Es uno de los coches que más se desean por parte de los coleccionistas y de los seguidores del Rally más duro del mundo: el Rally Dakar. Ahora, el Rolls-Royce Corniche, que formó parte de la lista de salida de la edición de 1981, un año en el que este vehículo hizo historia, aunque detrás tiene una historia un tanto curiosa. Eso sí, lo que es evidente, que en ocasiones es mejor pensarse las cosas dos veces antes de lanzarse a la aventura.

¡Lo que una noche de fiesta y desenfreno puede dar de sí! Que se lo digan a los franceses Thierry de Montcorgé y Jean-François Pelletier, que tras una cena de amigos y en la que se quejaron de que una vieja gloria como el Corniche estaba para el arrastre y es que las averías eran constantes. Con unas copas de más, se les ocurrió la genial idea de participar en este rally y lo hacía de la mano de Thierry, que ya participó en otras competiciones aunque a nivel amateur. 

Bien es cierto que el coche con el que compitieron poco o nada tenía que ver con la estructura original. Después de unas llamadas, consiguieron el 50% del presupuesto que necesitaron de la mano de Dior, que puso publicidad de su nueva fragancia ‘Jules’ en el lateral del coche. Con muchas negociaciones de por medio, llegaron a la conclusión que la mejor opción era optar por otros componentes, como es la sustitución del motor V8 de 6.75 litros original por uno de V8 de 5,7 litros yankee de un Chevrolet, el cual procedía de un Toyota HJ45 junto a su caja de cambios, y al mismo tiempo se llegaron a desechar otras piezas innecesarias del coche para aligerar pesos. 

Conscientes de que el chasis del Rolls-Royce Corniche no era de fiar, apostar por incorporar el mismo chasis del Toyota, una locura si tenemos en consideración que ahora mismo esto no sería posible y en ese momento sí al ser una época en la que todo se podía hacer. Por su parte, la carrocería se tuvo que hacer desde cero inspirándose en el Rolls-Royce Silver Shadow Mulliner Park Ward. Fue una obra de ingeniería pura y es que  no lo tuvieron fácil para que este todoterreno siga manteniendo esa esencia que tenía originariamente y que finalmente solo tenía ligeras reminiscencias del mismo.

El 1 de enero de ese año, cuando arrancó el Rally Dakar delante de la Torre Eiffel, fueron el centro de atención, aunque tanta popularidad no le terminó de sentar del todo bien a Rolls-Royce, que llegó a prohibir que se emplease su marca comercial durante la competición. El resultado que lograron, terminando en el 13º puesto de la general, hizo que desde el grupo se replanteasen su manera de actuar y no fue hasta el 2018 cuando hicieron alarde del Prototipo Jules Dakar. 

Ahora, este bonito e histórico modelo ha sufrido una ligera modificación y restauración de 150.000 euros  para salir a subasta en los próximos días. Símbolo de una época en la que era evidente que todo era posible, ahora los millonarios del planeta podrán pujar por él en la próxima Venta de Otoño de Aguttes on Wheels el 1 de diciembre. La tradición más pura de los apasionados al mundo de la competición sigue vigente con un coche diseñado específicamente para ello y con un corte tradicional podrás tener en tu garaje este precioso coche.