Cuando se presentó el restyling del Mitsubishi ASX, me di cuenta de que tenía pendiente la prueba del “prerestyling”, o como han dicho todos mis amigos cuando lo han visto, la prueba del “Mitsubishi Renault”. De hecho, todo el tiempo que tuve el ASX, todo el mundo lo confundía con el Renault Captur, algo lógico, no obstante, pues en el fondo es eso, un Renault Captur. Pero no es malo, a veces se hace necesario recurrir a ciertas acciones para poder salir adelante y reducir costos, y Mitsubishi no es la primera marca en hacerlo, han existido casos bastante más flagrantes como, por ejemplo, el SAAB 600 –o Lancia SAAB 600– o los Toyobaru, los Toyota GT/GR86 y Subaru BRZ.
Ejemplos que sirven para ilustrar que, cuando la necesidad aprieta, las marcas toman decisiones que no siempre se entiende, o al menos, no siempre entienden los usuarios. ¿Qué llevaría a escoger un Mitsubishi ASX frente a un Renault Captur? ¿Simpatía por la marca? ¿Precio? ¿Que gusten más los detalles de uno u otro? Todas las respuestas sin válidas, aunque el tema del precio suele ser la principal causa, aunque las diferencias sean mínimas. Con el restylign se ha buscado una mayor diferenciación, con toda la lógica del mundo, pero en el fondo son el mismo coche, incluso en lo referente al diseño, solo se han añadido algunos detalles para que se vean diferentes.
Con los que he tenido durante unos días no ocurría así, son el “prerystling”, y sí, hablo en plural porque he podido probar la versión con grupo motor híbrido y la versión mild hybrid con cambio manual, dos opciones con prestaciones similares, pero con distinta personalidad y diferente forma de obtener esas prestaciones. Además, aunque sean modelos que se van a retirar del mercado, nos sirve para poder tener una toma de contacto antes de ponerle las manos encima a la nueva edición de los Captur y ASX; sin olvidar, por supuesto, que todavía habrá unidades disponibles en stock y que existe gente que prefiere comprar coches de segunda mano por temas de presupuesto.
La verdad es que se podría resumir todo el análisis con un simple “es un Renault Captur con todas sus virtudes y defectos”, y lo podría rematar con “no se me ocurren argumentos para defender el híbrido frente al semi híbrido”. Pero eso sería poco profesional y cuando pruebas un coche, la idea es sacarle el jugo y testear todo lo que se pueda; incluso saliendo a caminos de tierra para ver si nos serviría para alguna miniescapada con los perros o con el niño… y alguna cosa más.
El motor híbrido de Renault es una referencia
La primera unidad que llegó a casa fue la híbrida con 145 CV, un grupo motor que, desde mi punto de vista, es uno de los mejores del segmento. Lo he probado en el Renault Captur, en el Nissan Juke y en el Renault Arkana, y siempre con buenas sensaciones y grandes resultados en cuanto a consumos y agrado de uso, sobre todo con el Arkana, que nos fuimos a Jávea con una unidad y gastó realmente poco incluso por autopista a velocidad elevada. Y en el Mitsubishi ASX había más de lo mismo; es un grupo motor que funciona muy bien, gasta poco y es agradable de conducir. La cuestión es, como ocurre con el Captur, que no es un coche emocionante de conducir y no tiene ni un solo rasgo deportivo.
Personalmente, me gustan los coches con un tacto más directo, suspensiones firmes, dirección rápida… el ASX es todo lo contrario. La suspensión es muy suave, no es blanda, pero se nota que busca mimar al pasaje más que ofrecer un comportamiento eficaz. Es cómodo, bastante rutero y permite ir rápido, más de lo que le gustaría a la DGT, pero en curva es más satisfactorio si no se fuerza el ritmo. En general, es un coche equilibrado que recuerda, irremediablemente, al Captur E-Tech, no en balde, es el mismo coche con distintos logos. De hecho, comparten incluso la posición de conducción, que, por mi parte, es bastante mejorable. El pedal del acelerador tiene una posición que me resulta incómoda y para poder accionarlo más o menos bien, tengo que adoptar una posición que me obliga a llevar los brazos más estirados de lo que me resulta cómodo. Me ocurrió exactamente lo mismo con el Captur…
De todas formas, parece que soy el único que se encuentra con esa pega, pues Miguel, que me acompañó en la sesión de fotos, no encontró inconveniente y eso se debe, seguramente, a los gustos de cada uno y a la posición que llevamos para conducir. Miguel se coloca más cerca del volante y con las piernas algo más flexionadas que yo y la única pega que encontró fue que el volante está algo inclinado hacia delante –la parte superior del volante más lejos que la inferior–.
Lo que más destaca del Mitsubishi ASX es, sin duda, su grupo motor. Funciona con suavidad, no hay forma de saber si el motor de combustión se ha puesto en marcha más allá del sonido, no hay tirones, permite circular a paso de una persona o adelantar con fluidez… Creo que es el mayor rival de los híbridos de Toyota, tanto por agrado de conducción como por consumos y prestaciones, y mejorando un detalle que siempre se critica en los Toyota: el sonido del motor. El motor Renault no emplea una caja de cambios de tipo variador continuo, sino una combinación de una caja con cuatro relaciones –sin embrague y sin sincronizadores–y dos motores eléctricos que, según la marca, funciona como si hubiera 15 relaciones y omite el monótono sonido de los motores de Toyota.
Estéticamente, las diferencias son nulas, incluso en el habitáculo, donde lo única que cambia es la presencia de un selector para el cambio manual y un tercer pedal
Con cambio manual, la conducción es más divertida
Fueron varios y días y cientos de kilómetros con el Mitsubishi ASX híbrido y las cosas estaban claras: es un Renault Captur en todos sus apartados. Y repito que, como el dicho al inicio, no es algo malo, de hecho, el Captur es un buen SUV del segmento B y las ventas lo avalan. Sin embargo, me ofrecieron un ASX con motor semi híbrido y cambio manual de seis relaciones y la curiosidad se encargó de hacer el resto. Si me ofrecen probar un coche, no puedo decir que no, mi frikismo y la curiosidad son más puertas, así que me lo llevé a casa.
Los primeros kilómetros fueron interesantes, porque no sentía las mismas sensaciones que con el híbrido. Que las reacciones del grupo motor-transmisión fueran diferentes es lo más lógico, pero tener distintas sensaciones en cuanto a frenos o suspensión no suele ser lo normal, pero claro, estamos hablando de dos versiones diferentes; en el caso del ASX hibrido era la más equipada, pero en el caso del ASX MHEV era una intermedia, aunque con el motor de 140 CV, que por cierto, va realmente bien y me pone difícil encontrar argumentos para recomendar el híbrido.
De entrada, la conducción es más entretenida y la otorga cierto toque deportivo, aunque en realidad, sea una sensación al encontrarme más integrado en la conducción por tener cambio manual. No sé por qué, quizá porque me gustan más o, por lo dicho anteriormente, porque me siento más integrado, pero cuando conduzco un coche con cambio manual tiendo a circular un poco más rápido que con un automático y me encuentro más cómodo al volante. Y con el ASX MHEV me pasó justo eso, me sentía más cómodo y más confiado, incluso con la posición del pedal del acelerador, que era exactamente la misma. Además, el selector del cambio está un poco elevado y queda muy a mano, aunque su tacto es típicamente Renault: un poco blando, con recorridos ligeramente largos, un poco falto de precisión…
Con todo, resulta tan agradable o más que el Mitsubishi ASX híbrido y los consumos no son muy diferentes. Sí, gasta un poco más, pero estamos hablando de consumos que rara vez superaban los seis litros, y, por tanto, son plenamente admisibles frente a los alrededor de cinco litros que gastó el híbrido, sobre todo si tenemos en cuenta que el semi híbrido es en torno a 3.000 o 4.000 euros más barato que el híbrido convencional. Yo lo tendría claro, sobre todo después de haberlos probado los dos: me quedo con el semi híbrido. Para empezar, el cambio manual es un argumento que me atrae, luego está el hecho de tener etiqueta ECO al igual que el híbrido y su conducción apenas difiere del uno al otro, salvando que resulta más entretenida con el cambio manual.
Etiqueta ECO en las dos opciones, pero una diferencia importante de precio que podría decantar la balanza entre uno y otro
Aunque las sensaciones era algo distintas, no encontré grandes diferencias en el comportamiento general del coche, y las prestaciones del motor son más que buenas para cualquier usuario. Solo remarcar un detalle que no me gustó nada: no tiene tacómetro a no ser que actives el modo Sport. No entiendo esa solución, un tacómetro ayuda a conocer el régimen de giro y a gestionar las marchas, si el coche lleva un cambio manual, ayuda mucho tener un tacómetro todo el tiempo, no solo con el modo Sport activado, un modo que casi nadie usará nunca. Y el ejemplo lo tengo en casa, porque mi mujer me ayuda en ocasiones con los coches y muchas veces tiene que conducir ella para la sesión de fotos y por lo general, siempre conduce tal y como dejo yo el coche, ni se acuerda, ni tampoco le interesan los modos de conducción. Es más, lo ve una chorrada y una molestia tener que cambiar de programa, sobre todo en aquellos que obligan a navegar por los menús de la pantallita dichosa…
La elección en clara: cambio manual
Todos sabemos que el cambio manual está destinado a desaparecer, ya son varios los fabricantes que le han dado la espalda –todavía no he conducido un CUPRA con cambio manual, por ejemplo–, pero yo los veo como una opción más que no debería desaparecer de los catálogos. Es como tener diferentes tipos de motores: híbrido, semi híbrido, turbodiésel, gasolina, eléctrico… Una oferta que abarca todas las necesidades de los usuarios y que, en mi caso, se declinan por tener un cambio manual. Y es simple cuestión de gusto personal y de integración con el coche.
El cambio automático es más eficiente –aunque en ocasiones he podido bajar los consumos cuando empleo el cambio en modo manual–, teóricamente más seguro al no tener que soltar el volante y pisar un pedal adicional constantemente –permite centrar más la atención en la carretera– y es más cómodo. Sin embargo, el cambio manual es más divertido, ofrece una sensación de mayor control de la mecánica y para ciertas cosas, como aparcar, permite una maniobra más cómoda y fácil de gestionar, porque algunos cambios automáticos no son finos cuando se circula muy despacio –sobre todo con el auto hold activado–.
Así, por tanto, yo no dudaría en optar por el Mitsubishi ASX MHEV; es más barato, el agrado de conducción es el mismo, el consumo es muy bajo, mantiene la etiqueta ECO y tiene cambio manual de seis relaciones. Además, con 140 CV hay potencia de sobra para el día a día.
Datos técnicos
FICHA TÉCNICA | Mitusbishi ASX | |
---|---|---|
MODELO | 130T MHEV | |
MOTOR TÉRMICO | Cuatro cilindros gasolina atmoférico, 1.333 centímetros cúbicos, turbo e intercooler. Delantero transversal con 103 kW (140 CV) | |
MOTOR ELÉCTRICO | Delantero transversal | |
BATERÍA | Iones de litio colocada en posición delantera central con 0,13 kWh. | |
RENDIMIENTO | Potencia máxima | 105 kW (143 CV) |
Par máximo | 260 Nm | |
TRANSMISIÓN | Tracción delantera. Cambio manual de seis relaciones | |
SUSPENSIÓN | Delantera | McPherson con muelle helicoidal y barra estabilizadora |
Trasera | Ruedas tiradas con elemento torsional | |
DIMENSIONES Y PESOS | Largo por ancho por alto (mm) | 4.228 x 1.797 x 1.573 |
Batalla (mm) | 2.639 | |
Peso declarado | 1.322 kg | |
MALETERO | Con todas las plazas / asientos abatidos | De 422 a 536 / 1.275 litros |
Neumáticos | 215/55 R18 95H |
|
DATOS PRESTACIONALES | Aceleración de 0 a 100 km/h | 9,9 segundos |
Velocidad punta | 170 km/h | |
Relación peso potencia | 10 kilos por caballo | |
CONSUMOS | Consumo medio homologado (WLTP) | 5,8 litros cada 100 kilómetros |
Consumo medio durante la prueba | 6,2 litros | |
PRECIO | 26.790 euros |
FICHA TÉCNICA | Mitusbishi ASX | |
---|---|---|
MODELO | 160 HEV | |
MOTOR TÉRMICO | Cuatro cilindros gasolina atmoférico, 1.598 centímetros cúbicos. Delantero transversal con 69 kW (94 CV) | |
MOTOR ELÉCTRICO 1 | Delantero, con 36 kW (49 CV) | |
MOTOR ELÉCTRICO 2 | Delantero con 15 kW (20 CV), solo para generar corriente y como enlace con entre caja de cambios y motor de combustión | |
BATERÍA | Iones de litio colocada en posición trasera con 1,2 kWh (carga útil 0,8 kWh) | |
RENDIMIENTO | Potencia máxima | 105 kW (143 CV) |
Par máximo | N.D. | |
TRANSMISIÓN | Tracción delantera. Cambio automático de pares de engranajes sin embrague | |
SUSPENSIÓN | Delantera | McPherson con muelle helicoidal y barra estabilizadora |
Trasera | Paralelogramo deformable con muelle helicoidal y barra estabilizadora | |
DIMENSIONES Y PESOS | Largo por ancho por alto (mm) | 4.228 x 1.797 x 1.573 |
Batalla (mm) | 2.639 | |
Peso declarado | 1.438 kilos | |
MALETERO | Con todas las plazas / asientos abatidos | 305 litros / 1.149 litros |
Neumáticos | 214/60 R17 96H |
|
DATOS PRESTACIONALES | Aceleración de 0 a 100 km/h | 9,9 segundos |
Velocidad punta | 170 km/h | |
Relación peso potencia | 10 kilos por caballo | |
CONSUMOS | Consumo medio homologado (WLTP) | 4,7 litros cada 100 kilómetros |
Consumo medio durante la prueba | 5,6 litros | |
PRECIO | 30.590 euros |
Javi Martín
Si me preguntas de donde viene mi afición por el motor, no sabría responder. Siempre ha estado ahí, aunque soy el único de la familia al que le gusta este mundillo. Mi padre trabajó como delineante en una empresa metalúrgica con mucha producción de piezas de automóviles, pero nunca hubo una pasión como la que puedo tener yo. También he escrito un libro para la editorial Larousse sobre la historia del SEAT 600 titulado "El 600. Un sueño sobre cuatro ruedas".COMENTARIOS