlo hecho con ningún otro modelo.” Visto así, ahora todo cobra sentido.
NOTA: lo que acabas de leer es una noticia ficticia, total o parcialmente, únicamente con propósitos humorísticos. espíritu RACER se ampara en la figura legal del animus iocandi, es simplemente humor, chanza y coña. Cualquier persona nombrada, hecho o situación que coincida con la realidad es pura coincidencia.
Javier Costas
Me gustan los coches desde que tengo uso de razón (o antes). Tras haber conducido más de 400 coches aquí sigo, divulgando y aprendiendo a partes iguales sobre las cuatro ruedas. Vosotros habéis hecho que se convierta en mi pasión.COMENTARIOS