Con Donald Trump Estados Unidos en algunos sentidos va marcha atrás. Vuelve la política al estilo Reagan, el proteccionismo económico, y el olvido hacia eso que se llama protección medioambiental o que el petróleo suba de precio. Las bajas cotizaciones del crudo han espoleado las ventas de SUV de todos los tamaños y grandes pick-up, afectando a los modelos más eficientes.
El efecto directo es que no suben las millas por galón medias por fabricante, por lo que el objetivo de tener en 2025 el doble de eficiencia hasta 50 millas por galón (4,7 l/100 km) ha dejado de ser posible. La EPA relaja por tanto la presión hacia los fabricantes y lo deja todo al gusto de la “mano invisible”.
Otro efecto es que los modelos que contribuyen a bajar esas emisiones empiezan a sobrar, especialmente si se venden en bajos números, ya que tienen márgenes pequeños. El Wall Street Journal comenta que General Motors se plantea cargase al Sonic (Aveo) y el Volt; Ford el Fiesta y el Taurus. Este último no es que sea pequeño, pero sale más rentable vender Escape (Kuga) y Edge, el cliente paga más por ellos.
Los norteamericanos empezarán a fijarse de nuevo en los coches pequeños o de bajo consumo cuando haya otra crisis energética, antes de llegar al punto idílico en el que los eléctricos serán tan numerosos que sobrará el petróleo en el mercado y el precio no volverá a subir. Lejos quedan los tiempos de los 5 y 6 dólares por galón, barreras psicológicas muy importantes a la hora de repostar por allá.
CAFE significa Media corporativa de economía de combustible
En Europa los fabricantes tienen que seguir apretando a los ingenieros para lograr en 2021 unas emisiones medias de 95 g/km, que está muy cerca del objetivo del CAFE para 2025. Lograr esa marca con los coches que se venden a este lado del Atlántico es posible, hacerlo con tanques más cerca de las dos toneladas que de una, difícil.
Para ponernos en perspectiva, en 2012 los sedanes, coupés y segmentos no-SUV eran la mitad de las ventas; en 2017 fueron el 37%. Los crossover y los SUV en cualquiera de sus grados están ganando adeptos, esta gente no aprende. Fue precisamente el apostar tan duro a los SUV una de las razones que llevaron a General Motors, Chrysler y Ford a rozar la suspensión de pagos y la quiebra hace… solo 10 años.
Se suponía que la EPA es la agencia de la protección del medio ambiente. Unos pocos fabricantes, como puede ser Tesla, avanzará hacia el futuro con o sin la EPA. Los fabricantes europeos y asiáticos ídem, siempre dispondrán de ese tipo de producto. Mientras tanto, en Estados Unidos seguirán exprimiendo la teta de los SUV hasta que se quede seca. ¿Y eso qué más nos da? Me temo que el aire que respiramos viene a ser el mismo cuando pasa el tiempo suficiente, todo se acaba globalizando. Y si consumiesen menos petróleo, lo tendríamos por aquí un poco más barato.
Menos mal que los chinos se han puesto medianamente a luchar contra la contaminación, y van a forzar una cuota mínima de ventas de eléctricos. Como Ford, General Motors y FCA se duerman en el cortoplacismo y la rentabilidad de sus segmentos típicos, esos que tienen peor o ninguna salida en los grandes mercados mundiales, les va a pasar lo mismo de 2008 algún día. Y puede que entonces la Casa Blanca ya no pueda echar una mano, ya que ella misma necesitará un rescate.
Javier Costas
Me gustan los coches desde que tengo uso de razón (o antes). Tras haber conducido más de 400 coches aquí sigo, divulgando y aprendiendo a partes iguales sobre las cuatro ruedas. Vosotros habéis hecho que se convierta en mi pasión.La gente compra SUV’s:
1. Ergo, más peso, ergo más consumo…
2. Ergo, más beneficios para la empresa…
Que le den al medioambiente. La economía manda.
Lamentable decisión, seguirá el despilfarro de recursos…
Algún día pasará la moda de los “SUVebordillos”? ?
Sí, hay tres caminos:
– Combustible más caro
– Impuestos al peso
– Que la sociedad empiece a percibir que no ayudan a la seguridad vial, solo a la personal y psicológicamente
En Estados Unidos básicamente ocurrirá por lo primero.