Llegaba el GP de Canadá en el clásico circuito de Giles Villeneuve, y como suele suceder todas las marcas traían evoluciones para sus mecánicas propulsoras: Ferrari, Renault y Honda. Sí, avezado lector, ya estoy haciendo trampas: esas no son todas las marcas, falta una: Mercedes.

Y es que el asunto esta temporada está complicadillo. Con sólo tres recambios de PU (ICE, MGU-H, Turbo) y dos recambios para la parte eléctrica (MGU-K, CE y ES), la planificación de las mejoras es uno de esos puntos fundamentales si se quiere optar al campeonato y no penalizar en una pelea que se juega al fallo. Renault traía mejora de ICE, Turbo y MGU-H, pero dejaba la MGU-K para otro momento… un momento que llevamos esperando casi un año y medio (y sin casi), y que dicen las malas lenguas que no llegará hasta que Red Bull tome una decisión sobre el proveedor de motores para 2019 (decisión postergada a Austria).

La mejora se montaba en todos los coches de Renault, pero las otras dos marcas no podían montarlo en todos: Honda traía mejoras para la parte térmica, pero sólo pudieron ponerlas en el coche de Hartley, en el de Gasly se atragantaron. Ferrari sólo pudo traer una unidad mejorada, y se la instalaron a Vettel, una decisión que a largo plazo le daría la carrera a Ferrari.

Mercedes, por contra, parece ser que encontró algún problema de fiabilidad de última hora en la mejora planificada, así que optó por cancelar su introducción de momento. Quizás la veamos en el siguiente GP, pero estas cosas necesitan mucha precisión. Quizás esta decisión les ha costado la carrera, pues Vettel era muy rápido y no podían con él.

Primera vuelta, primer incidente

La salida del gran premio venía dada por una clasificación con pocas sorpresas: una rotura de motor de Grosjean hacía que saliese desde el fondo de la parrilla, y el problema de Gasly permitió que Fernando Alonso y Stoffel Vandorne consiguiesen pasar por los pelos a la Q2. A partir de ahí, lo normal. Ferrari, Red Bull y Mercedes delante, Renault, y Force India después, y a partir de ahí todos mezclados.

Cuando el semáforo se apagó, la salida fue buena para Vettel, que conservó bien la primera posición, y Verstappen atacaba desde su P3 a Bottas por la segunda posición, pero Bottas aguantó en paralelo las dos primeras curvas y conservó su posición. Mientras, por detrás, Fernando Alonso quedaba estrangulado en la salida perdiendo posiciones, y la lucha en el paquete trasero empezaba a subir de temperatura, hasta que en la curva 5 de la primera vuelta Stroll toca y pincha su rueda trasera, lo que hace que pierda el control del coche en la curva 6 en el momento en el que Hartley le estaba adelantando por el exterior.

El Williams de Lance Stroll empujó fuera en un violento choque contra las barreras al Toro Rosso-Honda de Hartley, que estuvo a punto de volcar, y terminó con el morro por encima del lateral del coche de Stroll. Ambos coches quedaron fuera de combate con grandes daños, y en el caso de Brendon Hartley se le envió a revisión médica ante la violencia del choque sufrido: la cubierta de la espuma lateral del coche, junto a la zona del casco, estaba dañada por la violencia del impacto.

Ante el golpe hubo que sacar el safety car para poder retirar los coches averiados, momento que aprovecharon algunos competidores para pasar por boxes a cambiar neumáticos, ante la posibilidad de haber pisado algún elemento cortante derivado por el impacto. En la reanudación, Fernando Alonso ganaba tres posiciones para alcanzar el decimoprimer puesto, mientras que por delante las posiciones permanecían más o menos fijas: Vettel, Bottas, Verstappen, Hamilton, Ricciardo y Räikkönen.

Carrera estratégica

En una carrera estratégica, las paradas empezaron relativamente pronto, con Hamilton y Verstappen abriendo el fuego entre los de delante, y aprovechando Ricciardo para hacer un overcut de libro a Hamilton. Desde ese momento, las posiciones virtuales no cambiaron delante, dejando seis coches en primera división, y el resto de la parrilla en una clara segunda división. Hasta tal punto fue así que los mejores del resto, los dos Renault, séptimos y octavos a final de carrera, fueron doblados por el grupo principal. Una pena que en la Fórmula 1 siga habiendo estas diferencias tan grandes.

Por detrás, Fernando Alonso luchaba con Leclerc con un Sauber por la décima posición, y tras algunas escaramuzas y tras el paso por boxes, Fernando conseguía hacerse con esa décima posición que, por ritmo de carrera, parecía claramente suya. Sin embargo, pasado el ecuador de la prueba, Fernando de repente empezó a perder potencia: un problema con los escapes del motor hacía que perdiese potencia y toda posibilidad de puntuar, teniendo que retirar el coche de inmediato.

Carlos Sainz, por su parte, estuvo toda la carrera detrás de Hulkenberg, y si bien no mostró un ritmo superior, tampoco fue inferior, e incluso hizo de escudo contra los ataques de Esteban Ocón, que en algunos momentos, y ayudado por la maniobra del trenecito al ser doblado, consiguió acercarse a distancia de DRS del español, pero que no pudo llegar a tirar el coche en ningún momento.

Bandera a cuadros x2

Así acabó el GP de Canadá, con anécdota incluída: una vuelta antes de la finalización, Winnie Harlow, modelo canadiense e invitada de Mercedes, agitaba la bandera a cuadros desde la cabina de dirección de carrera en la recta principal del circuito, y las cámaras e infografía de la transmisión empezaban a indicar que la carrera se había acabado. Por suerte los pilotos se fiaban de sus volantes, y desde las radios les avisaban que la fiesta no se había acabado y que quedaba una vuelta por dar. Vettel ganaba sin discusión, Bottas llegaba con la lengua fuera y casi sin gasolina, asediado por Verstappen, Ricciardo llegaba controlando la distancia con Hamilton, y después aparecía Räikkönen.

Tras esta prueba el mundial de pilotos tiene cambio de líder:

1. Sebastian Vettel: 121 puntos
2. Lewis Hamilton: 120 puntos
3. Valtteri Bottas: 86 puntos

El mundial de constructores sigue estable:

1. Mercedes: 206 puntos
2. Ferrari: 189 puntos
3. RedBull: 134 puntos

Siguiente parada, el circuito de Paul Ricard en Francia dentro de dos semanas, donde no se corría desde el año 1990. Un retorno a un circuito histórico donde veremos si Ferrari se consolida, o Mercedes vuelve a la carga con su nueva evolución.