Toyota Supra A90 Final Edition. Es evidente que estamos ante una denominación que nos da una pista de lo que pasa. El Supra A90, el Toyota GR Supra, ha llegado al final de su vida comercial y se cierra un nuevo capítulo en la historia del deportivo nipón. La producción se limitará a 300 unidades para Europa y Japón y no estará destinada a su circulación por vías públicas.
Llevamos tiempo con diferentes especulaciones sobre el futuro del Toyota GR Supra. Unos dicen que tendremos un Supra híbrido con chorrocientes caballos, otros que Toyota apostará por la electricidad, mientras que, por otra parte, se dice que mantendrá el motor actual pero retocado y con micro hibridación. Hay para todos los gustos, incluso se llegó a especular sobre un GRMN Supra muy radical.
Por ahora, ni la más remota idea de lo que ocurrirá. Es lógico pensar en un Toyota Supra Hybrid, en línea con el catálogo actual de la marca, pero no hay nada confirmado. Solo sabemos que el Supra tiene vida por delante, la propia Toyota confirmó que mantendrá el coche en el catálogo a pesar de que el BMW Z4 está condenado a desaparecer: “no hay ningún plan para descontinuar la marca Supra en esta compañía automotriz. Lo sé. BMW no es Toyota. La idea de que el Supra deje de fabricarse es puramente especulativa”, afirmó el vicepresidente de marketplace y ventas de Toyota Australia a la revista CarExpert.
Lo malo, por así decirlo, está en que no lo trató como un coche, sino como una marca y también mencionó que “podría cambar. Podría transformarse, en cuanto a forma”. ¿Planean desfigurar al Toyota Supra como han hecho otros con sus iconos? ¿Serán capaces en la firma nipona de algo así?
Casi 100 CV más de potencia
El caso es que, claramente, el Supra A90 está próximo a decir adiós y por el momento, no sabemos nada más. Solo tenemos la seguridad de que se ha preparado una edición especial para darle una buena despedida, la cual, no ha tardado en ver como algunos afirmaban que se trata del GRMN Supra que, supuestamente, llegaría al mercado, pero que finalmente han decidido llamarle de otra forma. Quizá tengan razón, pero es tan plausible como decir que los prototipos de desarrollo que se han dejado ver con Nürburgring eran el adiós del modelo y nadie se ha dado cuenta.
Toyota afirma que esta edición no solo sirve para despedir al modelo, sino también para expresar su gratitud a los fanáticos del modelo y por el hecho de que sea el favorito de numerosos equipos en varios campeonatos. Y por ello, entre otras cosas, llega con más potencia, un bastidor revisado para hacerlo más eficaz y un refuerzo general de la carrocería para ganar rigidez.
Y sí, por fin, tenemos un aumento de potencia, algo que se ha pedido casi desde el primer día en que se presentó el modelo. En Estados Unidos se ofreció un ligero aumento de caballos con respecto al modelo europeo, pero aquí nunca se pasó de los 340 CV. Que no son pocos, y menos para un vehículo “de calle”, pero no vamos a ser nosotros quienes rechacen más caballería. De todas formas, el aumento de potencia que nos anuncia la marca para este Supra A90 Final Edition tampoco es abrumador, aunque si notable: casi 100 CV adicionales.
El Toyota Supra A90 “Final Edition” presume de 320 kW, nada menos que 435 CV, mientras que el par asciende a 570 Nm. La marca comenta en el comunicado que “pasa de 387 a 435 CV”, lo que quiere decir que para esta versión no se parte de la variante de motor que tenemos en Europa, sino en la japonesa, sobre el cual, se ha trabajado en la admisión, se ha montado un catalizador específico de baja contrapesión y se ha revisado y reprogramado la gestión electrónica del motor.
No solo hay aumento de potencia, también hay cambios en el cárter, donde se añade un nuevo deflector para evitar una distribución desigual del aceite con grandes cargas de fuerzas G, se ha revisado el sistema de refrigeración y se monta un nuevo ventilador con un motor más potente, se añade un segundo radiador más pequeño y se amplían las aletas de enfriamiento.
Despedida racing para el Toyota Supra
Más potencia, mejoras en refrigeración y, obviamente, una revisión total de las suspensiones y los frenos. El Toyota Supra A90 “Final Edition”, el cual seguro que ya nace condenado a estar en un garaje guardado sin ser usado nunca, es un coche para circuitos y en pista cerrada todos sabemos que hacen faltan buenos componentes en el chasis.
Así, los amortiguadores controlados electrónicamente han visto revisada su programación –suministrados por KW y regulables, mismo equipo del GR Supra GT4–. Hay nuevas estabilizadoras, que además, incorporan nuevos soportes fabricados con aluminio reforzado. Los silentblocks de goma para los brazos de control delanteros pasan a ser más rígidos y están reforzados, mientras que el chasis auxiliar trasero recibe nuevos soportes de goma.
La estructura de refuerzo del suelo trasero ahora es nueva, con el objetivo de aumentar la rigidez de la carrocería y aumentar la sensación de direccionalidad y agarre, al tiempo que se ahonda en un mejor control general del coche. La dirección ahora es más directa y se ha modificado la caída de las ruedas, tanto delante como detrás.
Brembo suma a la lista unos nuevos frenos con pastillas de mayor fricción, que atacan unos nuevos discos flotantes y perforados –en los dos ejes–. Además, se instalan latiguillos metálicos para evitar las pérdidas por la expansión de la goma.
Casi como un Supra GT4
Se ve a simple vista, no hace falta casi mencionar nada, pero el Toyota Supra A90 Final Edition recibe un trabajo aerodinámico específico, similar al visto en el Supra GT4. Monta, por ejemplo, un nuevo alerón delantero fabricado con fibra de carbono, canards y un ala en el centro del frontal. Al mismo tiempo, el capó –de fibra de carbono– esconde un conducto con un colector que se puede desmontar según necesidades, con la idea de poder potenciar o reducir la capacidad de acceso del aire al vano motor.
Atrás se añade un alerón “cuello de cisne” –así lo denomina la propia Toyota– que también se fabrica con fibra de carbono y que, obviamente, se ha diseñado para trabajar en conjunto con todo el trabajo echo en el frontal.
Javi Martín
Si me preguntas de donde viene mi afición por el motor, no sabría responder. Siempre ha estado ahí, aunque soy el único de la familia al que le gusta este mundillo. Mi padre trabajó como delineante en una empresa metalúrgica con mucha producción de piezas de automóviles, pero nunca hubo una pasión como la que puedo tener yo. También he escrito un libro para la editorial Larousse sobre la historia del SEAT 600 titulado "El 600. Un sueño sobre cuatro ruedas".COMENTARIOS