Tras varios días con el Lexus LBX, podemos afirmar que es un auténtico Lexus

Tras varios días con el Lexus LBX, podemos afirmar que es un auténtico Lexus

Esconde mucho más de lo que parece a simple vista


Tiempo de lectura: 11 min.

Voy a ser muy sincero desde el primer momento: estoy muy sorprendido, gratamente sorprendido. Después de varios días y algunos cientos de kilómetros con el Lexus LBX, mi percepción del coche no es, ni de lejos, la que tenía cuando la marca lo dio a conocer. En aquel momento, lo primero que pensé, y seguramente que muchos otros también lo haría, era que “ya tenemos un nuevo B SUV, que no aportará realmente nada nuevo, un coche más para hacer caja”. Pues bien, me veo en la obligación de retractarme totalmente porque el Lexus LBX no es un SUV más, es un auténtico Lexus pero en formato pequeño, no se dejan ni solo detalle al azar y tanto la calidad de fabricación, como el tacto de conducción están a un nivel que pocos en el segmento B podrán igualar.

El LBX es el modelo de Lexus más pequeño actualmente a la venta, un coche que no llega a los 4,20 metros y solo se ofrecerá con un motor, un grupo híbrido enchufable de 136 CV y 185 Nm de par que, os adelanto, ofrece un rendimiento más que bueno. Se articula sobre la plataforma del Toyota Yaris Cross, comparte motorización de combustión y esconde cosas que, a priori, no serían dignas de un Lexus, como un eje trasero por barra de torsión. Detalles que, como os decía, me hicieron pensar que aquí no había nada realmente nuevo, un SUV más en un mercado sobrepoblado por Sport Utility Vehicle de todas las clases y condiciones, que solo serviría para que aquellos que no pueden pagar un Lexus UX o un Lexus ES, puedan acceder a la marca. Es, precisamente, lo que hizo el Audi Q2, el cual, es fácil ver por las calles con familias de cuatro miembros en su interior. Y el Q2 no es el coche más indicado para una familia de cuatro miembros.

Además, estéticamente no vi, en su momento, nada que fuera demasiado interesante, creo, incluso, que está un poco falto de carisma y cualquiera de sus hermanos mayores tiene más presencia. Sin embargo, una vez con el coche frente a mí, algunas percepciones cambiaron y, como corresponde, debo reconocerlo. De entrada, el coche es más musculoso de lo que se aprecia en las fotos, con unas caderas muy anchas que le aportan algo de empaque. Es un coche bastante compacto, pero las proporciones son buenas –a mí me lo parecen– y, en general, resulta bastante elegante. De hecho, y como sorpresa tanto para mí como para Miguel –nuestro particular stuntman, para quien no lo conozca–, la gente se giraba a mirar el coche al pasar e incluso hubo quien se acercó a verlo de cerca cuando nos deteníamos. Nunca dejé de tener la sensación de que faltaba algo de carisma, pero es evidente que el coche tiene algo que yo no soy capaz de captar.

El diseño del coche parece haber dado en el clavo, porque la gente lo mira al pasar e incluso se acercan a obserbar cuando el coche se encuentra estacionado

Lexus LBX 9

No hay en la categoría un refinamiento como el que ofrece el Lexus LBX

Con el coche enfrente, como decía, las cosas cambian mucho. Las curvas de la carrocería, las superficies lisas y sencillas, las proporciones, todo desprende un cuidado por el detalle notable, incluso la llave, una simple llave, ya muestra que el Lexus LBX no es un B SUV más. Es un detalle que os invito a comprobar, porque la llave de cualquier coche ya adelanta algunas cosas que podrás encontrar una vez al volante. Si la llave tiene un aspecto sencillo y básico, es posible que el coche que conducirás ofrecerá un nivel de acabado similar. En el caso del LBX la llave no era ni sencilla ni básica, y además, tenía un peso bastante agradable, un claro adelanto de lo que encontraría una vez en marcha.

Por lo general, los primeros metros con un coche, cuando te dedicas a esto de probar diferentes modelos, son diferentes con respecto a los últimos kilómetros recorridos antes de entregar de nuevo el coche a la marca, sobre todo cuando te bajas de uno y, casi, te subes en otro inmediatamente. Hace falta un poco de tiempo para “limpiar” las sensaciones del coche anterior y evitar comparaciones. Sin embargo, con el Lexus LBX ocurrió algo particular: los primeros metros fueron iguales a los últimos, es decir, la percepción y las sensaciones no cambiaron nada a lo largo de los días que tuve el coche, y eso, al menos para mí, es por culpa de su altísimo nivel de acabado y su calidad de rodadura. Está a un nivel tal alto, que desde el primer momento destaca por encima del resto de cosas.

Hay cosas que delatan la categoría del coche, y son cosas que no todo el mundo valora. Por ejemplo, el cierre centralizado no emite ni un solo ruido, ni un pequeño “click”, nada; solo sabes que el coche está abierto porque se abren los espejos y se encienden los indicadores de dirección. Los elevalunas, por su parte, como en todos los Lexus, reducen la velocidad de las ventanillas cuanto están cerca de llegar al final de su carrera, para evitar el típico golpe al llegar al tope y ofrecer un cierre supersuave y silencioso.

Suavidad, refinamiento y mucha calidad; son las notas predominantes en el Lexus LBX

Lexus LBX 20

Luego está el sistema de apertura de las puertas, que no es un tirador convencional ni desde fuera ni desde dentro. Desde fuera, el tirador es fijo y esconde un pequeño botón en su interior que se acciona, básicamente, con arraigar el tirador. Para salir del coche, el tirador está colocado justo en el brazo de la puerta y tiene dos funciones: una de ellas, supercómoda, permite abrir la puerta pulsando el tirador –la maniobra es, sencillamente, presionar y empujar, se hace casi en un solo tiempo–, y la otra, permite tirar del tirador –valga la redundancia– en dos tiempos para desbloquear la puerta.

Toda la sensación que transmite el habitáculo es de calma, sosiego, de orden. Quizá es demasiado soso, aunque la calidad es la principal nota predominante en todos los apartados: visual, táctil y hasta olfativa. El tacto del volante, de los asientos, la postura de conducción, el tacto de los botones y del selector del cambio… todo es 100% Lexus, La parte superior del salpicadero es de un material llamativamente blando y muy agradable de tocar, los plásticos de la parte inferior no son blandos, pero son igualmente agradables. El pedal del acelerador, de compas, tiene una dureza justa que lo hace muy cómodo de accionar, al igual que el freno, cuyo tacto es de lo mejor entre los híbridos.

Suavidad, pero una suspensión más firme de lo que cabría esperar

Hasta ahora, todo lo que se ha contado es propio de cualquier Lexus o de algunos coches de alta gama, pero no es normal encontrar esos detalles en un segmento B. Es cierto que MINI ofrece un altísimo nivel de calidad y un tacto de conducción casi sin igual, pero MINI no nos presta coches así que no podemos compararlo, Audi tampoco nos presta coches y tampoco podemos comparar con el Audi Q2, pero no me cabe duda de que el Lexus LBX es uno de los referentes en cuanto a calidad, tanto de fabricación como de conducción, aunque merece la pena destacar que el LBX no es un coche que presente un talante especialmente deportivo. El B SUV de Lexus apuesta por el refinamiento y por el confort, dejando temas más velocísticos o pasionales para otros o para, como dicen los rumores, para un LBX más radical y prestacional.

El LBX resulta agradable de conducir en cualquier circunstancias, hasta el punto de coger el coche por puro vicio

Lexus LBX 26

El silencio es la primera nota que aparece cuando se inicia la marcha. El Lexus LBX, como la enorme mayoría de los modelos de la firma japonesa –tienen un eléctrico, y no olvidemos el nuevo RX enchufable–, es un híbrido convencional cuya tecnología es un desarrollo de su casa matriz: Toyota. Un grupo motor que funciona muy bien, siempre que no se exija prestaciones, y no porque ande escaso, sino porque el sonido del motor se hace desagradable cuanto más potencia se pida con el acelerador. Es un al endémico de todo modelo del grupo Toyota y con la calidad que han logrado alcanzar en Lexus, no se explica que todavía se escuche el motor de una manera tan pobre cuando se pide máxima potencia. Acaba por estropear toda la atmosfera que se tiene en el interior y se tiende a no pisar el acelerador más de la cuenta. Hasta la mitad de recorrido del acelerador, el sonido del motor se mantiene a un nivel aceptable, pero a partir de ahí sube tanto como se pise el acelerador y ya no es solo la monotonía constante –provocada por el variador continuo–, sino que debemos sumarle que al ser un tres cilindros, el sonido es feo.

Obviando eso, porque no se puede hacer nada contra ello, hay otras cosas que si destacan y mucho. Según ficha técnica, el Lexus LBX cuenta con 136 CV y 185 Nm de par, pero a la hora de la verdad, parece que hay alguno más. No es normal que un híbrido con cambio CVT de la impresión de tener más poderío que el homologado por la marca, pero en este caso, así da la impresión. Sale con mucho ímpetu desde parado y acelera con muchas ganas, mientras el velocímetro muestra como la velocidad sube con soltura. No te empotra contra el asiento y el nivel de empuje tampoco se puede tildar de elevado, pero para 136 CV, y sobre todo, 185 Nm de par, las sensaciones son francamente buenas. Puedes jugar con el acelerador para ganar velocidad sin tener que soportar el feo ruido que llega desde el vano motor y si accionamos el modo B del selector del cambio –la función para aumentar la retención–, puedes circular por poblado sin tener que pisar el pedal del freno.

En ciudad ofrece un rendimiento sensacional: confort, suavidad, un buen tacto general… más o menos lo que te encuentras en carretera abierta, donde las curvas amplias son el ambiente donde más se disfruta el LBX. Curva amplias y tramos de velocidad sostenida, son su suavidad y sus buenos modales hacen que sea muy agradable conducir. Bueno, en realidad, el Lexus LBX es un coche muy agradable de conducir en todos los escenarios, es un coche que se disfruta por lo suave y refinado de su funcionamiento, aunque hay un detalle que parece no cuadrar con el resto: el tarado de la suspensión es más firme de lo que cabría esperar.

Todo el diseño interior es muy sobrio y transmite calma y sosiego

Lexus LBX 8

Cuando tienes frente a ti al LBX, lo primero que te viene a la cabeza es que será un coche cómodo y refinado, con una suspensión tirando a blanda, o mejor que blanda, vamos a decir “flexible”. Esperas que absorba toda irregularidad que te encuentres y que haya cierto movimiento de la carrocería en curvas. Sin embargo, nada de eso pasa con el pequeño SUV japonés, porque la suspensión no es ni blanda ni flexible, es tirando a dura. No pierde las formas nunca, a no ser que fuerces es exceso –algo que por lo general, un usuario normal no hace– y su velocidad de paso por curva llama mucho la atención, aunque seguramente los neumáticos, unos Dunlop SP Sportmaxx en medidas 225/55 R18, también tengan mucho que ver en ello.

Sí, el Lexus LBX es carísimo para ser un segmento B

Es el Lexus más pequeño del catálogo y seguramente sea el enemigo en casa para el Lexus UX, pero no es precisamente un coche barato. El precio base es de 33.900 euros, que se puede disparar hasta los 49.000 euros de las versiones más equipadas, un auténtico disparate para un segmento B. Es evidente que será el segundo coche de muchos usuarios que ya tienen un Lexus en casa, y por supuesto, también será el primer Lexus de muchos otros usuarios, pero que nadie espere ver muchas unidades por las calles. De todas formas, es justo reconocer que la calidad se paga, ¿verdad? No obstante, solo mencionar un par de detalles mejorables: las plazas traseras no pueden presumir de tener mucho espacio, pues los respaldos de los asientos delanteros quedan muy carca, y el maletero tampoco es precisamente grande…

Datos técnicos

FICHA TÉCNICA
MODELOLexus LBX
MOTOR TÉRMICOTres cilindros gasolina atmosférico, 1.490 centímetros cúbicos. Delantero transversal con 67 kW (91 CV) y 120 Nm de par.
MOTOR ELÉCTRICODelantero transversal con 69 kW (94 CV)
BATERÍANiquel - hidruro metálico en posición central trasera
RENDIMIENTOPotencia máxima100 kW (134 CV)
Par máximo185 Nm
TRANSMISIÓNTracción delantera. Cambio automático de tipo epicicloidal (variador continuo)
SUSPENSIÓNDelanteraMcPherson con muelle helicoidal
TraseraRuedas tiradas con elemento torsional
DIMENSIONES Y PESOSLargo por ancho por alto (mm)4.190 x 1.825 x 1.560
Batalla (mm)2.580
Peso declarado1.280 kilos
MALETEROCon todas las plazas / asientos abatidos332 litros / N.D.
Neumáticos225/55 R18
DATOS PRESTACIONALESAceleración de 0 a 100 km/h9,2 segundos
Velocidad punta170 km/h
Relación peso potencia9,41 kilos por caballo
CONSUMOSConsumo medio homologado (WLTP)4,5 litros cada 100 kilómetros
Consumo medio durante la prueba5,4 litros
PRECIO 33.900 euros

Galería de fotos

Lexus LBX

33.900 euros
Lexus LBX
6.7

Comportamiento en carretera

7.5/10

Comportamiento en ciudad

7.5/10

Confort

8.0/10

Consumo

8.0/10

Habitabilidad

5.5/10

Infoentretenimiento

7.0/10

Prestaciones

7.0/10

Relación valor/precio

7.0/10

Seguridad

8.0/10

espíritu RACER

1.0/10

A favor

  • Calidad general
  • Tacto de conducción
  • Consumos

En contra

  • Diseño interior muy sobrio
  • Plazas traseras pequeñas
  • Maletero muy pequeño
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Sobre mí

Javi Martín

Si me preguntas de donde viene mi afición por el motor, no sabría responder. Siempre ha estado ahí, aunque soy el único de la familia al que le gusta este mundillo. Mi padre trabajó como delineante en una empresa metalúrgica con mucha producción de piezas de automóviles, pero nunca hubo una pasión como la que puedo tener yo. También he escrito un libro para la editorial Larousse sobre la historia del SEAT 600 titulado "El 600. Un sueño sobre cuatro ruedas".

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Ingeniero de profesión, la mayor pasión de mi vida son los coches desde que era un chaval. El olor a aceite, gasolina, neumático...hace que todos mis sentidos despierten. Ahora embarcado en esta nueva aventura, espero que llegue a buen puerto con vuestra ayuda. Gracias por estar ahí.

Javi Martín

Si me preguntas de donde viene mi afición por el motor, no sabría responder. Siempre ha estado ahí, aunque soy el único de la familia al que le gusta este mundillo. Mi padre trabajó como delineante en una empresa metalúrgica con mucha producción de piezas de automóviles, pero nunca hubo una pasión como la que puedo tener yo. También he escrito un libro para la editorial Larousse sobre la historia del SEAT 600 titulado "El 600. Un sueño sobre cuatro ruedas".

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Todo vehículo tiene al menos dos vidas. Así, normalmente pensamos en aquella donde disfrutamos de sus cualidades. Aquella en la que nos hace felices o nos sirve fielmente para un simple propósito práctico. Sin embargo, antes ha habido toda una fase de diseño en la que la ingeniería y la planificación financiera se han conjugado para hacerlo posible. Como redactor, es ésta la fase que analizo. Porque sólo podemos disfrutar completamente de algo comprendiendo de dónde proviene.

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En la época en la que pasaba el día dibujando coches, alguien me preguntó: ¿pero a ti te gusta más la mecánica o la carrocería de los coches? Esa misma semana leí el Manual del Automóvil de Arias Paz. Tenía 14 años, esa simple pregunta es la razón por la que estoy aquí, desde entonces no he parado de aprender sobre lo que se convirtió en mi pasión.

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