El Mercedes Clase G siempre ha destacado por ser un todoterreno espectacular, aunque con el tiempo, como ha ocurrido con el Range Rover, ha ganado más en lujo y refinamiento, que en prestaciones off road. El comprador tipo de un Clase G no quiere el coche porque sea uno de los mejores todoterreno, lo quiere porque es un coche de imagen impactante y es un vehículo de altísimo lujo. Por eso, la versión más vendida es la firmada por AMG, que aglutina una grandísima cantidad de matriculaciones.
Pero el Mercedes-AMG G63 siempre ha sido un cinco puertas, y hay quien prefiere otras cosas más exclusivas, como una carrocería descapotable. El caso es que nunca ha existido un G63 descapotable, al menos oficialmente. Y decimos esto porque en realidad sí que existe un Clase G AMG con techo retráctil, pero no es un coche fabricado por Mercedes y para colmo, es como cinco veces más caro.
El responsable de su creación ha sido Refined Marques, un concesionario especializado en automóviles de muy alta gama, y presentó su creación, el Mercedes-AMG G63 Cabriolet, el fin de semana de nochebuena de 2023. Durante la presentación de tan particular creación, también se anunció que la producción se limitaría a 20 unidades para todo el mundo y que su precio era de 1,2 millones de euros. Una tarifa nada desdeñable, pues supone un sobrecoste frente a un G63 convencional de nada menos que un millón de euros.
La historia de este G63 Cabriolet nació cuando el hijo del propietario, con cinco años, le preguntó si el Brabus G700 en el que viajaba se podría fabricar con un techo blando y una pequeña puerta para entrar y salir. Así, gracias a que contaba con todos los medios necesarios, creó una unidad para contentar a su hijo. No había intención de hacer ninguna más, pero el coche levantó bastante expectación entre algunos propietarios de un Mercedes G500 Cabriolet Final Edition 200, que querían una versión moderna que solucionara todos los problemas conocidos del modelo.
Entre los clientes que contactaron con Refined Marques, hay una modelo mundialmente famosa, que se quejó de haberse roto un tacón y rasgarse un vestido al salir por la parte trasera de su G500 descapotable, y en cuanto se enteró del proyecto del G63 Cabriolet, hizo inmediatamente un depósito para hacerse con una unidad.
Refined Marques tardó 18 meses en desarrollar el proyecto, pero contó con un equipo de muy altas capacidades, formado por mecánicos de Fórmula 1 y especialistas en superdeportivos, quienes se encargaron de todas las modificaciones. Lo más importante, o al menos uno de los apartados más importantes, fue la funcionalidad del techo, que ahora solo necesita soltar unos cierres y presionar un botón.
Hasta la publicación de este artículo, se habían cerrado la venta de 17 de las 20 unidades, todas ellas diferentes y únicas, pues se configurarán según gustos de cada comprador. Y por supuesto, todas ellas contarán con el V8 4.0 biturbo de 577 CV y 918 Nm de par.
La última vez que se ofreció un Mercedes Clase G descapotable, fue cuando se lanzó el ya mencionado Mercedes G500 Cabriolet Final Edition 200, de la que se fabricaron tan solo 200 ejemplares –de ahí su denominación–, equipados con el V8 atmosférico de 5,5 litros y 388 CV.
Javi Martín
Si me preguntas de donde viene mi afición por el motor, no sabría responder. Siempre ha estado ahí, aunque soy el único de la familia al que le gusta este mundillo. Mi padre trabajó como delineante en una empresa metalúrgica con mucha producción de piezas de automóviles, pero nunca hubo una pasión como la que puedo tener yo. También he escrito un libro para la editorial Larousse sobre la historia del SEAT 600 titulado "El 600. Un sueño sobre cuatro ruedas".COMENTARIOS