Otra vez. Ha vuelto a pasar. Otro Carrerón. La últimas carreras, con apariciones del Safety Car en las últimas vueltas, han generado situaciones imprevistas con carreras al sprint que nos han dejado boquiabiertos viendo coches cojos en unos casos, subidos a los sofás delante de la tele en otros, unos gritando de emoción y otros con la mandíbula desencajada. Y es que esta emoción es lo que todos esperábamos de las carreras de la Fórmula 1. Va por buen camino.
La primera vuelta
El lío empezó el la primera vuelta: se salvaba límpiamente la primera curva, con Sebastian Vettel en primera posición, Ocon adelantando a Räikkönen y un grupo más o menos ordenado detrás, pero en la segunda curva empieza a subir la temperatura: un novato con un Williams, Sergei Sirotkin, calcula ligeramente mal las distancias y toca la trasera de Sergio Pérez, saltando algunos trozos de fibra de carbono y empezando a ensuciar la pista. Lo que parecía un incidente sin mayores consecuencias deja al Williams en la parte central de la pista, más lenta de lo habitual, situación que aprovechan Fernando Alonso por la izquierda en la siguiente recta y Nico Hulkenberg por la derecha para intentar adelantarlo.
Es en ese lance donde se produce el primer incidente grave de la carrera: Hulkenberg, teniendo el muro muy cerca, decide apretar al Williams de Sirotkin, el cual reacciona echándose a su vez bruscamente a la izquierda, y encontrándose a un Fernando Alonso que, sin comerlo ni beberlo, recibe un impacto lateral que le hace pinchar las dos ruedas del lado derecho y sufrir pequeños daños en el alerón delantero, mientras que Sirotkin pincha su rueda delantera izquierda y termina parando el coche en la escapatoria de la siguiente curva.Mientras esto sucedía en la parte inicial de la recta, a la cabeza del grupo se producía el siguiente incidente grave de la carrera: Kimi sacaba los dientes y atacaba a Ocon, cogiendo el interior de la siguiente curva y situándose paralelo al francés de Force India, que alarga la frenada y decide dar un cerrojazo sin sentido en la tercera curva del trazado: las consecuencias no se hicieron esperar. Estando el Ferrari de Kimi con su eje delantero por delante del eje trasero del Force India de Esteban, un muro a la izquierda y el coche del francés cerrándole de manera demasiado agresiva a la derecha, no había dónde ir, y embiste de manera inevitable a Ocon, el cual acaba contra las protecciones de la salida de la curva sin poder volver a la carrera.
Y sólo llevamos 30 segundos de carrera… Restos de fibra de carbono, ruedas pinchadas, pilotos fuera de combate… hay que sacar el primer safety car de la carrera, lo cual neutraliza las posiciones momentáneamente, dejando algunos coches tocados, que cambian ruedas por precaución ante lo sucedido y porque se abre una nueva ventana de estrategia. Si se pone el neumático duro (que paradójicamente es el blando de la gama: Pirelli, Pirelli, no aprendemos…) es posible intentar llegar hasta el final de la carrera. Y aquí viene LA machada. Otra más. ¿De quién? Del incombustible Fernando Alonso.
Dos ruedas destrozadas y 4 kilómetros por delante: los coches cojos
La toma de la realización mostraba a un Fernando Alonso saltándose algunas curvas para intentar controlar su coche, con dos ruedas pinchadas, las dos del lado derecho. La cámara on-board nos mostraba al bicampeón mundial luchando denodádamente durante 4 kilómetros para llevar de vuelta su coche a box e intentar seguir. Pocas veces se ha visto algo igual. Hay que remontarse a otros tiempos, a otras leyendas como Giles Villeneuve, para ver un piloto con ese pundonor, ese hambre, ese instinto competitivo, esa pasión. No me queda duda que el resto de la parrilla habría retirado el coche en esas condiciones: Sirotkin lo hizo. Esteban lo hizo. Fernando no.
Con tremendos daños llevó el coche hasta boxes, y tuvo las narices, los arrestos, la audacia y, perdóneme querido lector por las palabras gruesas, los cojones de entrar con un coche desllantado de las dos ruedas del mismo lado por la chicane de la entrada a box e irse contra el muro para corregir la trayectoria y dejarlo colocado para el carril de boxes. De pura rabia y competitividad, tuvo la osadía de intentar arreglar ese desaguisado cuando lo fácil habría sido retirarse.
Y pese a la adrenalina, tuvo las agallas para jugársela con un coche destrozado, tuvo la suficiente cabeza para entrar despacio y con cierta seguridad para que ninguno de sus mecánicos sufriese lesiones y dejó el coche colocado para intentar devolverlo a pista tras un cambio de morro, ruedas y revisión de daños.Sólo por esto ya habría que ponerse en pie y aplaudir.
Por la gesta de llevar ese coche cojo hasta boxes y hacerlo en esas condiciones, arrastrándose con el fondo plano y sin neumáticos. Por la demostración empírica de que cuando hay hambre, da igual qué hayas conseguido antes. Por dejar claro una vez más su compromiso. Por mostrar que no importan los mundiales ganados, el dinero o la fama.
Estamos viviendo un momento único con un piloto único, un piloto que rompe el molde, alguien que no contento con estar en la F1, este fin de semana nos llevará a disfrutar con él en el WEC. No sabemos la suerte que tenemos. No lo sabemos. Esta es la épica que se recordará por años. Gladiadores batiéndose el cobre.
Volvemos a la carga
Tras irse de pista el safety, Vettel arrancaba consiguiendo el espacio suficiente para que Hamilton no le inquietase en la primera curva, y abriendo posteriormente el hueco de manera consistente hasta situarlo en un margen de 4-5 segundos que le daba suficiente seguridad para poder cometer errores leves y al mismo tiempo cuidar sus neumáticos.
Todos los coches en general, pero los Mercedes en particular, tenían bastante problemas para conseguir meter sus ruedas en temperatura, lo que en este reinicio propició ciertos cambios de posiciones. La guerra entre los Red Bull empezaba a recrudecerse, con un Max Verstappen que defendía su posición más allá de lo razonable con su compañero de equipo primero. Tanto es así, que en uno de los intentos cerró a Daniel Ricciardo, que lo dejó muy corto de velocidad a la salida de una curva, momento que aprovechó Carlos Sainz para sobrepasarlo y Nico Hulkenberg para ponerse a su estela. Tras un intento infructuoso de Carlos Sainz para adelantar a Max, tuvimos una escena curiosa en la recta principal del circuito urbano de Bakú: con el DRS disponible los dos Renault iniciaban hostilidades contra los dos Red Bull, y veíamos a ambos luchando en parejas, en paralelo en la recta principal.Carlos consiguió acceder a un cuarto puesto temporal, mientras que Hulkenberg pasaba a Ricciardo para ponerse quinto, y posteriormente a Verstappen para ponerse cuarto. Fue remarcable la velocidad con la que Sainz empezó a poner tierra de por medio tras adelantar a Verstappen, y es que lo hizo tan bien que cuando Nico consiguió pasar a Verstappen no era capaz de conseguir alcanzar el ritmo de Carlos.
Hasta tal punto fue así que en la entrada de una curva, intentando forzar el ritmo para mantener la distancia con el español, la trasera del coche de Nico se descolocó en frenada, haciéndole impactar contra el muro y dejándole fuera de la carrera.
Mientras, por detrás, Daniel Ricciardo, con un ritmo superior al de su compañero, no era capaz de adelantar a Verstappen debido a la agresividad de éste, llegando a colisionar Max con Ricciardo en la curva de final de recta, momento que estuvo a punto de costar la retirada de ambos coches. Aun no sabemos cómo se mantuvieron sin daños, pero siguieron. La temperatura iba subiendo, hasta que empezó el baile de paradas para cambiar los neumáticos de aquellos que todavía no habían entrado.
Zafarrancho de combate
Y aquí se produjo otro momento álgido de la carrera: Ricciardo consiguió pasar a Verstappen, y tras unas vueltas que parecía que habían dejado atrás la subida de temperatura entre los compañeros de escudería Red Bull, en la parada de neumáticos el equipo llamó primero a Ricciardo. Si bien esto es habitualmente una garantía para el piloto situado delante de que no le podrán hacer el undercut, esto solo es cierto si eres capaz de hacer funcionar los neumáticos (meterlos en la ventana de temperatura de operación óptima). Y dadas las condiciones del circuito, y la experiencia previa en esta carrera, así como la de otros pilotos que habían cambiado ruedas antes, los nuevos neumáticos tardaban hasta dos vueltas en entrar en temperatura: lo que sobre el papel podría parecer una ventaja para Daniel Ricciardo en la práctica era una condena.
Tal fue así que Ricciardo hizo un cambio de ruedas en 2,2 segundos, muy rápido, y aun así Verstappen le adelantó al hacer su cambio de ruedas. Le hizo un overcut. Volvía el drama en Red Bull. A Ricciardo le había saboteado su propio equipo y tendría que volver a ser agresivo para volver a pasar a Verstappen. Que esta situación se hubiese provocado a sabiendas o no poco importaba ya.
Ricciardo, calentando las ruedas durante su primera vuelta en pista, usó la segunda vuelta para cargar batería y acercarse a un Verstappen que luchaba por calentar otra vez las ruedas como fuese para defenderse del previsible ataque de Daniel. En este estado llegaron a la recta de meta: Daniel a no mucha distancia, con el DRS, ruedas en temperatura adecuada y luchando por coger el rebufo de un Verstappen que hacía eses para intentar zafarse de su compañero, y finalmente, llegando a la zona del grid, Ricciardo alcanzó a su compañero.
Empezaron las escaramuzas con dos cambios de dirección de Verstappen para cubrir lo máximo posible de pista y dificultar la maniobra de Ricciardo, el cuál empezó su ataque dirigiendo su coche hacia el exterior de la pista, movimiento al que Verstappen respondío cerrando a su compañero para impedir el ataque y se aproximaron a la zona de frenada, a más de 320 km/h Verstappen y más de 330 km/h Ricciardo.Daniel, ante el movimiento de su compañero que dejaba desprotegido el interior, hizo otro movimiento para colocarse de cara a la frenada y empezó a frenar, había el sitio justo, pero suficiente, pero Verstappen hizo otro movimiento más a la izquierda cerrando de nuevo a Ricciardo y sin posibilidad de reacción, situando su coche justo delante del coche del autraliano, y negándole la posibilidad de tener aire limpio para la frenada, lo que junto al efecto de aspiración del difusor trasero de Max dejaba a Ricciardo sin posibilidad de frenar de manera efectiva al perder la presión necesaria en el alerón delantero para mantener las ruedas con fuerza contra el asfalto.
El resultado estaba claro: daba igual lo mucho o poco que frenase Ricciardo, bloquearía sí o sí las ruedas delanteras al no tener la ayuda aerodinámica necesaria.
Verstappen selló su propio destino y el de su compañero al cerrarlo: lo que se veía venir desde el principio de la carrera sucedió, impacto entre los dos Red Bull y ambos coches fuera de carrera en la escapatoria de la primera curva.
Banzai!
Ante este incidente que llenaba la pista de trozos de fibra de carbono a final de recta y la escapatoria bloqueada, Charlie Whitting optó por sacar de nuevo el coche de seguridad, lo que hacía que todo el mundo reajustase sus estrategias: Bottas, que no había parado y que iba en primera posición del GP debido a los cambios de ruedas del resto de pilotos, se encontró con una parada gratis que le permitía mantener esa primera posición. Mientras, en Ferrari, Vettel se preguntaba qué había pasado para no ser él primero, si era una posición que tenía franca: lo mismo que le benefició a él en Australia le acababa de suceder a la inversa aquí.
Mientras esto sucedía, por detrás Raikkonen y Hamilton afilaban los cuchillos, Sainz preparaba el hacha, Pérez a la chita callando iba calentando neumáticos para el siguiente ataque y Alonso, que tras el primer coche de seguridad salía a la cola del pelotón, esta vez estaba en la parte media, con la caña de pescar lista y pidiendo por radio que se retirase el coche de seguridad, que aquí había tema.
Estando así las cosas Grosjean avisa por radio que si el coche de seguridad sigue mucho más, los neumáticos será imposible meterlos en temperatura, para unos segundos después, estrellar el coche mientras intentaba calentar las ruedas en un fallo de principiante. Esto propició que el coche de seguridad estuviese unos cuantos giros más en pista mientras una grúa sacaba como podía el Haas del francés, momento que aprovechaba Vandoorne para cambiar las ruedas y poner unas ultrablandas calentitas. Esta estrategia le hizo salir al final del pelotón, último y con mucha diferencia, pero con una ventaja: podía ir más rápido para coger al pelotón, lo que unido a los neumáticos recién montados a temperatura y a que estos eran ultra blandos, le permitía tener los “zapatos” en perfecto estado para la relanzada.
Así llegamos al momento Banzai! de Sebastian Vettel y la escudería Ferrari: al irse el coche de seguridad Bottas arranca desde muy lejos, permitiendo que el resto de coches puedan jugar a rebufos debido a la alta velocidad alcanzada, y Sebastian Vettel aprovecha para tirarse en la frenada de la primera curva: “ahora o nunca” debió pensar el alemán.
Y salió nunca. Vettel se pasaba de frenada y pasaba de atacar la primera posición a una tercera plaza en solo una curva, y con una velocidad muy lenta de salida que permitía a Kimi Räikkönen adelantarlo sin demasiados problemas en la siguiente recta, lo que le condenaba a una cuarta posición muy dura, pues Pérez venía con ganas de guerra.
Con los dos Mercedes en cabeza, Bottas y Hamilton, Kimi en tercera posición, Vettel en cuarta y Pérez en quinta volvió a suceder lo impensable: en el siguiente paso por la recta de meta, Bottas pasaba por encima de dos trozos de fibra, y uno de ellos le rajaría el neumático trasero llegando a la llanta, provocando incluso un chispazo por el contacto. Reventón a más de 300 km/h en la recta principal.
Bottas retiraba el coche, y se quedaba con el ánimo destrozado tras una barrera de protección.
Salvando los muebles
Hamilton finalmente consigue salvar los muebles en lo que bien podría haber sido un fin de semana para olvidar. Ahora en primera posición, tan solo tenía que aguantar un par de vueltas más para recoger un fruto que se encontraba sin comerlo ni beberlo: sí, había que estar ahí, pero no es menos cierto que Bottas o Vettel habían hecho mejor carrera, e incluso fin de semana completo, pero la Diosa Victoria es una dama caprichosa. El de Tewin se llevaba el gato al agua y los 25 puntos.
Por detrás, Kimi Räikkönen conseguía un segundo puesto, mientras que Pérez conseguía sobrepasar a un Vettel con un plano del tamaño de las llanuras del oeste americano, que bastante tenía con llegar a meta sin pasar otra vez por boxes.
Carlos Sainz conseguía un meritorio quinto puesto, con Fernando Alonso en un séptimo lugar con un coche desvencijado sin la cuarta parte del difusor trasero, el fondo plano agujereado, y luchando las últimas vueltas contra el Williams de Lance Stroll en un festival de adelantamientos mutuos. Vandoorne llegaba en novena posición, lo que hacía que ambos McLaren puntuasen una carrera más, gracias a la estrategia del cambio de neumáticos del último coche de seguridad.
Muy meritoria carrera de Charles Leclerc, que acabó en sexto lugar, con un gran premio muy trabajado de principio a fin: su posición no fue un accidente, sino el resultado de un gran piloto que supo lidiar con los contratiempos de la carrera, y estar en todo momento en un lugar adecuado luchando con un buen ritmo de carrera.
Mención aparte hay que hacer para Kevin Magnussen: en una maniobra que sobrepasa en varios kilómetros la línea que separa la dureza en carrera de las maniobras homicidas, tiró su coche contra el de Gasly cuando ambos estaban en paralelo en la recta principal a casi 300 km/h, llegando a impactar; y no contento con eso, cerró la trayectoria posteriormente en la misma recta empujando a Pierre hacia el inicio del muro de hormigón de boxes: el pitwall.Es sorprendente la primera maniobra, muy peligrosa y sin justificación alguna, pero la segunda de ellas es directamente homicida, y merecedora de que le quiten ipso facto todos los puntos de la superlicencia, y que no volviese a competir esta temporada.
La última vez que a un piloto se le mandó a casa fue a Grosjean por el incidente en Spa que casi nos cuesta una desgracia a todos. Aquella maniobra fue peligrosa, pero no homicida: fue un conjunto de factores lo que elevó el riesgo de la misma. La maniobra de Magnussen es consciente y buscada: homicida. No hay por dónde cogerla. Un piloto así, que además ya viene de atrás provocando acciones más que cuestionables, no debería seguir corriendo en esta categoría. No es suficiente que los comisarios le hayan quitado dos puntitos de la superlicencia. Es un insulto al resto de los pilotos. Es un insulto a los espectadores. Es una vergüenza.
Lo que se puede extraer de este gran premio es que Ferrari tiene coche para ganar el campeonato, y prueba de ello es que sigue en primera posición en el campeonato de constructores, pero es Vettel el que puede perderlo.
Tras esta carrera, el mundial de pilotos tiene cambio de líder:
- Hamilton: 70 puntos
- Vettel: 66 puntos
- Räikkönen: 48 puntos
En escuderías, tras cuatros grandes premios disputados, las cosas se aprietan un poco más entre los dos primeros con cambio de posiciones incluído:
- Ferrari: 114 puntos
- Mercedes: 110 puntos
- Red Bull: 55 puntos
Espías en el paddock
Red Bull empieza a negociar con Honda de cara a 2019…
Bigotum Maximus
Un día decidí comprar la F1, y entonces me ficharon en el @SafetyCast. Ahora que ya tengo la F1 a mi gusto, me han invitado a colaborar con espirituracer.com contando aquello que hay detrás del bigote y ¿sabéis lo mejor de todo? Que estoy al ladito de uno de los ídolos de mi niñez: Paco Costas.Mil gracias! La carrera ha ayudado, a ver si tenemos también suerte para la siguiente.
Me uno a las buenas críticas sobre la cónica También las malas a Verstappen. Me gustan los pilotos agresivos, me gusta Montoya, me gusta Pérez, me gusta Verstappen… Pero ser agresivo no te da derecho a: 1 – waving en la recta para evitar rebufo (legal creo, pero muy feo) 2 – múltiples cambios de dirección (ilegal, además de muy MUY feo) 3 – el último de esos cambios ya en frenada y arrinconando contra el muro (legal, pero se pasa de feo) Mención aparte para Magnussen. Ya tiene un historial amplio en los pocos años que lleva. El domingo… Leer más »
Gracias!!
Yo también le veo en el podio a Carlos, tiene manos, el coche va para arriba y todavía está en adaptación: quizás para la segunda parte de la temporada lo veamos luchar más asíduamente por la cumbre!
Lapsus fixed.
Mira que la Fórmula 1 moderna no me interesa, pero leyendo crónicas como esta, casi dan ganas de volver a hacerlo.
Por artículos como este, no comento nada de Fórmula 1. Me sentiría como salir desde el final de la parrila con un triciclo a pedales, hay que reconocer que el que sabe, sabe…
A sus pies… gracias!
Lo de Verstappen es de traca. ¿Alguien puede explicar por qué no le sancionaron por recortar una curva completa para protegerse del adelantamiento de Sainz?
Por lo visto consideraron que no estaban en lucha…
¿alguien se lo explica? yo no…