Sabe Geely que no necesita ponerse a la par de la belleza de los rivales a los cuales apuntó cuando decidió lanzar este SUV de tamaño completo. Sobre su Zeekr 9X, la primera compensación la logra por su condición de fabricante chino, lo que le abre las puertas de la consideración de los clientes asiáticos y lo que equivale a un desarrollo evolucionado de la electrificación, ocupar motorizaciones sin consideración de parte de rivales y menores costes de fabricación y, como consecuencia, precios de los más competitivos. Para ser una amenaza, no necesita colocarse a la altura de los bocetos que dieron paso a consolidados modelos de lujo europeos.
Si revisan la gama de Zeekr, notarán que si hay algo por lo que sus coches no se destacan es por los diseños. Me permito una excepción: el eléctrico Luxury Sedan aporta algo de sutileza en un catálogo donde la norma que interpela es la robustez. El Zeekr 9X, que espera seguir los pasos del 7X y expandirse al mercado europeo, no le escapa a la mediocridad estética, pero su figura marca una tendencia: para sus SUV medianos y grandes, las marcas chinas están adoptando, cual declaración de guerra comercial, el arquetipo de tradición que Land Rover ha construido con sus vehículos.
Jetour, con sus T1 y T2, muestra sus cartas al Defender y el 9X parece hacer lo mismo, pero advirtiendo al Range Rover. Su perfil delata sus intenciones y, por si acaso, las luces LED de su portón trasero parecen basarse y redoblar la apuesta de los pilotos del SUV británico. Si algo permitió el Salón del Automóvil de Shanghái 2025, fue poder conocer al 9X real, cuando, hasta ese momento, Zeekr solo lo había difundido mediante imágenes de prensa. El evento, en cambio, dejó al coche a merced de la curiosidad humana, permitiendo a los presentes recorrerlo de lado a lado.

Tras notar el parecido con el Rover y caminar los 5,2 metros de su longitud, el frontal indicó que entraba en escena otro señorito inglés. Con el Rolls Royce Cullinan también comparte rasgos de perfil, pero su calandra firma el paralelismo más exagerado. Al Zeekr 9X no le interesa llevar el refinado frontal del SUV de Royce. En su delantera, el de Geely modela sin pudor la calandra asiática más abominable jamás vista, como si quisiera ser considerada no una inspiración nacida de este elemento tan característico e inherente a la idiosincrasia de la marca británica, sino una sátira.
Siempre girando en círculos sobre el vehículo, tampoco le interesa al Zeekr 9X contar con puertas traseras suicidas, las que invierten sus bisagras y se abren en sentido opuesto a las delanteras, otro rasgo apropiado por Rolls Royce sin ser de su exclusividad. Pero, volviendo al frente, si el Cullinan hace gala del Pantheon como su marca registrada, este SUV híbrido enchufable chino lleva una rejilla de baño cromada a gran escala como calandra. Cómo sería la versión del 9X del Espíritu del Éxtasis, es algo que no dejo de pensar, pero es lógico que se haya puesto límites sobre la insignia de Royce, porque, ante todo, el de Zeekr juega a ser y a no ser un SUV de lujo británico.
Mauro Blanco
Veo arte en los coches y en sus diseños una potencia que va más allá de las cifras. Ex conductor de Renault 12 rojo modelo 1995 de épicos e imprevisibles episodios, al que recuerdo por la hostilidad de su volante, pero, sobre todo, por nunca haberme dejado en el camino.COMENTARIOS