Aunque mantenga los recortes angulares de paneles de carrocería propios del concepto de diseño “diamante” de Toyota, en materia de apariencia es un modelo nuevo el que trae la sexta generación, que además es novedad por echar bajo la alfombra a la versión de gasolina pura que hasta el modelo 2025 fue, en mercados como el estadounidense, la puerta de entrada a su gama. El perfil delata al nuevo Toyota RAV4 2026.
Pero la metamorfosis se nota ya desde un plano en 3/4 perfil. La generación entrante se nos viene con un concepto de diseño más cercano al de un SUV mediano con tres filas de asientos que al de un compacto de cinco plazas, sobre todo desde los pilares B hacia la zaga, pero lo cierto es que el frontal va en sintonía con esta identidad.
Pienso, por ejemplo, en el Toyota Avanza, una Minivan de considerable demanda en otros mercados norteamericanos como el mexicano. Bien, el nuevo RAV4 tiene rasgos a partir de los cuales podría describirse como una suerte de Avanza en miniatura y no tan robusto. Pero es que la robustez caracteriza, precisamente, al nuevo Toyota RAV4 2026. Sus proporciones se han vuelto más prominentes.
El frontal es más imponente en todo aspecto, por las formas y la superficie destinada a las calandras. Calandras dominantes en las versiones Woodland y, especial atención aquí, GR Sport, el estreno para el RAV4 norteamericano. Es su estética la que mejor habla por el nuevo lenguaje visual general. Y ya que hablamos de lenguajes y frontales, un repaso que no viene nada mal.

El nuevo Toyota RAV4 2026: Apreciaciones y pilares oficiales de su diseño
Al nuevo RAV4 lo gobierna el lenguaje de diseño que los japoneses llaman “Hammerhead”. Como le he escuchado a analistas cuando Toyota estrenó este estilo hace unos tres años, hay términos que es mejor no traducir. Es verdad que este lenguaje estético está arraigado a los morros de los modelos de la marca por sobre todas las cosas, y tratar al frontal como una cabeza de martillo es una verdad a medias que es lógica cuando desde la propia firma hablan de “frontales Hammerhead”.
Este estilo fue adoptado para el frontal de los Toyota de hoy, pero lo que en realidad hizo Toyota fue transmitir al terreno del diseño lo que de origen corresponde a la arquitectura. El término no nace de la semejanza entre sus frontales contemporáneos y un tiburón martillo, sino de la planitud de las plataformas de sus eléctricos. El “Hammerhead” se origina en las plataformas planas, es un concepto que parte de los eléctricos para luego expandirse al resto de las propulsiones. La extensión al diseño es una consecuencia y una apropiación.
Aunque la marca no informó todavía el volumen de carga, es probable se haya incrementado en relación con la generación saliente. La caída vertical del portón trasero parece aportar a la causa y desde Toyota hablan, de momento, de “Utilidad” para adelantar un espacio de carga práctico, sin hacer mención a su capacidad. El diseño ha visto afectado y la que perdió fue la silueta del portón actual, mucho más atractiva.
“Utility” es uno de los tres elementos en que, según Toyota, se basa el nuevo RAV4. Los otros dos son “Lift-up” y “Big Foot”, que se traducen en su estirpe todoterreno –en su suspensión ahora más elevada, aclaremos– y en sus neumáticos más anchos. Sobre estos tres pilares se levanta este nuevo diseño exterior. ¿La conclusión? Extrañaré al RAV5 aún vigente. Su carácter deportivo se ha marchado por tiempo indeterminado. En esta, Simon Humphries, con todo el respeto que te guardo, te debo soltar la mano.
Mauro Blanco
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