En un momento como el actual, cada vez es más común que las firmas de alta gama o más caras apuesten por modelos SUV. En ese sentido, marcas como McLaren se han mostrado muy reticentes para adentrarse en el mundo de la movilidad urbana y en terrenos más pantanosos. Sin embargo, parece que esto va a cambiar en las próximas semanas, y es que los de Woking ya están trabajando en este segmento, siguiendo el mismo camino que hicieron en Porsche hace unos años con la presencia del Porsche Cayenne, o como hizo Lamborghini con el Urus.
El histórico grupo británico lleva varios años en una profunda crisis financiera y económica que ha hecho que sus ventas hayan caído gravemente, y es que ahora tienen que comerse sus palabras y apostar por una estrategia que habían rechazado en el pasado. En ese sentido, según se ha podido conocer, la marca ha dado un paso al frente y ya estarían trabajando en incorporar un impresionante SUV que será apto para cualquier tipo de situación.
En los últimos meses, se ha visto como el propio Michael Leiters evitaba decir a toda costa las palabras SUV, crossover o cualquiera que tuviera una ligera relación. Y esto se debe, al parecer, porque McLaren están trabajando en un ambicioso proyecto en el cual quieren diseñar un “vehículo de rendimiento compartido”, dicho de otra manera, un coche de altas prestaciones que harán que todos los usuarios puedan disfrutar al máximo de la ambición llevada al extremo.
Por el momento se desconoce como será este modelo, pero todo hace pensar que para ahorrar costes emplearán un tren motriz potente y que esté actualmente en uso, como es el del Artura, o bien, el V8 híbrido que estará utilizando el sucesor del McLaren 750S. Al mismo tiempo, son muchos los rumores existentes respecto a su posible unión comercial, como es la que tendrán con BMW previsiblemente para desarrollar una plataforma propia de uso compartido.
En ese sentido, ha sido el propio Leiters quien ha apuntado que están evaluando esta relación comercial. En unas declaraciones a Road and Track ha asegurado que “Creo que la forma inteligente es asociarse tecnológicamente, encontrar un socio y crear sinergias, pero no perder nada que sea fundamental para McLaren y el ADN de nuestra marca. Si fabricamos un PHEV, queremos entender si podemos utilizar nuestro propio sistema de propulsión. Integrar nuestro sistema de propulsión en una plataforma existente sería el mundo ideal”. Sea como sea, lo más seguro es que supere los 350.000 euros, especialmente si quieren plantarle cara al Ferrari Purosangre.
La fiebre de los SUV
Hablar de los coches SUV es hablar de un tipo de vehículo que básicamente es la mezcla de un coche todoterreno con un utilitario al uso, independientemente de su tipo de segmento. Dicho de otra manera, es una mezcla que nació en un momento donde era necesario arriesgar por cosas nunca vistas. El primero de la historia fue el Chevrolet Suburvan Carryall de 1935, aunque cabe destacar que se considera que los nuevos SUV modernos nacen de la base que se estableció desde Toyota con el Toyota RAV4 en 1994.
La transición hacia el SUV no tardaría en llegar y es que fueron varios los fabricantes que comenzaron a estudiar la posibilidad de empezar incorporar estos modelos en su catálogo. En el 1997, Mercedes se adentró en este terreno con su Clase ML, que supuso un gran éxito a escala mundial. Desde entonces, el resto de firmas se fijaron en este coche para ir ampliando su gama de productos.
Eso sí, las marcas más exclusivas y caras fueron bastante reticentes en el momento de realizar este cambio y por ello, tardaron en dar el paso. El primero en hacerlo fue Porsche, que en 2002 lanzaron su interpretación de un SUV, que les ayudó a salir de la dura crisis financiera en la que se encontraron. Este no era otro que el Porsche Cayenne, un coche todoterreno que guarda la estética histórica deportiva y su rendimiento intacto. Cuatro años más tarde llegaría el turno de Audi con el Q7.
Bien es cierto que el resto de marcas miraban reticentes la evolución de las ventas de estos coches, pero poco a poco fueron adentrándose en el segmento. El primero de ellos fue Maserati, que bajo el nombre Kubang, presentaron un prototipo en el salón del automóvil de Frankfurt, aunque finalmente su denominación sería Levante. Se trata de un coche deportivo utilitario –básicamente, SUV, pero traducido a español– de cinco metros de largo y se convirtió en el primer automóvil de Maserati producido fuera de Italia.
Viendo el buen resultado, le siguieron el paso Bentley con el Bentayga en 2016 y dos años más tarde le llegaría el turno a Rolls-Royce con el Cullinam y a Lamborghini con el Urus, que fue presentado en el salón del Automóvil de Pekín en 2012. Ahora, los últimos en sumarse han sido Aston Martin con el DBX y Ferrari con el nuevo Purosangue, lanzados en 2022 en ambos casos.
Alejandro Delgado
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