Poco a poco el país va recuperando la normalidad, aunque no sea exactamente igual a la que conocíamos antes de mediados de marzo. Personas, mercancías y capitales están saliendo del desconfinamiento, aunque la economía sale muy afectada de los dos meses y medio de inactividad salvo sectores esenciales.
Las ventas de coches nuevos se han caído a niveles de hace décadas. Ante una perspectiva económica negativa durante -al menos- varios meses, aquellos que estén planteándose cambiar de coche o adquirir uno pueden verse tentados a una mejor relación coche/precio, esto es, sin recurrir a coches pequeños, con equipamiento justo o con motorizaciones básicas.
Además, dadas las particularidades del transporte colectivo tras la pandemia, con restricciones de pasajeros por vehículo/vagón, y la necesidad de un espacio aislado, hacen que afloren necesidades de compra por quienes antes no las tenían. En parte, eso se verá compensado por los profesionales que puedan teletrabajar y ahorrarse desplazamientos.
Si unimos ambas premisas, los coches de ocasión se convierten en valor refugio por partida doble. Por un lado dan más por el mismo dinero, por otro lado permiten desplazamientos con mayor seguridad desde el punto de vista sanitario, al menos mientras no se erradique el coronavirus con una vacunación masiva de la población.
Analizando racionalmente lo que ofrecen los vehículos seminuevos, hay varias ventajas. Son modelos recientes y que no desentonan estética o tecnológicamente, y para todos los que se matricularon a partir de 2014 tienen las mismas ventajas de distintivo ambiental que modelos nuevos al ser Euro 6, como poco tienen distintivo “C” o verde. Puede que no tengan lo último en infoentretenimiento o asistencias a la conducción, pero en lo elemental estamos hablando de lo mismo.
La rebaja de precio respecto a cuando estaban nuevos es a cambio de unos miles de kilómetros, pero en cuanto a coches modernos el kilometraje no es tan determinante como el uso que han tenido. En el caso de vehículos que vienen de empresas de renting, de alquiler, de gerencia o de fórmulas de compra flexible tienen el mantenimiento al día y este es demostrable documentalmente para tranquilidad del nuevo propietario. Además, vienen como mínimo con un año de garantía, más la que reste de fábrica.
Además de eso, el stock que se ha acumulado sin vender desde que empezó el estado de alarma hace que veamos más coches de segunda mano rebajados, tienen que ponerse en circulación aunque den un margen inferior a los compraventas y concesionarios, como Automóviles Alhambra. Es por ello que encontrar buenas ofertas es más fácil, están ahí esperando. Como siempre, los km.0 se postulan como ofertas muy ventajosas: menor precio y kilometraje siempre inferior a 100 km.
Tampoco hay que olvidar que los modelos seminuevos, aunque sean vehículos jóvenes, ya empiezan a acumular un historial de fiabilidad para reafirmarlos como buenas compras (o para descartarlos), especialmente aquellos modelos que estaban al final de sus ciclos comerciales. Ante la previsible proliferación de la llamada “compra inteligente”, veremos un auge en los coches de ocasión y de segunda mano.
Los vendedores tienen sus coches esperando a nuevos dueños, previamente desinfectados y con medidas de higiene reforzadas para que la experiencia de compra sea tan segura como siempre ha sido en ese sentido. Además, prácticamente toda la oferta existente puede consultarse previamente sin salir de casa, con fichas técnicas y de equipamiento, abundantes fotos y detalles sobre cómo se podrían financiar, como por ejemplo en la página de Automóviles Alhambra, donde puedes encontrar gran variedad de vehículos a un buen precio.
En definitiva, “Busque, compare, y si encuentra algo mejor, cómprelo”.
Redaccion
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