GP de España: aburrimiento aerodinámico y humo

GP de España: aburrimiento aerodinámico y humo

El aburrimiento y el rendimiento aerodinámico marcan un GP de gestión de neumáticos y humo cegador


Tiempo de lectura: 10 min.

Qué aburrimiento. Ya tocaba. Volvía el gran circo a Europa, a los circuitos clásicos, y como no podía ser de otra manera, el circuito de Montmeló volvió a ofrecer otra sobremesa soporífera, y eso que todos teníamos una expectación muy alta con los cambios de neumáticos, la reacción de Mercedes, el paquete aerodinámico de Red Bull, el McLaren B con su nuevo morro, suelo, pontones y demás, los nuevos mapas del diferencial del Renault de Sainz… Tantas son las cosas que se han quedado en un sueño que no sabría decir ni por qué volvemos un año tras otro a este circuito.

Sé que para decir esto tengo que abrir un paraguas, que me van a dar hasta en el carnet de identidad, pero a Dios gracias estos señores de espíritu RACER me dejan escribir lo que me apetezca y eso es algo que no se puede desperdiciar. El cuerpo me pide decir eso que a muchos les frena: me importa poco que sea el GP “de casa”, me importa menos que sea un GP “ejemplar” en lo organizativo (o no, algún periodista tiene otra opinión después de la oleada de robos en parkings “vigilados”), y no me importa nada que se lleve la tira de años corriendo aquí: es un circuito pelmazo, para una carrera pelmaza, dónde todo está tan milimetrado, que muy pocas veces podemos ver realmente algo emocionante. Quizás esa idea de reducir los entrenamientos libres no esté tan mal…

Cuidado, que tampoco digo que éste sea el único circuito así, pero viniendo de donde venimos con cuatro carreras espectaculares, la verdad es que lo acaecido en el GP se antoja muy por debajo de cualquier expectativa. Un coitus interruptus en toda regla. Y eso que Grosjean se esforzó…

Magnussen y Grosjean, cómo no…

Empezaba un GP prometedor con un Alonso que había entrado en Q3 por primera vez en toda la temporada con una actualización mayor de su monoplaza (que tardará algunas carreras en dar sus mejores frutos) y que arrancaba con neumáticos superblandos (el único de toda la parrilla) que hacía salivar al más tranquilo y comerse las uñas al más nervioso. Carlos Sainz iniciaba la carrera una posición por detrás de Fernando, noveno, pero con la ventaja de salir por el carril “bueno” (el limpio y engomado) de la recta de salida. Por delante Hamilton abría la parrilla, con Bottas a su lado ejerciendo de escudero, y Vettel justo detrás.

Se apagaban los semáforos y el pelotón llegaba con prisa a la primera curva.

Carlos había salido especialmente bien, ganando varias posiciones, mientras que Fernando se quedaba ligeramente encajonado a la entrada de la uno. Por delante Vettel, una vez más, arrancaba mejor que los mercedes, y ayudado por estar en el carril bueno de la recta conseguía sobrepasar a un Bottas algo pusilánime que ni siquiera le tiraba el coche para estrangularlo a la salida de la curva: algo sabía que no quería arriesgar tanto al principio, me temo. Lewis mientras entraba tranquilo en la curva para empezar a subir y enfilar la tres en solitario y sin problemas.

Salidarecta Por detrás se empezaba a liar el asunto, Carlos Sainz se va un pelín largo a la salida de la uno y está a punto de pisar la grava en la dos, con Fernando Alonso a su estela, ambos quedan con muy poca velocidad debido a la corrección para no salirse, y hace que el resto del pelotón empiece a pasarles. Fernando intenta buscar una trazada creativa y decide irse al exterior de la curva tres.

Ay, el exterior de la tres, ay, ay, ay… En las vueltas previas al GP un camión había perdido algo de aceite en ese punto por lo visto, y esto junto con el estado de la pista antes de comenzar, totalmente virgen tras las lluvias de la noche anterior, dejó esta curva en un estado muy delicado para poder trazar de manera agresiva por su exterior.

Pero ni corto ni perezoso ahí estaba Fernando intentándolo, aunque el poco agarre hizo que fuese paulatinamente yendo hacia el exterior de la pista, llegando a salirse, en lo que parecía una maniobra desafortunada. Pero la diosa Fortuna es caprichosa, y esa “mala suerte” le salvó del gran incidente de la carrera, puesto que Grosjean, que iba delante de Fernando, reaccionó a un movimiento de Magnussen (quién sino…) y perdió el coche de atrás. Querido lector: póngase en situación, curva tres, a derechas subiendo, pierde el coche de atrás hacia el exterior, por lo que paulatinamente el morro del monoplaza apunta hacia el interior de la pista, alcanzando un ángulo perpendicular al sentido de ésta. ¿Qué hacer en ese caso? ¿Dejar el coche deslizar un poco más y retomar la pista? Pues no, Grosjean optó por pisar a fondo, porque -y esto es evidentemente una pregunta retórica- ¿a qué otro sitio podría ir mejor que al medio de la pista con otros 14 coches por detrás de él llegando? Mucho mejor liarla, ¡claro que sí, guapi!, dónde va a parar…

Así, como el que no quiere la cosa, Grosjean se marcó un burnout hacia el centro de la pista en perpendicular, y para terminar de dejar una escena de película, generando una densisima nube de humo blanco como si Toro Sentado, Caballo Loco, Cochise y Gerónimo se hubiesen juntado en una fiesta para darle caña a la pipa de la paz.

El resultado fue una pared de humo en la que un Williams dudó si quedarse parado en medio de la pista o atravesarla y que fuese lo que el destino quisiese.

Si todo hubiese quedado ahí, habría sido una anécdota graciosa, pero el caso es que la maniobra de volver a pista así, aunque salvó a Fernando del golpe, hizo que Hülkenberg se arrimase un buen golpe que destrozó la rueda trasera izquierda de su coche, mientras que Pierre Gasly, que pasaba por allí, sin comerlo ni beberlo se quedó sin posibilidad de utilizar su rueda delantera izquierda. Ni qué decir tiene que el coche de Grosjean quedó para los restos, y forzando a sacar el safety car a pista.

A partir de ahí, y una vez el safety car desapareció de pista, pudimos ver una clásica carrera en Montmeló: estrategias entre los equipos, gestión de neumáticos y pilotos incapaces de adelantar.

Y digo esto porque hay un problema en este circuito: no puede ser que un piloto que entra a boxes a cambiar ruedas y sale detrás de un Sauber con neumáticos con más de 25 vueltas, se las vea y se las desee para poder adelantar a Marcus Ericsson. No, no es una broma: Marcus Ericsson contra Carlos Sainz con un Renault en buen estado y “zapatillas” nuevas. Vuelta tras vuelta detrás, y no había manera.

Alguno podrá argumentar que Carlos no es agresivo en los adelantamientos, pero lo intentó un par de veces y sólo la suerte fue lo que permitió que saliese sin daños de esos lances.

Y otro piloto como Fernando Alonso, y este sí que estamos todos de acuerdo en que sabe adelantar, también tuvo lo suyo con Ericsson. Y con Leclerc, que por cierto hizo otro carrerón a sumar al de Bakú. Trayectoria ascendente la del francés.

Vandoorne Out

Aburrimiento, roturas y aparición del muro de Ferrari

Así pasaban las vueltas, con un coche tras otro y pocos o ningún adelantamiento, y no será por no intentarlo, pero el circuito no ofrece otra cosa. En esto aparecieron los primeros imprevistos: Ocon rompía la Power Unit Mercedes de su Force India, Räikkönen sufría una pérdida de potencia tremenda mientras luchaba por mantener su posición con Verstappen que le hacía retirarse y Vandoorne rompía su caja de cambios en la recta principal.

Ninguno de estos incidentes sirvió para que Charly Whiting se decidiese a sacar un safety car, por lo que la carrera mantenía sus distancias intactas. Hasta tal punto fue así que a mitad de carrera ya habían doblado a la mayor parte de los clasificados (hasta el séptimo), y al final de la misma muchos pilotos habían sido doblados dos veces por unos Mercedes que funcionaban a un ritmo arrollador con las mejoras introducidas y el cambio de neumáticos hecho por Pirelli.

De esto algún día habrá que hablar largo y tendido: no se pueden cambiar las reglas del juego a mitad de partida, de la misma forma que no se pueden cambiar unos neumáticos a mitad de campeonato. No es lícito. No es limpio. No es justo. Esto ya lo hemos vivido. Fernando fue el principal damnificado, y Vettel el principal beneficiado de aquellos cambios. Hoy es Vettel el damnificado y los dos Mercedes parecen ser los principales beneficiados.

Pero no perdamos el foco: que se haga un cambio de neumáticos no exime que el muro de Ferrari siga siendo el muro de las lamentaciones, en periodo de virtual safety car por una de las averías alguien en el muro creyó que era momento de hacer un segundo cambio de neumáticos al coche de Vettel. Sebastian, que rodaba segundo virtual y con neumático medio (el duro de la carrera) y que debía acabar con ese juego, se enfrentaba a un Bottas que venía por detrás pero todavía no lo había alcanzado, con los mismos neumáticos, en un circuito donde ya hemos visto que no hay quien adelante si no llevas un coche que sea varios segundos más rápido que el de delante. Y así, una vez más, Ferrari rompió el primer mandamiento de la F1: no ceder posición en pista si luego tienes que adelantar.

Solo Vettel y un Force India optaban por cambiar neumáticos, y ésto unido a una mala parada de Ferrari, hizo que Seb se incorporase a pista ¡con el mismo tipo de neumáticos medios! con los que había entrado a la parada, detrás de Max Verstappen. Y es que en un GP en el que Mercedes ha sido claro dominador, los Red Bull estaban intercalados en las posiciones de cabeza, a veces delante de un Ferrari, a veces de un Mercedes: la nueva evolución aerodinámica que han traído ha parecido funcionar adecuadamente, pues Ricciardo se llevó dos vueltas rápidas de carrera, y eso nos dice que hay Red Bull para rato. El movimiento del muro de Ferrari no sólo le había costado a Vettel la segunda posición, sino también el podio.

Leclerc Bien

Reparto del botín

Con las posiciones ya francas en carrera, sin contratiempos que pudiesen variar la situación, acababa el GP con Lewis Hamilton en primer lugar, Bottas segundo y Verstappen tercero, cuarto Vettel, quito Ricciardo, sexto Magnussen, séptimo Carlos Sainz, octavo Fernando Alonso, noveno Sergio Pérez y décimo Charles Leclerc.

Tras esta carrera el mundial de pilotos sigue con Lewis Hamilton al frente, aumentando la distancia:

  1. Hamilton: 95 puntos
  2. Vettel: 78 puntos
  3. Bottas: 58 puntos

En escuderías Ferrari ha sufrido un duro golpe con el abandono de Räikkönen, cediendo el liderato:

  1. Mercedes: 153 puntos
  2. Ferrari: 126 puntos
  3. Red Bull: 80 puntos

Próxima carrera: GP de Mónaco, un sitio donde tampoco se puede adelantar (demasiado), pero al menos hay muros que ponen las cosas difíciles y penalizan los errores.

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Sobre mí

Bigotum Maximus

Un día decidí comprar la F1, y entonces me ficharon en el @SafetyCast. Ahora que ya tengo la F1 a mi gusto, me han invitado a colaborar con espirituracer.com contando aquello que hay detrás del bigote y ¿sabéis lo mejor de todo? Que estoy al ladito de uno de los ídolos de mi niñez: Paco Costas.

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