
Me gusta por diseño –en frontal es más interesante que el mostrado por Renault– y me gusta por tacto. En términos simples, es un SUV compacto basado en el Renault Captur, con el que comparte plataforma, mecánicas e incluso buena parte del interior. Mitsubishi lo ha personalizado mínimamente, con logos propios, una calandra distinta y un enfoque más dinámico, o eso al menos parece cuando lo conduces.
Sí, eso quiere decir que no es completamente original. Pero también que está basado en algo que funciona. Y eso ya es mucho más de lo que ofrecen muchos. El Captur es un coche que funciona realmente bien, pero tiene un taco algo blando, o quizá debería decir, un tacto suave, porque blando, realmente lo que se dice blando, no va. No obstante, el ASX se nota más firme, más directo y más interesante de conducir, menos “para todos” y más para aquellos a quienes les gustan los coches, en general, más firmes.
No hablamos de deportividad, ni de un coche duro como una tabla, porque no lo es. La cuestión tiene que ver con las sensaciones al volante. El Captur es un modelo que trata bien al pasaje, que los mima con una suspensión que ofrece un buen compromiso entre eficacia y confort, de hecho, es un compromiso muy bueno. Sin embargo, la impresión que se tiene de los andares del ASX, es que recurre a una suspensión ligeramente más firme, lo suficiente para hacerlo más directo y apetecible en curva. Y repito, es una sensación que yo tuve al usar el coche durante muchos kilómetros.

La versión con 143 CV, la que ves aquí, fue reemplazada en junio de 2025 por otra con 160 CV
Sin sobresaltos, sin defectos graves.
Lo conduces y, sinceramente, no hay mucho que contar. Y eso es bueno. Porque no hace nada mal. La dirección es correcta. La suspensión está bien afinada para ciudad y vías rápidas. El motor responde con más dignidad de la que podría esperarse, es más, la tecnología híbrida de Renault, la que usa Mitsubishi, es una de las mejores de la industria tanto por prestaciones como por consumos, por tacto de conducción y por sensaciones. El grupo motor híbrido de Renault es uno de los rivales más completos e interesantes del grupo híbrido de Toyota.
No hay emoción, ni drama. Solo eficiencia, tranquilidad y una ausencia casi zen de complicaciones. Es fácil convivir con el coche porque es cómodo, agradable de conducir, gasta poco… No tiene defectos graves, no hay nada que te haga pensar que has tirado el dinero. Todos los mandos funcionan como esperas que lo hagan, la pantalla no se queda colgada y responde siempre, los mandos son fáciles de gestionar, tiene controles físicos para la climatización… Cuesta encontrar cosas que criticar, aunque haberlas haylas, como la posición de conducción. Creo, y esto también me pasa con el Renault Captur, que la posición del volante y la posición del pedal del acelerador no son correctas. Te obliga, o mejor dicho, me obliga a adoptar una posición de conducción que no es totalmente cómoda y después de un puñado de kilómetros por ciudad, noto claramente como los gemelos de la pierna derecha empiezan a molestar.
La posición al volante sería mi principal escollo si fuera a comprarme un Mitsubishi ASX, pues por lo demás, creo que cumple con lo que promete. Los materiales —aunque no lujosos— son agradables y sólidos. Tienes conectividad, ayudas a la conducción, climatización automática que funciona bien y los asientos son cómodos.

La mayor diferencia entre el ASX y el Captur es el diseño del frontal, más interesante, para nosotros, en el caso del nipón
Discreto hasta parecer deliberado, hasta ocultar sus bondades
El ASX es un coche que, de entrada, parece que no lo mirarás dos veces, que no atraerá miradas en el aparcamiento: no pretende impresionar. Pero luego, resulta que la gente si mira, si se gira para echar un vistazo e incluso se acercan. He visto como un usuario de Renault Captur, después de aparcar al lado, se ha acercado a mirar y se ha marchado con cara de “me gusta más este que el mío”.
De primeras, el diseño parece discreto, sin estrafalarias formas que luego, con el paso del tiempo, envejecen mal. El conjunto que ofrecía el Captur ya jugaba con esa idea y con el ASX solo han cambiado la mirada sin modificar nada más, ni siquiera las llantas. Y, como he dicho al inicio, yo me compraría antes un ASX que un Captur. Ese frontal, que en realidad cambia bastante poco –detalles de la calandra, una zona bastante amplia pintada de color negro… –, le da el toque justo que le falta, desde mi punto de vista, al Captur. Tiene más personalidad, es un poco más atrevido y más agresivo, no destaca en absoluto, pero cuando te fijas notas que tiene algo.
Y lo más interesante es que pasa lo mismo con su conducción. Todo sabe a Renault, desde la sensación que generan los asientos al apoyar las posaderas en ellos, hasta el tacto de los pedales, el tapizado del volante; incluso el olor general es puramente Renault. Sin embargo, cuando conduces, hay algo, pequeños matices, que no están en el Captur. Tengo claro que debo juntar ambos modelos, pero hay cosas en la variante nipona que no recuerdo en la francesa. El coche se siente más dinámico, más dispuesto a curvear, a circular rápido; no corre más que un Captur, no acelera más, pero, como ya dije, la suspensión parece más firme y eso afecta a ciertas cosas, como la entrada en los virajes, los apoyos una vez en curva, la confianza que se tiene al volante; quizá sea eso, una sensación, pero cuando el río suena, es que agua lleva, ¿no?
Mitsubishi ha recibido muchas críticas por su posición actual. Eso de tomar un Renault y modificarlo para sacar un modelo “propio” no ha gustado y eso que, en otras ocasiones con otras marcas, no ha sido tan criticado. Yo creo que ha sido buena idea, la marca no está en un buen momento y de esta forma tiene productos que ofrecer hasta que, tarde o temprano, vuelvan a ser ellos mismos y, de paso, se aprovechan del buen hacer del grupo híbrido francés. A mí, personalmente, el ASX me gusta, habría cambiado algún detalle más para diferenciarlo del Captur todo lo posible –unas llantas específicas, por ejemplo, gráficos para la instrumentación diferentes–, pero claro, no tengo ni idea de cuáles eran las condiciones ni los limites con los que se trabajaba.

Agradable de conducir, gasta poco, corre lo suficiente… Es justo lo que necesita Mitsubishi ahora mismo
Un SUV que no compite en gritar más alto, sino en decir las cosas como son
El ASX no te va a emocionar en una prueba dinámica, aunque si puede encandilarte. No va a salir en TikTok ni en los reel más vistos de Instagram, aunque la gente podría mirarte por la calle. No tiene apellido deportivo ni promesas místicas de conectividad total, pero no importa si tienes Android o iOs, la conectividad es suficiente y fusiona bien. Si lo eliges, probablemente estarás igual de satisfecho dentro de cinco años que el primer día. Y eso, aunque no lo parezca, es mucho más raro de lo que parece.
¿Mejor que un Renault Captur? No lo creo, es el mismo coche y sus tarifas son similares en Mitsu y en Renault. Me lo compraría antes que el francés por estética y por la sensación de ser más directo y firme, pero no porque sea mejor coche. Casi diría que es la misma receta, pero un extra de especias; habrá quien lo deguste y lo disfrute y habrá quien prefiera la receta original. A mí me gustan las especias, tanto metafórica como realmente. Me gusta coger una receta “de siempre” y añadir algo más para ver que tal queda. A veces el experimento sale mal y en otras ocasiones, sale un Mitsubishi ASX.
Ver esta publicación en Instagram
Datos técnicos
FICHA TÉCNICA | ||
---|---|---|
MODELO | Mitsubishi ASX 160 HEV | |
MOTOR TÉRMICO | Cuatro cilindros gasolina atmoférico, 1.598 centímetros cúbicos. Delantero transversal con 69 kW (94 CV) | |
MOTOR ELÉCTRICO 1 | Delantero, con 36 kW (49 CV) | |
MOTOR ELÉCTRICO 2 | Delantero con 15 kW (20 CV), solo para generar corriente y como enlace con entre caja de cambios y motor de combustión | |
BATERÍA | Iones de litio colocada en posición trasera con 1,2 kWh (carga útil 0,8 kWh) | |
RENDIMIENTO | Potencia máxima | 105 kW (143 CV) |
Par máximo | N.D. | |
TRANSMISIÓN | Tracción delantera. Cambio automático de pares de engranajes sin embrague | |
SUSPENSIÓN | Delantera | McPherson con muelle helicoidal y barra estabilizadora |
Trasera | Paralelogramo deformable con muelle helicoidal y barra estabilizadora | |
DIMENSIONES Y PESOS | Largo por ancho por alto (mm) | 4.227 x 1.797 x 1.576 |
Batalla (mm) | 2.639 | |
Peso declarado | 1.438 kilos | |
MALETERO | Con todas las plazas / asientos abatidos | 305 litros / 1.149 litros |
Neumáticos | 214/60 R17 96H |
|
DATOS PRESTACIONALES | Aceleración de 0 a 100 km/h | 10,6 segundos |
Velocidad punta | 170 km/h | |
Relación peso potencia | 10 kilos por caballo | |
CONSUMOS | Consumo medio homologado (WLTP) | 5,8 litros cada 100 kilómetros |
Consumo medio durante la prueba | 5,8 litros | |
PRECIO | 25.919 euros |
Javi Martín
Si me preguntas de donde viene mi afición por el motor, no sabría responder. Siempre ha estado ahí, aunque soy el único de la familia al que le gusta este mundillo. Mi padre trabajó como delineante en una empresa metalúrgica con mucha producción de piezas de automóviles, pero nunca hubo una pasión como la que puedo tener yo. También he escrito un libro para la editorial Larousse sobre la historia del SEAT 600 titulado "El 600. Un sueño sobre cuatro ruedas".COMENTARIOS