Las decisiones políticas suelen ser una losa en el camino de empresas y de personas, decisiones que, supuestamente, se toman en beneficio de todos, acaban por ser más bien lo contrario. Lo vivimos cada día, pero donde más influyen esas decisiones son en regiones como China, cuyo gobierno, se empeña en proteger todo lo que sea nacional en detrimento de todo lo que viene de fuera. Una forma de actuar, por lo general, muy común en gobiernos comunistas, pero que no siempre suele salir bien.
Sin embargo, en China lleva años siendo una forma de actuar bastante rentable, pues obliga a las empresas extranjeras, o al menos obligaba, a formar una asociación con empresas locales que terminaban por aprovechar esa colaboración para “aprender” y desarrollar nuevas tecnologías y nuevas soluciones. Era una forma de actuar que, a pesar del trasvase de información a terceros, resultaba rentable para muchas empresas al poder fabricar localmente, evitando aranceles y pudiendo vender sus productos libremente en un mercado tan grande como China.
El gobierno chino ha ido abriendo poco a poco la presión y la persecución a todo lo que llega de fuera, pero todavía sigue dando mucho peso al producto nacional y eso se nota. Últimamente, las ventas de vehículos occidentales en China ha ido cayendo poco a poco, mientras que las marcas locales han visto como, justo al contrario, las ventas crecían. Evidentemente, los fabricantes locales han aprendido de los extranjeros y pueden ofrecer mejores coches que antes, a un precio mucho menor que las marcas foráneas. Carlos Tavares, CEO de Stellantis, ha sido una de las voces que han destacado este suceso, donde las marcas occidentales han visto como sus ventas se reducían, al tiempo que las marcas locales ganaban matriculaciones. Y en el caso de las marcas japonesas, las cosas han ido algo peor, pues han perdido todavía más ventas.
Por eso, entre otras cosas, Stellantis ha anunciado que Jeep termina con su asociación con Guangzhou Automobile Group (GAC), que dura ya 12 años, y abandona el país asiático, al menos en lo referente a producción de modelos. Según Tavares, hay un evidente cambio en el mercado automovilístico chino, una región muy importante para los fabricantes de vehículos, especialmente para marcas de alta gama como Bentley. Además, también afirmó que se siente aliviado al no estar en la tesitura de marcas como General Motos o Volkswagen, empresas para las cuales, el mercado chino es demasiado importante.
Tavares ha comentado a Bloomberg, que la empresa conjunta Jeep/GAC no ha sido tan rentable como se esperaba, pero esa no fue la razón definitiva para romper con 12 años de actividad conjunta. Las políticas económicas del Partido Comunista Chino (el PCCh), que favorecen a los fabricantes de automóviles locales, y la “confianza rota” en GAC, son la causa de la rápida salida de Jeep.
Sin embargo, hay más cosas, porque en las mismas declaraciones que Tavares hizo a Bloomberg, se pueden ver otros motivos.
Hemos visto en los últimos años más y más interferencias políticas en el mundo de los negocios en China. No queremos ser víctimas de sanciones cruzadas, como ha sido el caso de otras empresas en otras regiones del mundo recientemente”. – Carlos Tavares, CEO de Stellantis en declaraciones a Bloomberg.
Es evidente que está haciendo referencia a Rusia y las sanciones sufridas por otros países tras su invasión a Ucrania. Algo que puede parecer fuera de lugar porque, a pesar de que China no ha condenado la invasión ni se ha mostrado en contra, tampoco ha ayudado a Rusia en ningún momento. Sin embargo, China tiene sus propias rencillas que podrían terminar en sanciones internacionales, pues de todos es conocido su interés en anexionar Taiwán y muchos temen que acabe tomando el mismo camino que Rusia con Ucrania.
Aun así, los fanáticos de Jeep chinos podrán estar tranquilos, pues la marca ha tomado la decisión de importar, cuando estén listos, sus coches eléctricos. La intención de Stellantis es importar los nuevos modelos eléctricos a China y venderlos a través de su red local de distribución, empleando una táctica similar a la que usará en Europa, donde solo comercializará vehículos eléctricos. El primer Jeep eléctrico se espera para 2023.
Javi Martín
Si me preguntas de donde viene mi afición por el motor, no sabría responder. Siempre ha estado ahí, aunque soy el único de la familia al que le gusta este mundillo. Mi padre trabajó como delineante en una empresa metalúrgica con mucha producción de piezas de automóviles, pero nunca hubo una pasión como la que puedo tener yo. También he escrito un libro para la editorial Larousse sobre la historia del SEAT 600 titulado "El 600. Un sueño sobre cuatro ruedas".COMENTARIOS