Hace varios años -desde 2012- que convivimos con el etiquetado europeo que todo neumático lleva asociado en Europa. Este etiquetado permite al cliente ver el impacto en el consumo de combustible del neumático, su nivel de agarre en mojado, y cuán ruidoso es. Es un sistema simple, basado en escalas (A-G en consumo, A-G en agarre en mojado, y tres niveles en sonoridad), pero ha sido revisado para una mayor claridad. La nueva norma se aprobó en junio de 2020.
A partir de mayo de 2021 se implanta el nuevo sistema de etiquetado, que proporciona más información que el sistema actual. Además de dar más información y de que esta sea más clara, lleva asociado un código QR -cualquier móvil lo podría leer con cámara- que nos lleva directamente a una base de datos centralizada, reduciendo el riesgo de comprar gato por liebre (*).
Actualmente la propia web de la Comisión Europea permite generar un PDF de etiquetado energético sin hacer preguntas incómodas. De hecho, tal y como revela el ETRMA (asociación de fabricantes de neumáticos europea), haciendo inspecciones se encontraron etiquetados que no cumplían con la normativa a escala europea. Centralizando los datos ese problema queda solucionado.
En la imagen superior podemos ver clara la diferencia. El distintivo da más información sobre el fabricante, cómo se llama el modelo, dimensión concreta, eficiencia energética, agarre en mojado, sonoridad, si es apto para uso invernal (3PMSF) y/o para uso sobre hielo. Además, las escalas de eficiencia se van a simplificar.
De acuerdo a la norma 1222/2009, hay una escala de la “A” (la mejor) a la “G” (la peor), siendo la “D” el valor central (en la media). Ahora, bajo la norma 2020/740, las letras “A”, “B” y “C” se quedan como estaban. La “D”, que no se estaba usando en realidad, será lo que la “E” actual, y el peor valor, “E”, será el equivalente a los actuales “F” y “G”. Por otro lado, la escala de ruido, que se representaba como “)”, “))” y “)))”, pasará a ser “A”, “B” o “C”. Más simple.
El etiquetado llegará también a los vehículos industriales de Clase C3, además de los de clases C1 y C2
La intención detrás del etiquetado es que los consumidores puedan elegir neumáticos que reduzcan su consumo de combustible (y por ende, que contaminen menos), que tengan un mejor rendimiento en lo que a seguridad se refiere, y a ser posible que hagan menos ruido. Desde fuera, los neumáticos pueden hacer más ruido que el resto del vehículo, y su papel en la contaminación acústica no es precisamente menor.
Al respecto de los neumáticos todotiempo o all-season, los clientes también podrán distinguir si se trata de neumáticos con homologación invernal (según ISO) o simplemente de ruedas que proporcionan una mejor tracción fuera del asfalto. En los neumáticos de invierno esta homologación se da por descontada. Con dicha homologación, se cuentan legalmente como reemplazo de las cadenas.
El sistema de etiquetado actual estará vigente hasta mayo, tal y como venía haciéndose hasta ahora.
Javier Costas
Me gustan los coches desde que tengo uso de razón (o antes). Tras haber conducido más de 400 coches aquí sigo, divulgando y aprendiendo a partes iguales sobre las cuatro ruedas. Vosotros habéis hecho que se convierta en mi pasión.COMENTARIOS