Los híbridos enchufables son, por así decirlo, una mezcla entre un coche tradicional, con su motor de combustión, y un eléctrico puro, el cual, requiere de una toma de corriente para recargar sus baterías al completo. La idea, en sí, es buena, se puede contar con el motor eléctrico para situaciones como la circulación por el centro urbano, y el motor de combustión –con su facilidad de repostaje– para otras tareas como salir a carretera en viajes largos o general energía para recargar la batería.
El problema que tiene el coche híbrido enchufable, al menos el problema que nosotros le hemos visto cuando hemos probado alguno, es el mismo que tienen los eléctricos: recargar. A pesar de que, según se dice, la instalación de cargadores va a buen ritmo, no es raro que, en temporadas festivas con gran número de desplazamientos, como la Semana Santa de 2024, se vean enormes colas de coches eléctricos esperando para recargar porque los cargadores disponibles son escasos –y están ocupados durante mucho tiempo–. Y con esto no queremos decir nada en contra de los coches eléctricos, solo contamos lo que uno puede encontrar con una rápida búsqueda en Internet.
Los híbridos eléctricos, cuando se aprovecha esa capacidad de enchufarse a una red eléctrica, son una opción realmente interesante. Pero es imprescindible tener un cargador disponible para que sean realmente interesantes, de lo contrario, es mejor optar a un híbrido convencional, que no necesita enchufarse para poder disponer de toda la carga de la batería. Este es el principal problema de los coches híbrido enchufables, al menos según indica un estudio de la Comisión Europea, el cual, afirma que los coches híbridos enchufables son ineficientes porque los usuarios no los recargan ni los conducen como se deben.
Es curioso que desde la Comisión Europa tilden a los coches de ineficientes, cuando son las personas los que, en principio, los usan mal. De hecho, ellos mismos afirman que los usuarios no conducen sus híbridos enchufables como se debería, un detalle que también merece destacarse, pues, ¿a caso saben como se conduce un coche híbrido enchufable? ¿Realmente es necesario conducir de una forma diferente para aprovechar sus ventajas? Y de ser así… ¿Por qué no lo enseñan en la autoescuela? Y ya, para rematar, ¿Quién tiene la culpa de que no se recarguen los híbridos enchufables?
Todo lo referente a la conducción, si tenemos en cuenta que en la autoescuela apenas te forman para superar el examen –hay quien dice que enseñan a circular de forma segura y controlada, pero ni siquiera te enseñan como realizar una frenada de emergencia o a afrontar un puerto de montaña… –, es evidente que tendrá que ser el propio usuario quien se preocupe de ese apartado, aunque en realidad tampoco es muy complicado, solo hay que seguir las indicaciones del coche. Si pasamos al tema de cargar los coches… solo mencionar que en un pueblo de la sierra de Madrid han construido un nuevo estacionamiento que tiene nada menos que 266 plazas, pero no se ha instalado ni un solo cargador para coches eléctricos. ¿Es culpa de los usuarios no cargar sus híbridos enchufables? Quizá se les puede acusar de comprar un enchufable sin tener un cargador disponible, pero resulta que ni siquiera se puede montar en un garaje comunitario, aunque se tenga la ley a favor –si en una reunión de vecinos, se vota que no al cargador, este no podrá montarse… –.
El primer estudio de la Comisión Europea sobre las emisiones reales de CO2 de vehículos y furgonetas hace hincapié sobre, precisamente, eso que se indica: emisiones en uso real, el cual, difiere bastante de los resultados obtenidos en laboratorio. Como cabe esperar, el análisis muestra diferencias importantes entre el consumo declarado y el real en más de 617.000 vehículos. Concretamente, se afirma que los datos de emisiones son un 20% superiores a los declarados por el fabricante, aunque esto es una media. El informe indica que los coches con motores alimentados por gasolina mostraban una diferencia media del 23,7%, mientras que en el caso de los diésel era del 18,1%.
Sin embargo, en el caso de los híbridos enchufables las diferencias se disparan. El informe muestra consumos 3,5 veces más elevados que los declarados por el fabricante. Se han analizado 123.740 híbridos enchufables y la cifra media de consumo ha sido de 5,94 litros cada 100 kilómetros, cuando, en teoría, ni siquiera debería haber alcanzado los dos litros.
Estos datos han tenido como consecuencia, que la Comisión Europea haya introducido una reformulación del factor de utilidad, un dato que marca cuanto se tiene previsto que se circule con el motor eléctrico y que influye en el cálculo de las emisiones de CO2. Cambios que se comenzarán a aplicar a partir de 2025 y que podrían recibir más modificaciones de ser necesario.
Por cierto, ¿sabes de donde han salido los datos para este análisis? Pues de los dispositivos de control de consumo de combustible que llevan todos los coches de última fabricación. Datos que recopilan los fabricantes, ya sea a través de la nube o cuando se lleva el vehículo al taller, y que luego se envían anualmente a la Comisión Europea.
Javi Martín
Si me preguntas de donde viene mi afición por el motor, no sabría responder. Siempre ha estado ahí, aunque soy el único de la familia al que le gusta este mundillo. Mi padre trabajó como delineante en una empresa metalúrgica con mucha producción de piezas de automóviles, pero nunca hubo una pasión como la que puedo tener yo. También he escrito un libro para la editorial Larousse sobre la historia del SEAT 600 titulado "El 600. Un sueño sobre cuatro ruedas".COMENTARIOS