DS Automobiles ha cumplido 10 años de vida, aunque parece que fue ayer mismo cuando comenzó a dejarse ver en la gama de Citroën, con coches como el sensacional Citroën DS 3 Racing. Porque sí, era Citroën DS y no DS Automobiles, y todos los coches, salvo uno, estaban basados en modelos de Citroën.

El único coche que no fue un Citroën con detalles de carrocería, nuevos acabados y logotipos específicos, fue el DS 5, cuya primera generación se llamó Citroën DS5. Este fue el primer coche independiente de la firma francesa, sin réplica en Citroën, aunque todo el mundo reconoce como tal al DS 7 que llegó bastante después. Es una pena, porque el DS 5 era un coche innovador y diferente a lo que había en el segmento al que iba destinado.

Y, al parecer, DS Automobiles quiere volver a su antiguo yo, a ese yo inicial que tenía cuando comenzó su andadura. DS comenzó como una gama de lujo a la francesa, de coches con personalidad, detalles muy característicos y diseños distintivos, que buscaba recuperar la gloria pasada de Citroën con coches como DS, modelo que inspiró, precisamente, la creación de esta joven marca.

El Citroën DS, el tiburón, como se le conoce en España, o la Diosa, como se le apoda en Francia –las letras DS, en francés, se pronuncian algo así como “di es”, exactamente igual que la palabra “diosa”, que en francés se escribe “déesse”–, fue un coche sin igual en su tiempo, un automóvil cargado de innovaciones e ideas brillantes, que hoy día es todo un icono. DS Automobiles quiere volver a ofrecer coche así, y por lo visto, para lograr ese objetivo, hay que prescindir de los SUV.

DS Automobiles quiere recuperar la esencia original del modelo que les da nombre y para ello, hay que cambiar algunas cosas, como la presencia de SUV en la gama

Prescindir de los SUV, cuando son los coches que más se venden, parece no tener mucho sentido, pero en DS Automobiles lo tiene bastante claro, así lo ha dejado claro el director de diseño de la marca, Thierry Métroz, en una entrevista para Top Gear. Al parecer, el CEO , Oliver François, presiona al equipo para crear un mayor vínculo con la historia de la compañía en términos de narración y diseño, pues la historia es lo que separa a DS Automobiles de la nueva oleada de coches chinos, los cuales, no tienen ninguna conexión emocional.

Junto a ello, afirmó que actualmente trabajan en una reinterpretación del Citroën DS tal y como han hecho con el Citroën SM. De hecho, la filosofía del DS SM Tribute será la piedra angular para este nuevo tiburón, que, además, mostrará el próximo lenguaje de diseño de la compañía y estará listo para Retromobile de 2025, pues se presentará para el 70 aniversario del Citroën DS.

Pero las cosas no acaban aquí. Métroz comentó que busca un vínculo con el DS original, pero factible en una silueta diferente y factible en un tamaño diferente y que, además, fuera extrapolable a toda una gama de modelos. Y lo remató con una afirmación muy rotunda: “no más SUV. Un SUV no es la mejor expresión del lujo francés”. Hay que ser valientes para dar la espalda a los coches que más popularidad tienen actualmente, pero hemos tenido ejemplos de cosas similares, como aquella decisión de Lexus de no volver a ofrecer motores turbodiésel, la cual, fue un éxito, aunque es evidente que hablamos de casos diferentes y de objetivos muy distintos.

El señor Métroz afirma que la idea es ser “la Louis Vuitton de la industria automotriz”, es decir, el lujo, el diseño y la calidad, deberían estar por encima de otras consideraciones, aunque es evidente que si quieren recuperar la esencia del antiguo DS, la tecnología y la innovación deberían estar presentes.

Otra cosa que llama la atención es la conexión con el pasado, emplear el peso de la historia y la imagen de marca para ganar notoriedad, personalidad e interés. No son pocos los que han alzado la voz en varias ocasiones, para afirmar que la imagen de marca, la conexión con el pasado e historia que pueda haber detrás de algo, ya no tiene el peso que tenía antes. Ahora, los usuarios no le dan importancia a esas cosas, les trae sin cuidado mientras ofrezca aquello que ellos quieren y buscan.

Ahí está la decisión de Audi, marca que retirará su mítico logotipo –cuyas raíces se remontan a 1932– en todos los coches eléctricos que comercialice en China. Al parecer, los usuarios chinos valoran más otras cosas, como el diseño, la tecnología o la innovación, que la lealtad a una marca concreta o el peso histórico que pueda tener detrás. ¿Os imagináis a marcas como Alfa Romeo, Mercedes o Lexus prescindiendo de sus logotipos? Y eso que Lexus es la más joven de las mencionadas, pues lleva en activo desde 1989.

Ford ya ha dado varias patadas a su pasado con el objetivo de vender más coches, en un claro movimiento de marketing que les ha dado toda la notoriedad que ellos buscaban. El caso del Ford Capri es el más reciente, pues ellos mismos saben que no hay conexión ninguna con el “viejo” coupé y lo han aprovechado para que se hable del coche por doquier. Incluso han grabado varios vídeos donde respondía a los usuarios con algo de sarcasmo. El caso el Puma, aunque a muchos les haya escocido, podemos tratarlo en un aparte, pues el pequeño coupé que estrenó la denominación tuvo tan solo una generación y su segmento apenas tuvo repercusión entre las marcas –tan solo se fijaron, junto a Ford, Opel y Toyota, aunque en realidad habría que decir que estas dos marcas se fijaron en Opel, quien lanzó el Tigra en primera instancia–.

Veremos a si a DS le funciona y no machaca su pasado con creaciones rocambolescas. No obstante, al menos sabemos que no serán SUV…